/ sábado 28 de septiembre de 2024

De poder a poder / Se acabó el Puebla donde 'no pasa nada'

Puebla es catalogado como uno de los estados donde crecieron sustancialmente tanto el delito como el costo económico del mismo, situaciones que se vienen intensificando desde hace dos años. Aunque es una realidad a medias porque esto viene desde hace mucho tiempo atrás, solo que era minimizada u ocultada desde el gobierno del fallecido gobernador panista Rafael Moreno valle, cuando con argucias se presentaba a Puebla como el estado “donde no pasaba nada”. Fue en su administración en la que la entidad se plagó de graves problemas, dentro de ellos el huachicol que aumentó en varios cientos por ciento, ocupando los primeros lugares a nivel nacional en este problema. Lo grave es que pese al paso de los años no se ha podido controlar. Actualmente las mediciones ya no son ocultadas, y ello nos permite reconocer que la violencia se ha enseñoreado en la entidad, ubicándonos dentro los 18 estados donde el costo del delito en general se ha disparado, con todo y lo que ello significa, incluyendo lo más lamentable, la pérdida de vidas humanas.

Y los datos vienen precisamente de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre seguridad pública (INVIPE), dados a conocer por el INEGI, así que la realidad es innegable. Así Puebla ya entró a una vorágine de inseguridad y delitos que no han podido frenarse, por las autoridades emanadas de varios partidos, y que crecen a pasos agigantados. A nivel nacional este problema tiene un costo de 282 mil millones de pesos que representa, según datos oficiales el 1.15% del producto interno bruto. -PIB-.

Los motivos por los que tal situación ha aumentado, son dos principalmente, la concentración de delitos en los estados, (por el momento son en 18, entre ellos Puebla) y el cambio en la exposición de los más frecuentes, que según las investigaciones es el fraude bancario, (producto de los tiempos en que la tecnología se utiliza para casi todo) por lo que crece a gran velocidad, pues su utilización como la principal fuente de información, de comunicación, diversión, hasta un instrumento para llevar la agenda, realizar transacciones comerciales, financieras y sobre todo bancarias, y decenas de rubros más, la ubica como la primera actividad criminal.

Un papel importante para el combate de estos delitos en general sería una actuación enérgica de las fiscalías. Sin embargo, las estrategias de éstas para frenarlos han sido débiles. Un ejemplo en Puebla, donde el INEGI señala, hay una persecución muy baja del delito, y mucho menor que éste sea llevado a juicio, porque es minimizado, al no ocuparse de reunir las pruebas suficientes. Esto además de las no denuncias, que se atribuyen a la pésima actuación de la autoridad, aunque se asegure que “se está actuando”.

Y HABLEMOS DE COSTOS

Así las cosas el costo promedio del delito por habitante en este estado, descontando la inflación es de 28.4%, lo ubica así en el octavo lugar a nivel nacional. Aquí el repunte de la delincuencia es tan grave que la inseguridad se ha convertido ya en el problema número uno en el estado. El costo económico es de miles de millones de pesos de los cuales una buena parte se destina para combatirla sin resultados satisfactorios, por lo que se contabiliza como una pérdida. De acuerdo con tales datos, este problema es el reto más grande para el gobierno estatal entrante, que además deberá llevar a cabo una estrategia donde predomine la denuncia, que hasta el momento solo alcanza el 10% de los hechos delictuosos que se registran, y pese a esto último las cifras son alarmantes.

SIGUE EL “COMPAS DE ESPERA” EN MORENA

Comprobado está que la dirigencia estatal y el consejo de MORENA en Puebla no se mandan solos. De acuerdo con las declaraciones de sus titulares, esperaban que en el consejo Nacional se diera “luz verde” al método para elegir al nuevo dirigente estatal ante la inminente salida de Olga Lucía Romero Garci Crespo. Sin embargo, dicho acto solo se concretó a elegir a la presidenta del CEN en la figura de Luisa María Alcalde, dejando el “caso de Puebla” y el de otros estados nuevamente en el purgatorio, porque no hubo definiciones.

