La participación de Claudia Sheinbaum en la Cumbre del G20 en Brasil es un momento histórico para México y para el avance de las mujeres en los espacios de poder. Su liderazgo refleja los cambios profundos que la Cuarta Transformación ha logrado en tan solo unos años. Lo que antes era impensable, hoy es una realidad: una mujer preparada, decidida y comprometida representando a nuestro país en los foros más importantes del mundo.
Este cambio de paradigma no es casualidad. Es el resultado de políticas públicas que han puesto a las mujeres al centro del desarrollo nacional. La Cuarta Transformación no se ha limitado a discursos sobre igualdad; ha actuado para garantizarla. Yo misma he vivido este cambio. Ser tres veces diputada no habría sido posible en otro momento histórico. Este gobierno no solo nos ha permitido estar presentes, sino incidir de manera real en la construcción de un México más justo.
En Brasil, Sheinbaum no fue a buscar protagonismo, fue a trabajar. Con una agenda clara y contundente, se reunió con líderes como Emmanuel Macron y Justin Trudeau para abordar temas cruciales como la igualdad de género, el desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza. Este liderazgo no es simbólico; es la voz de un México comprometido con las causas globales y con su gente.
En el ámbito de la erradicación de la pobreza, los programas sociales de esta administración han demostrado ser un ejemplo de eficacia. Con más de 835,000 millones de pesos invertidos en pensiones para adultos mayores, becas para jóvenes y apoyo a madres trabajadoras, este gobierno ha priorizado a quienes más lo necesitan. Estos programas no solo han cambiado vidas; están marcando un camino claro hacia la justicia social.
En lo ambiental, Sheinbaum llevó el compromiso de México con la reforestación, la conservación de los ecosistemas y la lucha contra el cambio climático. Proyectos como la restauración de cuencas prioritarias y la protección de manglares reflejan cómo la Cuarta Transformación entiende el desarrollo: integral, sostenible y con las comunidades al centro.
El eje de igualdad de género fue otro punto crucial de su participación. Las políticas para garantizar la paridad en los cargos públicos y cerrar la brecha salarial son un recordatorio de que la igualdad no se logra con palabras, sino con hechos. Hoy, más mujeres tienen acceso a espacios de decisión, y sus contribuciones están transformando la política y la sociedad.
La presencia de Sheinbaum en el G20 no es solo un triunfo para México, es una señal de que el poder en manos de las mujeres transforma realidades. Las mujeres no solo exigimos igualdad; la estamos construyendo con nuestras acciones y luchas diarias. Este es el México que la Cuarta Transformación ha comenzado a construir: feminista, justo e igualitario.
¡Hasta que la igualdad se haga costumbre!