/ miércoles 4 de septiembre de 2024

Cúpula / Puebla no debe bajar la guardia

Para realizar un diagnóstico de la inseguridad en el estado de Puebla debemos hacer las siguientes preguntas: ¿Cuántos cafeticultores de Xicotepec de Juárez son víctimas de la extorsión o el llamado “cobro por derecho de piso”? ¿cuántos tianguistas de San Martín Texmelucan?, ¿cuántos dueños de antros de Cholula o maquileros de Tehuacán?

La respuesta es cero. En la entidad prácticamente no existen redes de extorsión por parte del crimen organizado. En ese sentido Puebla es un territorio virgen. Por eso el interés de un cártel por entrar al estado.

Hace unos días en esta columna apuntamos sobre la presencia de células del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) que reiteradamente tratan de entrar a suelo poblanos. La Fiscalía ya informó que fue detenido el grupo que dejó un vehículo con siete cuerpos en Periférico Ecológico.

Efectivamente luego de una exhaustiva investigación fue desarticulado un grupúsculo del llamado ‘Operativo Barredora’, sin embargo se ha hecho público que ya se mueve otra célula denominada ‘Grupo de Operaciones Especiales Mencho GOEM’ que tiene un rango por encima del anterior. Es el equipo élite del cártel y ya está en Puebla mostrando armas de uso militar como los fusiles Browning y Barret calibre 50.

Otro problema es que durante los años recientes han aparecido bandas que se ostentan como parte del crimen organizado. Son gavillas de hampones que disponen de vehículos y armas largas.

En específico hace días mencionamos un grupo que se mueve en los municipios de Zoquitlán, Tlacotepec de Porfirio Díaz y San Miguel Eloxochitlán y que se ostenta como parte de un cártel.

Otro grupúsculo tiene presencia en el corredor Esperanza, San Antonio Soledad y Cañada Morelos.

En horas recientes trascendió una intensa persecución que policías municipales desataron en contra de otra banda en el municipio de Venustiano Carranza. Los delincuentes huyeron hacia cerros de la zona.

En diferentes puntos del estado aparecen grupos que deben ser desarticulados antes de que sean cooptados por un cártel, los recluten y obliguen a trabajar para su organización.

Pese a este panorama se debe subrayar que en Puebla todavía no se registran hechos que ocurren en otros estados como la generalizada extorsión a productores agrícolas en Michoacán; el control a los precios de alimentos que los cárteles imponen en mercados de Guerrero y Morelos; el dominio de policías municipales en Zacatecas o la guerra abierta contra corporaciones en Guanajuato.

En la entidad poblana nada de esto ocurre.

Sin embargo no se debe bajar la guardia porque los cárteles y en específico el Jalisco Nueva Generación ha mostrado la empecinada intención de enquistarse.

Ya tenían operadores políticos como Tania N. y Juan de Dios; incluso se han acercado a presidentes municipales a través de sus personeros.

Los cárteles utilizan las redes de narcomenudistas para posicionarse en los municipios. Toman el control de las llamadas “tienditas” que son expendios de enervantes, principalmente “cristal” que es una droga cuyo consumo está terriblemente extendido entre adolescentes y jóvenes

Para ejercer el dominio del narcomenudeo ejecutan a quienes vendían en esos municipios; los remplazan por sus allegados; a sangre y fuego imponen a su grupo; los abastecen de drogas, armas y municiones para seguir extendiendo su red de control.

Efectivamente, Puebla no es Zacatecas, pero se deben reforzar las medidas para impedir que pueda suceder.

Como siempre quedo a sus órdenes.

cupula99@yahoo.com

Para realizar un diagnóstico de la inseguridad en el estado de Puebla debemos hacer las siguientes preguntas: ¿Cuántos cafeticultores de Xicotepec de Juárez son víctimas de la extorsión o el llamado “cobro por derecho de piso”? ¿cuántos tianguistas de San Martín Texmelucan?, ¿cuántos dueños de antros de Cholula o maquileros de Tehuacán?

La respuesta es cero. En la entidad prácticamente no existen redes de extorsión por parte del crimen organizado. En ese sentido Puebla es un territorio virgen. Por eso el interés de un cártel por entrar al estado.

Hace unos días en esta columna apuntamos sobre la presencia de células del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) que reiteradamente tratan de entrar a suelo poblanos. La Fiscalía ya informó que fue detenido el grupo que dejó un vehículo con siete cuerpos en Periférico Ecológico.

Efectivamente luego de una exhaustiva investigación fue desarticulado un grupúsculo del llamado ‘Operativo Barredora’, sin embargo se ha hecho público que ya se mueve otra célula denominada ‘Grupo de Operaciones Especiales Mencho GOEM’ que tiene un rango por encima del anterior. Es el equipo élite del cártel y ya está en Puebla mostrando armas de uso militar como los fusiles Browning y Barret calibre 50.

Otro problema es que durante los años recientes han aparecido bandas que se ostentan como parte del crimen organizado. Son gavillas de hampones que disponen de vehículos y armas largas.

En específico hace días mencionamos un grupo que se mueve en los municipios de Zoquitlán, Tlacotepec de Porfirio Díaz y San Miguel Eloxochitlán y que se ostenta como parte de un cártel.

Otro grupúsculo tiene presencia en el corredor Esperanza, San Antonio Soledad y Cañada Morelos.

En horas recientes trascendió una intensa persecución que policías municipales desataron en contra de otra banda en el municipio de Venustiano Carranza. Los delincuentes huyeron hacia cerros de la zona.

En diferentes puntos del estado aparecen grupos que deben ser desarticulados antes de que sean cooptados por un cártel, los recluten y obliguen a trabajar para su organización.

Pese a este panorama se debe subrayar que en Puebla todavía no se registran hechos que ocurren en otros estados como la generalizada extorsión a productores agrícolas en Michoacán; el control a los precios de alimentos que los cárteles imponen en mercados de Guerrero y Morelos; el dominio de policías municipales en Zacatecas o la guerra abierta contra corporaciones en Guanajuato.

En la entidad poblana nada de esto ocurre.

Sin embargo no se debe bajar la guardia porque los cárteles y en específico el Jalisco Nueva Generación ha mostrado la empecinada intención de enquistarse.

Ya tenían operadores políticos como Tania N. y Juan de Dios; incluso se han acercado a presidentes municipales a través de sus personeros.

Los cárteles utilizan las redes de narcomenudistas para posicionarse en los municipios. Toman el control de las llamadas “tienditas” que son expendios de enervantes, principalmente “cristal” que es una droga cuyo consumo está terriblemente extendido entre adolescentes y jóvenes

Para ejercer el dominio del narcomenudeo ejecutan a quienes vendían en esos municipios; los remplazan por sus allegados; a sangre y fuego imponen a su grupo; los abastecen de drogas, armas y municiones para seguir extendiendo su red de control.

Efectivamente, Puebla no es Zacatecas, pero se deben reforzar las medidas para impedir que pueda suceder.

Como siempre quedo a sus órdenes.

cupula99@yahoo.com