Lo que sí se anunció es que ¡otra vez!, deberán esperar a la realización del siguiente consejo nacional, en el que al parecer ¡ahora sí! habrá definiciones, aunque no será otra cosa que la presentación de los acuerdos que se logren con los nuevos gobernadores, en este caso con el líder moral Alejandro Armenta Mier para dar a conocer quien se quedará con la presidencia y que de acuerdo a lo expresado por el consejo, deberá ser un personaje de la total confianza con el líder moral en cada entidad.

Es por lo que aún no hay nada escrito pues apenas empezarán las pláticas con el gobernador electo que se prevé sean tersas, ya que hay unidad y diálogo para lograr que el cambio sea pacífico y sin problemas. Aunque si la decisión es que llegue un delegado con atribuciones de presidente que no salga de un acuerdo con el gobernador, entonces sí que podrían iniciarse enfrentamientos como ya se ha dado en otros gobiernos como el del fallecido Luis Miguel Barbosa.

Y aunque parece que todo está en paz y que no hay revueltas ni oposición, ya dos de los interesados en esta posición como son el diputado Alejandro Carvajal y el presidente del consejo estatal Andrés Villegas han echado marcha atrás y manifestaron que ya no desean participar en la contienda. Sin duda hay algo que ellos saben y nosotros no, o que reconocen que prácticamente ya hay un “tapado” designado por Alejandro Armenta. El tiempo lo dirá.

Por cierto, después de la elección nacional de la presidenta de MORENA Luisa María Alcalde, se puso de manifiesto que ella no tendrá todo el poder. Si pensó que sería quien tomara las decisiones más importantes y podría llevar al Movimiento a nuevos derroteros se equivocó rotundamente, ya que si bien ella es la presidenta quien en realidad tendrá toda la responsabilidad y anuencia para ser quien mande será Andy López Beltrán el secretario de Organización hijo y heredero político del todavía presidente Andrés Manuel López Obrador, quien al parecer seguirá “moviendo los hilos” de este partido para lograr su consolidación futura. No obstante, es una buena oportunidad para Luisa María de seguir creciendo políticamente y aspirar en un futuro a ocupar puestos importantes dentro de administraciones federales. Para ella su futuro es halagüeño y seguramente será de ganar…ganar, aunque no llegue a ser de fondo la número uno y lo sea solo de forma.

gelos.gar@hotmail.com

Puebla es catalogado como uno de los estados donde crecieron sustancialmente tanto el delito como el costo económico del mismo, situaciones que se vienen intensificando desde hace dos años. Aunque es una realidad a medias porque esto viene desde hace mucho tiempo atrás, solo que era minimizada u ocultada desde el gobierno del fallecido gobernador panista Rafael Moreno valle, cuando con argucias se presentaba a Puebla como el estado “donde no pasaba nada”. Fue en su administración en la que la entidad se plagó de graves problemas, dentro de ellos el huachicol que aumentó en varios cientos por ciento, ocupando los primeros lugares a nivel nacional en este problema. Lo grave es que pese al paso de los años no se ha podido controlar. Actualmente las mediciones ya no son ocultadas, y ello nos permite reconocer que la violencia se ha enseñoreado en la entidad, ubicándonos dentro los 18 estados donde el costo del delito en general se ha disparado, con todo y lo que ello significa, incluyendo lo más lamentable, la pérdida de vidas humanas.

Y los datos vienen precisamente de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre seguridad pública (INVIPE), dados a conocer por el INEGI, así que la realidad es innegable. Así Puebla ya entró a una vorágine de inseguridad y delitos que no han podido frenarse, por las autoridades emanadas de varios partidos, y que crecen a pasos agigantados. A nivel nacional este problema tiene un costo de 282 mil millones de pesos que representa, según datos oficiales el 1.15% del producto interno bruto. -PIB-.

Los motivos por los que tal situación ha aumentado, son dos principalmente, la concentración de delitos en los estados, (por el momento son en 18, entre ellos Puebla) y el cambio en la exposición de los más frecuentes, que según las investigaciones es el fraude bancario, (producto de los tiempos en que la tecnología se utiliza para casi todo) por lo que crece a gran velocidad, pues su utilización como la principal fuente de información, de comunicación, diversión, hasta un instrumento para llevar la agenda, realizar transacciones comerciales, financieras y sobre todo bancarias, y decenas de rubros más, la ubica como la primera actividad criminal.

