Le adelantamos a empresas y personas físicas, que en el cercano fin de año estarán felices y contentos, al enterarse desde ahora que no se tiene prevista la Reforma Fiscal en el presente sexenio.
Una de las más comprensibles razones para que no se promulgue, es que el Gobierno Federal 2024-2030 va por el segundo piso de la 4ª Transformación, pero sin causar escozor en los causantes fiscales por tener que pagar más impuestos.
Aunado a ello y conforme al proceder del sexenio anterior -también bajo el sello de Morena- no hubo incremento de gravámenes como característica que encuadró al régimen de la Austeridad Republicana. Tampoco se dio pauta a una Reforma Fiscal que llevara más ingresos al Erario Público, y además, se alardeó del manejo sano de la economía, poniendo oídos sordos a sugerencias de organismos financieros internacionales.
Es más, si no bastaran estos apuntes, anotamos que en la cuestión fiscal y desde sus tiempos de campaña política, la ahora presidenta de México Claudia Sheinbaum les repitió a empresarios, industriales y banqueros, que estuvieran tranquilos porque en su Mandato no habrá Reforma Fiscal. Por supuesto, desde aquellos momentos quedaron sosegados, pues ellos siempre anticipan que cuando se habla de modificaciones fiscales, se viene incremento de impuestos e incluso se crean otros nuevos.
Y en resumidas cuentas, representan aumento de ingresos para la Hacienda Pública.
Pero es aquí donde se debe poner atención. Porque lo que sí está dentro de los planes de la Presidenta Sheinbaum, es que si bien no dará entrada a una Reforma Fiscal, sí aplicará un esquema de “eficiencia recaudatoria”, que se apoyará en la regularización fiscal, reducción de la cartera vencida, integración fiscal para combatir la evasión y elusión fiscal y profundizar en el Régimen Simplificado de Confianza –Resico-.
Todo ello se verá reforzado con la digitalización y simplificación administrativa, a fin de facilitar el cumplimiento del pago de impuestos que al final, impactará en menos costos a las empresas.
Ahora bien, si no está en puerta una nueva Reforma Fiscal, con todo el bagaje que conlleva actualizar otras leyes afines -como ocurre en este tipo de reformas- podemos decir que con la “eficiencia recaudatoria” que pretende la Presidenta, prácticamente se endurece la captación de impuestos a todos los causantes fiscales.
También se diría en otras palabras, que no es lo mismo una Reforma Fiscal a una eficiencia recaudatoria, eso es cierto, pero es igual en que se echa mano de la herramienta disponible, para apretar en la captación de impuestos que fortalezcan a las Arcas Públicas.
M E M O R Á N D U M
$1.00
¿Cómo? Ahora dice el presidente municipal José Chedraui Budid, que la deuda heredada del Exalcalde panista Adán Domínguez Sánchez asciende a 500 millones de pesos. Semanas atrás se mencionó que los pagos pendientes eran por más de 400; después que 600 y más adelante que ya sumaban 680 millones de pesos.
Sea la cantidad que sea, si Chedraui Budid aplica la contabilidad que los empresarios acostumbran en sus negocios, para detectar hasta un peso faltante, querrá decir que Ex funcionarios panistas del Ayuntamiento estarán en problemas. Todo dependerá de su proceder, porque 500 millones es buena cantidad para que una parte sea destinada a tapar tremendos hoyancos que meses atrás eran pequeños baches en toda la ciudad.
Lo que no podrá hacer el Presidente Municipal que está por cumplir su primer mes en funciones, es despedir a exfuncionarios panistas que malversaron los dineros del pueblo, como hacen los empresarios cuando uno de sus empleados les escamotea recursos económicos en sus negocios.
joma61@hotmail.com