Los mexicanos hemos vivido un ejercicio que sin duda, alimentará el espíritu de nuestra democracia. Con un formato innovador, fluidez y buena conducción los candidatos a la Presidencia de México participaron en un primer debate que sirvió tanto, para confrontar ideas como para mostrar las propuestas de sus plataformas políticas.
Opiniones divididas en tanto a que candidato ganó este primer debate, si bien lo más importante ahora no sea diferenciar entre perdedores y ganadores sino, quien realmente hizo propuestas tangibles y de utilidad para nosotros.
Hoy la sociedad tiene un punto de partida para poder juzgar a un candidato no solo por una imagen, un spot, un comercial sino por lo que este candidato puede proponer de manera directa a través de expresar sus ideas en viva voz.
Creo que el candidato de las propuestas en este debate fue José Antonio Meade, quien tiene una plataforma completa y con los puntos que México necesita para consolidar nuestro futuro.
Tener a las mujeres en primer plano es algo que nuestro país tiene que consolidar, por lo que la idea de hacer compatible la seguridad, tanto social como física, con medios económicos para impulsar su desarrollo es algo que puede permitirle a ellas tener oportunidades para sostener sus núcleos familiares.
Las mujeres necesitan entornos libres de violencia y discriminación además de igualdad de oportunidades. La seguridad de las personas y sus bienes debe ser una realidad cotidiana y palpable, no podemos esperar más en este tema, los mexicanos tenemos sed de justicia en todos los niveles de gobierno.
Se debe combatir al crimen pero a la par sus causas, que tienen raíces como la desigualdad y la impunidad; se debe evitar que los criminales sigan siendo juzgados y mantengan la posesión de sus bienes así como, que las armas lleguen fácilmente a los delincuentes; la aplicación de la ley no debe estar sujeta a ningún tipo de negociación, la ley se hizo para aplicarse y ese debe ser el principio rector si queremos cambiar nuestra situación en términos de criminalidad.
Un elemento clave para incidir de manera positiva en la seguridad es la educación por lo que, este pilar complementa de manera integral esta visión. Pasar de 25 a 100 mil escuelas de tiempo completo; reconocer el esfuerzo de los buenos maestros con aumentos a sus salarios que sean significativos y reales así como; un impulso a las labores artísticas y culturales son ejes de lo que se busca en la materia.
A la par de esto habrá un impulso especial para los jóvenes ya que hoy, muchos de ellos no se encuentran dentro de quienes tienen oportunidades. Cobertura universal para educación media superior; becas y apoyos para formar capital humano en el extranjero; créditos accesibles para los jóvenes emprendedores y; apoyo para los que quieran trabajar y estudiar; son las acciones que posicionarán a la juventud como fuerza motora y de innovación.
Poder tener esta idea de lo que un candidato quiere es el punto para pensar por quien somos afines y esto no debería quedarse en el ámbito nacional sino, es un ejercicio que debería repetirse en los niveles donde se esté eligiendo a un gobernante.
En el caso de Puebla creo que un ejercicio de este tipo con una buena planeación y con una conducción adecuada, puede darnos a los poblanos una idea clara de las plataformas de nuestros candidatos a gobernar el Estado; sería un ejercicio que puede enriquecer nuestro entorno político a la vez, que nos permitiría disipar cualquier duda de un candidato.
Esperamos pronto ver en Puebla la confrontación de ideas que permita a los poblanos tener certeza sobre sus preferencias electorales.