/ jueves 29 de agosto de 2024

Bitácora / Abusos del transporte

Aunque los transportistas poblanos ya le bajaron dos rayitas a su insistencia de aumentar el precio del pasaje, algunos temerarios, por no llamarles vale-madristas, no quitan el dedo del renglón del incremento. La semana pasada usuarios de rutas foráneas denunciaron aumentos repentinos y este lunes en el inicio del ciclo escolar, otros choferes quisieron desconocer las tarifas especiales para estudiantes. Y justo eso, los abusos, es lo que enfrentará la próxima secretaria de Movilidad y Transporte, Silvia Tanús acompañada del subsecretario Juan Manuel Vega Rayet.

Y es que en el consciente colectivo las fallas y deficiencias del transporte público están centradas en el servicio de la capital y zona metropolitana, pero el sistema de transporte estatal incluye todo el territorio desde Francisco Z. Mena hasta Acatlán, desde San Sebastián Tlocotepec hasta Jolalpan, e igualmente de Quimixtlán a Tlaltenango en donde hay abusos, atropellos y anarquía.

Si aquí en la capital en donde se supone que hay mayor control y vigilancia, los transportistas hacen de las suyas; ahora hay que imaginarse que pasa en el interior del estado en donde la supervisión quizá no es tan minuciosa como debería ser. Seguramente ahí hay mucho por hacer.

Por sus pistolas los concesionarios de las rutas 58, 68, 52, 23, Azteca y algunas foráneas como en Amozoc y en la Mixteca sin autorización cobraron el pasaje hasta 2 o 3 pesos adicionales a la cuota habitual.

En el caso de las rutas al interior del estado, ellas cobran por el tramo recorrido con una cuota fija, pero en diversas ocasiones –según su humor- incrementan arbitrariamente el precio y eso también es un abuso que consienten los concesionarios agrupados en la organización X o Y, y con ese respaldo de las asociaciones de sienten con la fuerza para hacer su voluntad.

Las denuncias ciudadanas son de vital importancia y aunque existe una línea telefónica para recibir esos reportes, lo cierto es que hoy los usuarios y la gente en general ya no llama a los números fijos, hoy prefieren hacer las denuncias vías redes sociales y es desde ahí en donde también es necesario atender esas quejas.

Apenas el lunes con el regreso a clases llegaron nuevas denuncias que exhibieron que choferes de las rutas 10 y 21 en la ciudad, no querían aplicar los descuentos a los estudiantes y les estaban cobrando el pasaje con cuota normal, esta es otra señal de que pese a los operativos de inspección, los operadores del transporte hacen su santa voluntad e ignoran a la autoridad.

Siempre es un error generalizar porque pagan justos por pecadores, y seguramente en el ramo del transporte habrá casos contados, pero los hay, de aquellos concesionarios comprometidos y responsables que cuidan el negocio dando el mejor servicio posible, que antes de exigir prefieren dialogar, que en vez de pagar multas mejor buscan cumplir con las normas; pero lamentablemente son más lo que hacen todo mal al grado que los usuarios evalúan el servicio como pésimo.

Los transportistas dejaron desinflar la noticia de que querían aumentar el pasaje cuando escucharon un rotundo NO de parte del gobierno en funciones. Y aunque aún faltan meses para que concluya la actual gestión, la señal que ya recibieron es que su petición es una fantasía imposible de cumplir con tantos pendientes de parte de los “empresarios” del ramo.

Y si creyeron que con motivo del cambio de gobierno iban aprovechar la coyuntura para presionar y lograr el aumento, pues ya se toparon con pared porque ni el gobierno saliente, ni el entrante tienen en la agenda sentarse con el sector teniendo como punto principal el aumento del pasaje.

Para hablar de esa posibilidad primero tendrá que llegar una modernización de unidades, capacitación de personal, mejoramiento de la seguridad a pasajeros, la erradicación de unidades piratas, evitar la invasión de rutas, eliminar las mochadas para seguir funcionando irregularmente y mucho más.

Así que si los transportistas quieren su aumento con el argumento de que todo ha subido y ya no les resulta un negocio, pues que cambien de giro o mejor aún, que comiencen a mejorar y cumplir con los mínimos que marca la ley y así tendrán elementos para sentarse con la futura secretaria de Movilidad y Transporte, Silvia Tanús y el subsecretario de Transporte, Juan Manuel Vega Rayet.


