/ sábado 7 de septiembre de 2024

De poder a poder / El renacimiento del PT y Verde con Morena

Aunque hace algunos años parecía imposible que partidos considerados “pequeños” o “bonsai” como el del Trabajo y el Verde Ecologista podrían alguna vez estar en los cuernos de la luna, en éstos días este panorama se desvanece y de pronto ocupan en este 2024 el segundo y tercer lugares dentro de las principales fuerzas políticas en esta entidad, aunque esto no por méritos propios, sino por su alianza con MORENA, la cual los arrastró en su carrera de triunfos. Hasta los integrantes de sus propios comités estatales reconocen que no hubieran logrado tal posicionamiento, sin la coalición con el partido en el poder. Sin duda por lo menos en estas elecciones sus líderes lograron tan fructífera alianza, aunque para conservarla permanecerán con la cabeza agachada.

Los números logrados en esta elección del 2024 por dichos institutos no son para presumir pues, el Partido Verde Ecologista alcanzó solo 274 mil votos y el del Trabajo 191 mil en toda la entidad, mientras MORENA como fuerza gobernante rebasó el millón y medio de votos, así con la propaganda conjunta y el arrastre de este último, los mencionados lograron casi duplicar su votación, en comparación con la elección anterior. Así que las decisiones tomadas por los “líderes” a nivel nacional para esta coalición fueron un acierto, que desde luego también beneficio y en mucho a la 4T.

Dentro de los últimos análisis de esta situación, queda claro que no se acierta a entender qué guio a los votantes a darles su sufragio a estos antes “bonsai”, pues ninguno de los dos han hecho algo significativo por la democracia en el país, más allá de aliarse con el poder en turno. Además, no tienen logros significativos dentro de sus programas de acción, que por cierto casi nadie conoce. Sobre todo, el Verde Ecologista se ha vuelto un partido político dejando atrás, lo que sería su principal línea de acción como es la lucha por la ecología y que se supone fue el principal motivo para su fundación en 1994.

No obstante, en Puebla ya son la segunda y tercera fuerzas políticas respectivamente, dejando atrás al PAN que estaba en el segundo lugar antes de esta elección y al PRI que ahora está literalmente en el “Sótano político”. Pero si bien para el PVEM todo es ganar, ganar, también lo es para MORENA, y para muestra un botón, la donación que le fue hecha por el Verde, de 15 legisladores para que tuviera el número suficiente para quedarse con la JUCOPO en la Cámara de diputados, no es cosa menor. Así que, en este caso, “amor con amor se paga”.

De esta manera el panorama del Verde, no puede ser mejor, con seis diputados en el congreso del estado donde es parte de la “aplanadora morenista”, con un líder de su bancada que se reelige en esta posición, Jimmy Natale, -aunque haya sido uno de los más improductivos como legislador-; con un presupuesto mayor a los 26 millones de pesos que tuvo en este año, y que aumentará considerablemente para 2025; y algunas presidencias municipales en su haber, (aunque no sean de municipios de los más importantes), su alianza con la 4T seguirá hasta que surja un partido que lo baje de la palestra, lo cual por el momento se ve lejano.

Por su parte el Partido del Trabajo, la ahora cuarta fuerza en Puebla después de 32 años de fundado, tiempo en que estuvo en varias ocasiones a punto de perder su registro por apenas llegar al 3% de votación para conservarlo, por lo menos siempre ha tenido la característica de ser de izquierda y ha tenido coaliciones con institutos de esta misma línea, en estas elecciones aquí solo alcanzó el 5.4% de la votación global, cantidad escasa, para estar en la posición que ahora presume.

Y así como el Verde, la alianza con MORENA, también es de ganar, ganar, ya que logró una senaduría para su presidenta estatal Liz Sánchez, una de las mujeres que si tiene -por lo menos- méritos en política. Otro éxito que se anotó y no fue por sus siglas, sino por propios méritos fue el de Ariadna Ayala quien logró su reelección como alcaldesa en Atlixco. Así las cosas, pese a ser el PT un partido sin influencia entre el electorado, gracias a la alianza tendrá cinco diputados en el congreso del Estado. Se prepara para recibir un presupuesto millonario para el próximo año en que disfrutará de sus prerrogativas, simplemente siendo súbdito de MORENA.