Un papel importante para el combate de estos delitos en general sería una actuación enérgica de las fiscalías. Sin embargo, las estrategias de éstas para frenarlos han sido débiles. Un ejemplo en Puebla, donde el INEGI señala, hay una persecución muy baja del delito, y mucho menor que éste sea llevado a juicio, porque es minimizado, al no ocuparse de reunir las pruebas suficientes. Esto además de las no denuncias, que se atribuyen a la pésima actuación de la autoridad, aunque se asegure que “se está actuando”.

Y HABLEMOS DE COSTOS

Así las cosas el costo promedio del delito por habitante en este estado, descontando la inflación es de 28.4%, lo ubica así en el octavo lugar a nivel nacional. Aquí el repunte de la delincuencia es tan grave que la inseguridad se ha convertido ya en el problema número uno en el estado. El costo económico es de miles de millones de pesos de los cuales una buena parte se destina para combatirla sin resultados satisfactorios, por lo que se contabiliza como una pérdida. De acuerdo con tales datos, este problema es el reto más grande para el gobierno estatal entrante, que además deberá llevar a cabo una estrategia donde predomine la denuncia, que hasta el momento solo alcanza el 10% de los hechos delictuosos que se registran, y pese a esto último las cifras son alarmantes.

SIGUE EL “COMPAS DE ESPERA” EN MORENA

Comprobado está que la dirigencia estatal y el consejo de MORENA en Puebla no se mandan solos. De acuerdo con las declaraciones de sus titulares, esperaban que en el consejo Nacional se diera “luz verde” al método para elegir al nuevo dirigente estatal ante la inminente salida de Olga Lucía Romero Garci Crespo. Sin embargo, dicho acto solo se concretó a elegir a la presidenta del CEN en la figura de Luisa María Alcalde, dejando el “caso de Puebla” y el de otros estados nuevamente en el purgatorio, porque no hubo definiciones.

Lo que sí se anunció es que ¡otra vez!, deberán esperar a la realización del siguiente consejo nacional, en el que al parecer ¡ahora sí! habrá definiciones, aunque no será otra cosa que la presentación de los acuerdos que se logren con los nuevos gobernadores, en este caso con el líder moral Alejandro Armenta Mier para dar a conocer quien se quedará con la presidencia y que de acuerdo a lo expresado por el consejo, deberá ser un personaje de la total confianza con el líder moral en cada entidad.

Es por lo que aún no hay nada escrito pues apenas empezarán las pláticas con el gobernador electo que se prevé sean tersas, ya que hay unidad y diálogo para lograr que el cambio sea pacífico y sin problemas. Aunque si la decisión es que llegue un delegado con atribuciones de presidente que no salga de un acuerdo con el gobernador, entonces sí que podrían iniciarse enfrentamientos como ya se ha dado en otros gobiernos como el del fallecido Luis Miguel Barbosa.

Y aunque parece que todo está en paz y que no hay revueltas ni oposición, ya dos de los interesados en esta posición como son el diputado Alejandro Carvajal y el presidente del consejo estatal Andrés Villegas han echado marcha atrás y manifestaron que ya no desean participar en la contienda. Sin duda hay algo que ellos saben y nosotros no, o que reconocen que prácticamente ya hay un “tapado” designado por Alejandro Armenta. El tiempo lo dirá.

Por cierto, después de la elección nacional de la presidenta de MORENA Luisa María Alcalde, se puso de manifiesto que ella no tendrá todo el poder. Si pensó que sería quien tomara las decisiones más importantes y podría llevar al Movimiento a nuevos derroteros se equivocó rotundamente, ya que si bien ella es la presidenta quien en realidad tendrá toda la responsabilidad y anuencia para ser quien mande será Andy López Beltrán el secretario de Organización hijo y heredero político del todavía presidente Andrés Manuel López Obrador, quien al parecer seguirá “moviendo los hilos” de este partido para lograr su consolidación futura. No obstante, es una buena oportunidad para Luisa María de seguir creciendo políticamente y aspirar en un futuro a ocupar puestos importantes dentro de administraciones federales. Para ella su futuro es halagüeño y seguramente será de ganar…ganar, aunque no llegue a ser de fondo la número uno y lo sea solo de forma.

gelos.gar@hotmail.com