Varias instituciones educativas ya están de vacaciones, otras esperan las graduaciones escolares e iniciar las vacaciones de verano, como lo marca el calendario escolar del ciclo que está concluyendo.
Es importante que este periodo se debe de inculcar a los niños y los jóvenes a la lectura, no solo se debe considerar como una actividad impositiva, sino también con aspectos de implicaciones familiares, sociales y culturales.
Los padres de familia deben de tener un plan que fomente la lectura en casa en las vacaciones de verano, con una serie de acciones para que los hijos utilicen adecuadamente su tiempo, del cual disponen y no desaprovecharlo.
Se pretende que los padres de familia vigilen a sus hijos para realizar varias actividades en el tiempo disponible, a la vez fortalezcan y desarrollen al máximo sus capacidades y su compromiso de sus estudios, mientras están en el proceso de recibir conocimientos en el tiempo escolar.
El periodo de vacaciones no es para que los hijos en la casa descansen de algo que es su compromiso en alcanzar el éxito.
Los niños y jóvenes que están estudiando, en este periodo de vacaciones de verano, no pueden levantarse a las 3 de la tarde, desayunar-comer, para después ocupar las pocas horas del día en los videojuegos, sin tocar sus libros y sus tareas que recibieron de sus maestros para este periodo.
Las niñas, los niños y jóvenes en el periodo de vacaciones deben tener varias actividades al día. Levantarse de la cama a una determinada hora temprana, para desayunar y realizar sus tareas escolares o en su caso asistir a los cursos de verano que se organizan por deportivos como ir a nadar, jugar futbol u otros deportes.
También varias organizaciones, instituciones, centros culturales y museos abren cursos y talleres, para que los hijos utilicen su tiempo de vacaciones, en alguna actividad que les permita complementar sus estudios, que se iniciaran el próximo ciclo escolar en el mes de agosto.
Para los niños y los jóvenes que no puedan ir a este tipo de actividades deportivas o manuales, se debe tener las actividades de lectura, porque esta es necesaria para su formación integral.
Los padres de familia deben comprometerse que las niñas, los niños y jóvenes, por lo menos dediquen una hora diaria a la lectura y a la realización de sus tareas escolares, en este periodo de descanso.
Los padres de familia u otros familiares se deben comprometer en ser unos promotores de la lectura para las niñas, los niños y los jóvenes en el receso escolar.
La lectura no se debe tomar como una actividad secundaria, sino prioritaria, porque abre la posibilidad de que muchos de los conocimientos que fueron aprendidos en el ciclo escolar que termina, se refuercen y sean entendidos con mayor claridad.
No se trata de poner una tarea estricta, sino de motivar a los hijos para que descubran lo que les gusta y gustaría leer.
La lectura debe ser considerada como una actividad esencial y sobresaliente para la comprensión y adquisición de información desde un punto importante de la vida del escolar.
Lo relevante es convertir a la lectura en un asunto destacado para las niñas, los niños y los jóvenes estudiantes en un quehacer, que esté presente siempre en toda su vida.
*Doctor en Educación.