LA PAJA EN EL OJO AJENO EN EL PAN

Y ahora resulta que la culpable de la derrota del Partido Acción Nacional en Puebla fue nada menos que Xóchitl Gálvez la candidata a la presidencia de la República por este instituto y su alianza. Aunque esta fuera más vista como una aspirante ciudadana que así logró 16.5 millones de votos en la pasada elección. También que esto aunado con la coalición del PAN con el PRI, impulsada por cierto en el comité ejecutivo Nacional, donde “todo se cocina” y de donde viene la línea, fue causa de su hundimiento, -acusa el PAN estatal-.

Es muy fácil repartir culpas, lo difícil es aceptar que una gran parte de responsabilidad de los malos resultados de una elección como la que pasó es del comité directivo estatal, que ahora trata de salir lo mejor librado posible dando explicaciones como la señalada que nadie le cree. Dice su presidenta, que los azules no se sintieron identificados con su abanderada presidencial, por eso no tuvo aquí la cantidad de votos esperada, pero ¿con Eduardo Rivera el candidato al gobierno sí?¿Entonces por qué, una diferencia de 855 mil votos con el triunfador en la gubernatura? ¿Por qué no se menciona la baja empatía de sus candidatos a diputados en sus distritos?, la campaña light y sin coordinación de algunos, y la falta de apoyo a sus aspirantes a las alcaldías; y la pérdida de identidad azul con la ciudadanía. Esto por señalar algunos de los motivos de su fracaso. La derrota debe verse como un todo y no parcialmente.

Si Xóchitl fue la que falló, solo para ella hubiera sido la baja votación, pero también Eduardo perdió penosamente y ahí debe reconocer que los factores fueron otros. Así que en el análisis de la derrota expuesto -si la dirigencia encabezada por Augusta Díaz de Rivera fuera más honesta-, expondría que la orden de Marko Cortés para ir en alianza con el PRI, fue un error que se pudo haber evitado. En fín, lo que el PAN requiere es un análisis más serio de su situación estatal. No repartir culpas para exonerar a su dirigencia.

gelos.gar@hotmail.com

Aunque hace algunos años parecía imposible que partidos considerados “pequeños” o “bonsai” como el del Trabajo y el Verde Ecologista podrían alguna vez estar en los cuernos de la luna, en éstos días este panorama se desvanece y de pronto ocupan en este 2024 el segundo y tercer lugares dentro de las principales fuerzas políticas en esta entidad, aunque esto no por méritos propios, sino por su alianza con MORENA, la cual los arrastró en su carrera de triunfos. Hasta los integrantes de sus propios comités estatales reconocen que no hubieran logrado tal posicionamiento, sin la coalición con el partido en el poder. Sin duda por lo menos en estas elecciones sus líderes lograron tan fructífera alianza, aunque para conservarla permanecerán con la cabeza agachada.

Los números logrados en esta elección del 2024 por dichos institutos no son para presumir pues, el Partido Verde Ecologista alcanzó solo 274 mil votos y el del Trabajo 191 mil en toda la entidad, mientras MORENA como fuerza gobernante rebasó el millón y medio de votos, así con la propaganda conjunta y el arrastre de este último, los mencionados lograron casi duplicar su votación, en comparación con la elección anterior. Así que las decisiones tomadas por los “líderes” a nivel nacional para esta coalición fueron un acierto, que desde luego también beneficio y en mucho a la 4T.

Dentro de los últimos análisis de esta situación, queda claro que no se acierta a entender qué guio a los votantes a darles su sufragio a estos antes “bonsai”, pues ninguno de los dos han hecho algo significativo por la democracia en el país, más allá de aliarse con el poder en turno. Además, no tienen logros significativos dentro de sus programas de acción, que por cierto casi nadie conoce. Sobre todo, el Verde Ecologista se ha vuelto un partido político dejando atrás, lo que sería su principal línea de acción como es la lucha por la ecología y que se supone fue el principal motivo para su fundación en 1994.

