/ martes 8 de octubre de 2024

Cúpula / Chedraui: la facultad de reconstituir la clase política.

La polémica se levantó; durante algunos días la efervescencia fue la constante. La agitación versó sobre los agentes cercanos al morenovallismo que se perfilan para ocupar cargos relevantes en el Ayuntamiento del presidente electo José Chedraui Budib.

Como es su sello característico el alcalde entrante fue prudente, mesurado y evitó agitar las aguas de la controversia.

Sobre este punto de las etiquetas nos hemos referido en el pasado reciente. El marinismo fue una época que ya concluyó, tal como sucedió con el morenovallismo o el barbosismo.

Quienes realizaron alguna función política o administrativa en esos periodos tiene la aptitud para adecuarse a los nuevos tiempos; tienen el legítimo derecho de reinventarse para abordar un escenario diferente.

Desarrollar alguna función pública durante un periodo no significa tener un tatuaje en la frente.

En este contexto el presidente municipal electo José Chedraui ha tomado a cuadros que han demostrado capacidad en la administración pública y que a su criterio reúnen las condiciones para hacer una aportación a la vida de Puebla.

No se puede formar un Ayuntamiento tomando solamente agentes de las tribus dogmáticas de una izquierda estridente y estruendosa.

La administración es un tema que se ha tornado complejo. Ya no es un asunto para militantes apasionados e impulsivos, sino para quienes tienen el conocimiento jurídico y administrativo del ejercicio público.

La situación de la Angelópolis es espinosa. Chedraui tiene la alta encomienda de presentar a los poblanos un programa de gobierno que responda a sus reclamos y demandas en diferentes rubros.

El renglón apremiante es la Seguridad Pública y en este punto la presencia de Fernando Rosales Solís fue un anuncio bien recibido en diferentes sectores. De la misma formal el alcalde en ciernes deberá presentar perfiles que sepan corresponder a los requerimientos sociales.

Quienes participaron en otras administraciones se encontrarán con nuevos lineamientos. Hoy el sello y la pauta la dicta el edil Chedraui. Ya no habrá línea del “Grupo Finanzas”, ni de agentes que pertenecieron a un periodo que ya no existe.

A partir de la toma de protesta la nueva administración se marcará con el sello característico de un alcalde que se conduce con mesura, equilibrio y sensibilidad para atender a todos los grupos que inciden en la vida de Puebla.

Los agentes que se han acercado a Chedraui han encontrado apertura y diálogo. Se espera que la misma actitud se mantenga durante tres años. Nadie quiere volver a un pasado sectarista y hermético. Todo indica que serán tres años de un Ayuntamiento de puertas abiertas.

Puebla es -todavía-, una capital privilegiada. Aún con los hechos violentos que hemos visto en los últimos meses es claro que la Angelópolis está muy lejos de la realidad cotidiana de Monterrey, Guadalajara o Chilpancingo.

Chedraui tomará las riendas de una ciudad que tiene las condiciones para blindarse frente a amenazas externas

También se espera del alcalde electo su conocimiento del ámbito empresarial.

Puebla necesita de un especial impulso a su economía; una estrategia para defender al comercio local; una política expresamente destinada a fortalecer a las áreas económicas auténticamente poblanas. Las plazas comerciales con cadenas transnacionales son parte del glamour, pero nada aportan a la economía local.

El escenario es promisorio. Como poblano y como empresario Chedraui sabrá reconstituir la clase política.

cupula99@yahoo.com

La polémica se levantó; durante algunos días la efervescencia fue la constante. La agitación versó sobre los agentes cercanos al morenovallismo que se perfilan para ocupar cargos relevantes en el Ayuntamiento del presidente electo José Chedraui Budib.

Como es su sello característico el alcalde entrante fue prudente, mesurado y evitó agitar las aguas de la controversia.

Sobre este punto de las etiquetas nos hemos referido en el pasado reciente. El marinismo fue una época que ya concluyó, tal como sucedió con el morenovallismo o el barbosismo.

Quienes realizaron alguna función política o administrativa en esos periodos tiene la aptitud para adecuarse a los nuevos tiempos; tienen el legítimo derecho de reinventarse para abordar un escenario diferente.

Desarrollar alguna función pública durante un periodo no significa tener un tatuaje en la frente.

En este contexto el presidente municipal electo José Chedraui ha tomado a cuadros que han demostrado capacidad en la administración pública y que a su criterio reúnen las condiciones para hacer una aportación a la vida de Puebla.

No se puede formar un Ayuntamiento tomando solamente agentes de las tribus dogmáticas de una izquierda estridente y estruendosa.

La administración es un tema que se ha tornado complejo. Ya no es un asunto para militantes apasionados e impulsivos, sino para quienes tienen el conocimiento jurídico y administrativo del ejercicio público.

La situación de la Angelópolis es espinosa. Chedraui tiene la alta encomienda de presentar a los poblanos un programa de gobierno que responda a sus reclamos y demandas en diferentes rubros.

El renglón apremiante es la Seguridad Pública y en este punto la presencia de Fernando Rosales Solís fue un anuncio bien recibido en diferentes sectores. De la misma formal el alcalde en ciernes deberá presentar perfiles que sepan corresponder a los requerimientos sociales.

Quienes participaron en otras administraciones se encontrarán con nuevos lineamientos. Hoy el sello y la pauta la dicta el edil Chedraui. Ya no habrá línea del “Grupo Finanzas”, ni de agentes que pertenecieron a un periodo que ya no existe.

A partir de la toma de protesta la nueva administración se marcará con el sello característico de un alcalde que se conduce con mesura, equilibrio y sensibilidad para atender a todos los grupos que inciden en la vida de Puebla.

Los agentes que se han acercado a Chedraui han encontrado apertura y diálogo. Se espera que la misma actitud se mantenga durante tres años. Nadie quiere volver a un pasado sectarista y hermético. Todo indica que serán tres años de un Ayuntamiento de puertas abiertas.

Puebla es -todavía-, una capital privilegiada. Aún con los hechos violentos que hemos visto en los últimos meses es claro que la Angelópolis está muy lejos de la realidad cotidiana de Monterrey, Guadalajara o Chilpancingo.

Chedraui tomará las riendas de una ciudad que tiene las condiciones para blindarse frente a amenazas externas

También se espera del alcalde electo su conocimiento del ámbito empresarial.

Puebla necesita de un especial impulso a su economía; una estrategia para defender al comercio local; una política expresamente destinada a fortalecer a las áreas económicas auténticamente poblanas. Las plazas comerciales con cadenas transnacionales son parte del glamour, pero nada aportan a la economía local.

El escenario es promisorio. Como poblano y como empresario Chedraui sabrá reconstituir la clase política.

cupula99@yahoo.com