Prácticamente el antecedente de los derechos humanos, tienen su origen en la antigua Grecia; tanto Aristóteles Platón y Sócrates defendían y señalaban que “todos los seres humanos son iguales y tienen ciertos derechos inherentes, como el derecho a la vida, a la libertad y a la búsqueda de la felicidad”.
En este sentido, los derechos humanos “son inherentes a todos los seres humanos, sin distinción de raza, sexo, nacionalidad, origen étnico, lengua, religión o cualquier otra condición. Estos derechos son universales, inalienables e indivisibles. Lo cual significa que pertenecen a todas las personas, en todas partes, en todo momento, y que no se pueden renunciar a ellos”.
En tal sentido, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 10 de diciembre del año 1948 se emite una declaración universal que proclama “los derechos y libertades fundamentales de todos los seres humanos, sin distinción de raza, sexo, nacionalidad, origen étnico, lengua, religión o cualquier otra condición”; y a través de ella se han adoptado diversos tratados internacionales, sustentados en los derechos humanos que incluyen derechos civiles y políticos, económicos, sociales y culturales y los derechos colectivos.
Es precisamente que el pasado 10 de diciembre del 2023, se cumplieron 75 años, sin embargo y a pesar del compromiso de dar cumplimiento, prácticamente en la última década el mundo ha enfrentado innumerables desafíos tales como “las pandemias, los conflictos, las desigualdades crecientes, la quiebra moral del sistema financiero mundial, el racismo y el cambio climático—, los valores y los derechos consagrados en la Declaración sirven de guía para nuestras acciones colectivas de no dejar a nadie atrás”.
Razón por la cual la campaña de los 75 años de los Derechos Humanos establece como principal objetivo, reorientar el conocimiento de la Universalidad de la Declaración y el activismo asociado a ella.
Es menester señalar que en nuestro país se ha tenido un avance significativo, sin embargo, se debe destacar que, la Constitución de 1917 reconoció una amplia gama de derechos humanos, incluyendo los derechos civiles y políticos, los derechos económicos, sociales y culturales y los derechos colectivos.
Prácticamente en la década de los 80s, con la gestación de un movimiento social, se exigía el respeto a los derechos humanos; movimiento que sirvió de base para crear la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y Amnistía Internacional; en el año 2011 se incorporan diversos tratados internacionales de Derechos Humanos a la legislación en México.
Lamentablemente a la fecha se continúan suscitando violaciones graves a los Derechos Humanos en nuestro país y, aunado al cobro por derecho de piso y la extorsión a productores del campo, temas que delinean la forma en que tenemos que vivir, debido a que el gobierno ha renunciado a brindar la protección y la seguridad que por mandato constitucionalmente debe atender.
El presidente López Obrador insistentemente señala que vamos bien, sin embargo, los ciudadanos continuamos padeciendo esta interminable pesadilla; el hartazgo de esta fallida estrategia se manifestó el pasado fin de semana en Texcaltitlán, en el Estado de México, siendo una parte de las bastas zonas que han sido azotadas y sometidas por el crimen organizado, lo cual es una señal inequívoca de que la estrategia de seguridad es fallida.
En suma, las graves violaciones a los Derechos Humanos en el país y la impunidad en temas como desaparición forzada, violencia contra mujeres y personas LGBT+., deben apoyarse con un alto sentido de responsabilidad y ética gubernamental, para garantizar una vida digna y libre de violencia.
De no modificar la postura y cerrazón del actual gobierno federal, considero que lo peor está por venir, debido a la ausencia del ESTADO.
Sus comentarios jrobertofl2021@outlook.com