No obstante, en Puebla ya son la segunda y tercera fuerzas políticas respectivamente, dejando atrás al PAN que estaba en el segundo lugar antes de esta elección y al PRI que ahora está literalmente en el “Sótano político”. Pero si bien para el PVEM todo es ganar, ganar, también lo es para MORENA, y para muestra un botón, la donación que le fue hecha por el Verde, de 15 legisladores para que tuviera el número suficiente para quedarse con la JUCOPO en la Cámara de diputados, no es cosa menor. Así que, en este caso, “amor con amor se paga”.

De esta manera el panorama del Verde, no puede ser mejor, con seis diputados en el congreso del estado donde es parte de la “aplanadora morenista”, con un líder de su bancada que se reelige en esta posición, Jimmy Natale, -aunque haya sido uno de los más improductivos como legislador-; con un presupuesto mayor a los 26 millones de pesos que tuvo en este año, y que aumentará considerablemente para 2025; y algunas presidencias municipales en su haber, (aunque no sean de municipios de los más importantes), su alianza con la 4T seguirá hasta que surja un partido que lo baje de la palestra, lo cual por el momento se ve lejano.

Por su parte el Partido del Trabajo, la ahora cuarta fuerza en Puebla después de 32 años de fundado, tiempo en que estuvo en varias ocasiones a punto de perder su registro por apenas llegar al 3% de votación para conservarlo, por lo menos siempre ha tenido la característica de ser de izquierda y ha tenido coaliciones con institutos de esta misma línea, en estas elecciones aquí solo alcanzó el 5.4% de la votación global, cantidad escasa, para estar en la posición que ahora presume.

Y así como el Verde, la alianza con MORENA, también es de ganar, ganar, ya que logró una senaduría para su presidenta estatal Liz Sánchez, una de las mujeres que si tiene -por lo menos- méritos en política. Otro éxito que se anotó y no fue por sus siglas, sino por propios méritos fue el de Ariadna Ayala quien logró su reelección como alcaldesa en Atlixco. Así las cosas, pese a ser el PT un partido sin influencia entre el electorado, gracias a la alianza tendrá cinco diputados en el congreso del Estado. Se prepara para recibir un presupuesto millonario para el próximo año en que disfrutará de sus prerrogativas, simplemente siendo súbdito de MORENA.

LA PAJA EN EL OJO AJENO EN EL PAN

Y ahora resulta que la culpable de la derrota del Partido Acción Nacional en Puebla fue nada menos que Xóchitl Gálvez la candidata a la presidencia de la República por este instituto y su alianza. Aunque esta fuera más vista como una aspirante ciudadana que así logró 16.5 millones de votos en la pasada elección. También que esto aunado con la coalición del PAN con el PRI, impulsada por cierto en el comité ejecutivo Nacional, donde “todo se cocina” y de donde viene la línea, fue causa de su hundimiento, -acusa el PAN estatal-.

Es muy fácil repartir culpas, lo difícil es aceptar que una gran parte de responsabilidad de los malos resultados de una elección como la que pasó es del comité directivo estatal, que ahora trata de salir lo mejor librado posible dando explicaciones como la señalada que nadie le cree. Dice su presidenta, que los azules no se sintieron identificados con su abanderada presidencial, por eso no tuvo aquí la cantidad de votos esperada, pero ¿con Eduardo Rivera el candidato al gobierno sí?¿Entonces por qué, una diferencia de 855 mil votos con el triunfador en la gubernatura? ¿Por qué no se menciona la baja empatía de sus candidatos a diputados en sus distritos?, la campaña light y sin coordinación de algunos, y la falta de apoyo a sus aspirantes a las alcaldías; y la pérdida de identidad azul con la ciudadanía. Esto por señalar algunos de los motivos de su fracaso. La derrota debe verse como un todo y no parcialmente.

Si Xóchitl fue la que falló, solo para ella hubiera sido la baja votación, pero también Eduardo perdió penosamente y ahí debe reconocer que los factores fueron otros. Así que en el análisis de la derrota expuesto -si la dirigencia encabezada por Augusta Díaz de Rivera fuera más honesta-, expondría que la orden de Marko Cortés para ir en alianza con el PRI, fue un error que se pudo haber evitado. En fín, lo que el PAN requiere es un análisis más serio de su situación estatal. No repartir culpas para exonerar a su dirigencia.

gelos.gar@hotmail.com