El tema de la violencia urbana ha sido extensamente abordado. En diferentes puntos de la Zona Metropolitana de Puebla (ZMP) se han encontrado cuerpos con la huella del crimen organizado. Personas que fueron torturadas, mutiladas, embolsadas para luego arrojar sus restos en alguna calle o predio oscuro.
También hemos visto los mensajes de un cártel que pretende enquistarse en Puebla, pero hasta el momento no lo ha logrado. Nemesio Oseguera Cervantes, ‘El Mencho’, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) muestra un especial interés en Puebla. Es una plaza apetitosa para su organización.
El video que circuló hace unos días muestra al ‘Grupo de Operaciones Especiales Mencho, GOEM’, que son sus sicarios de élite. Están en un nivel por encima del ‘Operativo Barredora’.
Es decir el capo envió a Puebla a su artillería pesada. La intención es entrar a como de lugar.
Aunque los videos y los cuerpos arrojados exhiben la presencia del cártel en la zona urbana, en otro punto hay evidencias que muestran irrupciones. En concreto nos referimos a los municipios serranos de San Miguel Eloxochitlán, Tlacotepec de Porfirio Díaz y Zoquitlán. A la Sierra Negra de Puebla los sicarios entran por caminos de terracería desde el estado de Veracruz.
Los presidentes municipales de esa región lo saben perfectamente, como también saben que sus modestos cuerpos policiacos poco pueden hacer frente a fusiles de alto poder como el Browning o el Barret, ambos calibre 50. Por esa razón los alcaldes de zonas serranas prefieren callar.
Paulatinamente los sicarios van ampliando su presencia en diferentes puntos de la geografía local. No se trata de un hecho aislado. El Cártel Jalisco esta ampliando sus redes de operación en todo el país y las circunstancias le son favorables.
Luego del complot que unió a políticos mexicanos, criminales y agentes del FBI para capturar a Ismael Zambada, el Cártel de Sinaloa quedó fracturado. Medios internacionales como ‘The Wall Street Journal’ anticipan una guerra intestina entre las tropas de ‘Los Chapitos’ y las de ‘El Mayo”.
Una batalla interna solo habrá de debilitar a los sinaloenses y favorecer al Cártel Jalisco Nueva Generación. El gran beneficiado con la captura de ‘El Mayo’ es ‘El Mencho’.
En próximos meses en todo el país veremos despliegues criminales aún más agresivos y violentos. Puebla no será la excepción. La presencia del brazo armado ‘Grupo de Operaciones Especiales Mencho, GOEM’ así lo demuestra.
Desde hace mucho se sabe que los grupos criminales no se combaten con balas, sino con inteligencia policiaca. Una estructura de policías investigadores y analistas que vayan más allá del simple patrullaje de unidades oficiales.
Una patrulla puede pasar todos los días frente a la casa de seguridad de un grupo criminal, pero mientras no tenga información firme, producto de una labor de inteligencia, ese inmueble nunca será tocado.
Enfrentar al crimen organizado que pretende enquistarse en Puebla requiere de manera prioritaria de la creación de un órgano estatal de inteligencia. Una dependencia que esté por encima de la Secretaría de Seguridad Pública y sepa detectar a mandos que tengan vínculos o colusión con grupos delictivos. En horas recientes fue destituido el titular de la Policía Cibernética por actos de corrupción.
Se pueden tener mil patrullas circulando en municipios poblanos, pero mientras no haya una central de inteligencia solo serán recorridos rutinarios y sin resultados.
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