Casa Puebla se convirtió en un emblema del poder político estatal en turno. Hasta antes del reciente interinato de Guillermo Pacheco Pulido el recinto, ubicado en la histórica zona de Los Fuertes de Loreto y Guadalupe, era sinónimo de poder en el estado pues por décadas fue la residencia oficial del gobernador en turno.
Pacheco Pulido cortó con la tradición de alojarse en ese inmueble y decidió mantenerlo cerrado durante los meses que estuvo en el encargo a la espera de la definición del gobernador que sería electo tras la repentina muerte de la gobernadora Martha Erika Alonso Hidalgo, quien apenas estuvo 10 días en el encargo y como inquilina de Casa Puebla.
Ya en el poder, el fallecido Luis Miguel Barbosa, determinó que no viviría en ese lugar al que tildó de ser símbolo de arrogancia, fatuidad, opulencia, lujos innecesarios y superficialidad. Uno de sus antecesores, Rafael Moreno Valle Rosas, el primer panista en asumir el gobierno en Puebla, gastó más de 66 millones de pesos en obras de remodelación para la que fue su vivienda durante su sexenio.
El 30 de abril de 2022, con una inversión de 24 millones de pesos, el político emanado de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), abrió a la gente las puertas de Casa Aguayo en un símil de lo que hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador con la Residencia Oficial de Los Pinos.
“Ya está terminada la obra y estoy muy orgulloso de que se haya podido lograr eso, al servicio y disposición de los poblanos, créanme, nunca más los centros de arrogancia del poder, allá el que venga a sucederme que tome sus decisiones, las va a tomar, pero nunca más en ese lugar”, dijo Barbosa dos días antes de la apertura.
Dos años y dos meses después, las instalaciones públicas que fueron adaptadas para ofrecer talleres, tener áreas deportivas y realizar actividades artísticas, cerrará sus puertas.
Hasta ahora se desconoce la causa y las especulaciones son varias, desde la insuficiencia de recursos para mantener los distintos talleres, hasta la intención del futuro gobernador Alejandro Armenta Mier de regresar las instalaciones de Casa Puebla a ser un espacio habitacional o de reuniones ejecutivas.
Lo cierto es que comienza a generarse un desánimo o descontento entre las familias que acuden regularmente a tomar algún taller quienes han sido avisados que después del 30 de junio se cancelan sus actividades.
En este lugar se imparten diversos talleres como de: carpintería, guitarra para niños y mayores de edad, así como bailes de salón y pintura para personas de la tercera edad; cuenta con una cancha empastada de fútbol 7, que mandó a hacer el encarcelado Mario Marín Torres cuando ahí vivió, un ring de box, canchas de basquetbol y un circuito de trote.
Los afectados comienzan a organizarse para hacer llegar su inconformidad a las autoridades estatales con la esperanza de que sea temporal la medida o una confusión. De lo contrario no dude en que comenzarán a protestar más allá de las redes sociales.
Y hasta la próxima.