Comentarios, opiniones, críticas y todo lo demás lo recibo en ferabrajan@gmail.com y en Twitter @ferabrajan1 Facebook: Noticias con Fer Abraján

Aunque los transportistas poblanos ya le bajaron dos rayitas a su insistencia de aumentar el precio del pasaje, algunos temerarios, por no llamarles vale-madristas, no quitan el dedo del renglón del incremento. La semana pasada usuarios de rutas foráneas denunciaron aumentos repentinos y este lunes en el inicio del ciclo escolar, otros choferes quisieron desconocer las tarifas especiales para estudiantes. Y justo eso, los abusos, es lo que enfrentará la próxima secretaria de Movilidad y Transporte, Silvia Tanús acompañada del subsecretario Juan Manuel Vega Rayet.

Y es que en el consciente colectivo las fallas y deficiencias del transporte público están centradas en el servicio de la capital y zona metropolitana, pero el sistema de transporte estatal incluye todo el territorio desde Francisco Z. Mena hasta Acatlán, desde San Sebastián Tlocotepec hasta Jolalpan, e igualmente de Quimixtlán a Tlaltenango en donde hay abusos, atropellos y anarquía.

Si aquí en la capital en donde se supone que hay mayor control y vigilancia, los transportistas hacen de las suyas; ahora hay que imaginarse que pasa en el interior del estado en donde la supervisión quizá no es tan minuciosa como debería ser. Seguramente ahí hay mucho por hacer.

Por sus pistolas los concesionarios de las rutas 58, 68, 52, 23, Azteca y algunas foráneas como en Amozoc y en la Mixteca sin autorización cobraron el pasaje hasta 2 o 3 pesos adicionales a la cuota habitual.

En el caso de las rutas al interior del estado, ellas cobran por el tramo recorrido con una cuota fija, pero en diversas ocasiones –según su humor- incrementan arbitrariamente el precio y eso también es un abuso que consienten los concesionarios agrupados en la organización X o Y, y con ese respaldo de las asociaciones de sienten con la fuerza para hacer su voluntad.

Las denuncias ciudadanas son de vital importancia y aunque existe una línea telefónica para recibir esos reportes, lo cierto es que hoy los usuarios y la gente en general ya no llama a los números fijos, hoy prefieren hacer las denuncias vías redes sociales y es desde ahí en donde también es necesario atender esas quejas.

Apenas el lunes con el regreso a clases llegaron nuevas denuncias que exhibieron que choferes de las rutas 10 y 21 en la ciudad, no querían aplicar los descuentos a los estudiantes y les estaban cobrando el pasaje con cuota normal, esta es otra señal de que pese a los operativos de inspección, los operadores del transporte hacen su santa voluntad e ignoran a la autoridad.

Siempre es un error generalizar porque pagan justos por pecadores, y seguramente en el ramo del transporte habrá casos contados, pero los hay, de aquellos concesionarios comprometidos y responsables que cuidan el negocio dando el mejor servicio posible, que antes de exigir prefieren dialogar, que en vez de pagar multas mejor buscan cumplir con las normas; pero lamentablemente son más lo que hacen todo mal al grado que los usuarios evalúan el servicio como pésimo.

Los transportistas dejaron desinflar la noticia de que querían aumentar el pasaje cuando escucharon un rotundo NO de parte del gobierno en funciones. Y aunque aún faltan meses para que concluya la actual gestión, la señal que ya recibieron es que su petición es una fantasía imposible de cumplir con tantos pendientes de parte de los “empresarios” del ramo.

Y si creyeron que con motivo del cambio de gobierno iban aprovechar la coyuntura para presionar y lograr el aumento, pues ya se toparon con pared porque ni el gobierno saliente, ni el entrante tienen en la agenda sentarse con el sector teniendo como punto principal el aumento del pasaje.

Para hablar de esa posibilidad primero tendrá que llegar una modernización de unidades, capacitación de personal, mejoramiento de la seguridad a pasajeros, la erradicación de unidades piratas, evitar la invasión de rutas, eliminar las mochadas para seguir funcionando irregularmente y mucho más.

Así que si los transportistas quieren su aumento con el argumento de que todo ha subido y ya no les resulta un negocio, pues que cambien de giro o mejor aún, que comiencen a mejorar y cumplir con los mínimos que marca la ley y así tendrán elementos para sentarse con la futura secretaria de Movilidad y Transporte, Silvia Tanús y el subsecretario de Transporte, Juan Manuel Vega Rayet.


Comentarios, opiniones, críticas y todo lo demás lo recibo en ferabrajan@gmail.com y en Twitter @ferabrajan1 Facebook: Noticias con Fer Abraján