Cuando los años se le ven a un vehículo en buenas condiciones indudablemente es de llamar la atención, estos objetos técnicos han sobrevivido diversas circunstancias y siguen estando allí, queriendo lucir como cuando eran flamantes piezas de acero.
Los automotores revolucionaron la forma de transportarse y seguramente seguirán existiendo por muchos años, quizá siglos más, en este sentido vale la pena hacer notar lo que significan y representan.
Este fin de semana se llevará a cabo la tradicional exposición del Gran Salón del Automóvil Antiguo, en las instalaciones de la Universidad de las Américas Puebla, evento que no tiene costo alguno y que se presenta gracias al esfuerzo de coleccionistas y patrocinadores.
Hay que hacer una definición de lo que es un automóvil, con muchos defectos, circulando en pueblos y ciudades, de los cuales hay muchos en Latinoamérica y que son la única opción para quien tiene poco poder adquisitivo, o simplemente se tienen en esas condiciones porque resultan simplemente funcionales para los fines utilitarios, prueba de ello son los automotores que tienen diversas adaptaciones de carga o semejantes, con una apariencia deplorable, pero que inclusive así desafían las arduas jornadas laborales. Hay que señalar que, en diversos países, especialmente los de primer mundo, hay regulaciones respecto a la antigüedad máxima de esas unidades, esto en función de la seguridad de automovilistas y peatones que andan en las calles.
Ahora bien, en cuanto a los coches que siguen en condiciones óptimas, debemos entender que eso se debe al cuidado que le han dado los dueños por diversas circunstancias, sobrepasando los riesgos cotidianos que implica circular. Un automóvil representa la tecnología del momento, las tendencias artísticas y las circunstancias económicas de su contexto, por ejemplo, los grandes motores V8, propios de la época de bonanza petrolera, eran accesibles a la mayoría de la población.
También tenemos el caso de los vistosos costados de los autos de los años 50, emulando las turbinas a reacción de los jets de combate, símbolo de la Guerra Fría y que fueron tan populares en su momento.
Qué decir de los grandes sedanes: Cadillac o Lincoln y esos Grand Marquis que circularon como reyes del camino por los caminos mexicanos, hasta que simplemente se volvieron impopulares, quizá por lo poco práctico que resultan para muchos, sin embargo se quedaron en el corazón de muchos, incluyendo el mío.
También tenemos a los automotores que se volvieron leyenda y que al momento de su lanzamiento no se veían con tal admiración, tal es el caso del Volkswagen Sedán, cuya abundancia y función utilitaria hizo que se menospreciaría el automóvil más popular de la historia.
Hubo los que nacieron con éxito y se volvieron leyendas, como el Ford Mustang, debido a las películas, popularidad entre usuarios y caballos de fuerza, lo cual auténticamente lo convirtió en el coche superviviente de Ford debido a que la marca ya solo produce camionetas, ya sean para transporte o las pick up que también tienen su encanto
La guerra, el fenómeno humano que ha estado y estará presente en toda la historia también ha dado sus frutos, prueba de ello está el Jeep norteamericano, el cual empezó como un vehículo ligero de transporte en el frente de batalla, para luego convertirse en un símbolo de la potencia y la aventura; así como esas motocicletas BMW que se utilizaron en la Guerra Relámpago que desplegaron las tropas alemanas; o los lujosos Rolls Royce actuales, cuya marca de motor impulsó los spitfire que defendieron a Inglaterra de la Luftwaffe.
En fin, tenemos muchos ejemplos de vehículos que parece que tienen alma, por los axiomas representados y por los cuales muchas personas dieron su tiempo y hasta su vida, es por eso que, en lo personal, cada vez que veo un auto antiguo manifiesto respeto porque sé que seguramente tendrá una historia detrás. Hasta la próxima.
@vicente_aven