/ viernes 31 de mayo de 2024

Educación y Cultura / La profesión de cuidados personales

Todas las personas requerimos cuidados personales en algún momento de nuestra vida. En el nacimiento recibimos los primeros cuidados por personas profesionales en atención a poder vivir. La necesidad de recibir cuidados personales es inherente a las personas, ya sea durante la infancia, por discapacidad física, por enfermedad o en la vejez.

Debido a su constante presencia en la vida cotidiana a los efectos sobre el vivir y la movilidad social en nuestros hogares mexicanos. Tema que no existe en otros países o tienen otros sistemas de atenciones en cuidados.

La responsabilidad de brindar este tipo de atenciones debe verse como un problema de carácter público y no familiar.

Prácticamente todos los mexicanos creen que cuidar a los miembros de un hogar es tarea de todos los familiares que se tienen que reunir para repartirse los tiempos y las tareas de uno o más integrantes que requieren cuidados personales.

Estas actividades son el resultado que ponen de manifiesto la necesidad de replantear la perspectiva sobre el cuidado personal y de promover en la forma en que se aborda a nivel social y público.

Según estadísticas del INEGI, por cada hombre que participa en las tareas de los cuidados personales a un elemento familiar, hay 2.5 mujeres participando. Debido a estas tareas de cuidados un 10 por ciento de las mujeres dejan de trabajar, en comparación con los hombres que representan el 3 por ciento.

Esto los limita en su economía familiar, su seguridad social y las oportunidades de adquirir bienes y patrimonio propio.

También denota una falta de conciencia de la responsabilidad del Estado en este asunto de cuidados personales.

Como asunto público, las autoridades de los 3 niveles del Estado (federal, estatal y municipal) pueden incidir en el acceso a la atención para cada población específica (infancias, personas con discapacidad física, enfermedades o adultos mayores) y en la autonomía económica de las mujeres.

Para ello se requiere políticas públicas enfocadas a suplir la demanda de cuidados personales así como un Sistema que permita la articulación de las mismas.

Nuestro país había posicionado algunos programas como las estancias infantiles y las escuelas de tiempo completo que funcionaban exitosamente. Sin embargo a lo largo de la actual administración federal, estos programas se han eliminado, dejando desarticulada la construcción de una red nacional de organismos públicos encargados de las tareas de los cuidados personales que favorezcan en gran medida a las mujeres dedicadas a esta labor.

Es fundamental que la ciudadanía reconozca la importancia de los cuidados personales, construir organismos y articularlos a las políticas públicas de cuidados y reconocer como un asunto público involucrando a toda la sociedad, a las Universidades y a los diversos niveles del estado.

Algunas Instituciones de educación superior, ya sean han dedicado al diseño de algunas profesiones relacionadas con el cuidado de personas que actualmente son contratados en forma privada por los familiares de la persona que requiere estos servicios.

Las facultades de Medicina, Enfermería, Trabajo Social y otras más, empiezan a preparar profesionalmente a estudiantes para integrarse a la sociedad prestando sus servicios especializados en el cuidado de infantes, personas con discapacidades física, con problemas de alguna enfermedad y personas de la 3 edad o adultos mayores. Es una de las nuevas carreras profesionales que tendrá un gran futuro.

Doctor en Educación.

Todas las personas requerimos cuidados personales en algún momento de nuestra vida. En el nacimiento recibimos los primeros cuidados por personas profesionales en atención a poder vivir. La necesidad de recibir cuidados personales es inherente a las personas, ya sea durante la infancia, por discapacidad física, por enfermedad o en la vejez.

Debido a su constante presencia en la vida cotidiana a los efectos sobre el vivir y la movilidad social en nuestros hogares mexicanos. Tema que no existe en otros países o tienen otros sistemas de atenciones en cuidados.

La responsabilidad de brindar este tipo de atenciones debe verse como un problema de carácter público y no familiar.

Prácticamente todos los mexicanos creen que cuidar a los miembros de un hogar es tarea de todos los familiares que se tienen que reunir para repartirse los tiempos y las tareas de uno o más integrantes que requieren cuidados personales.

Estas actividades son el resultado que ponen de manifiesto la necesidad de replantear la perspectiva sobre el cuidado personal y de promover en la forma en que se aborda a nivel social y público.

Según estadísticas del INEGI, por cada hombre que participa en las tareas de los cuidados personales a un elemento familiar, hay 2.5 mujeres participando. Debido a estas tareas de cuidados un 10 por ciento de las mujeres dejan de trabajar, en comparación con los hombres que representan el 3 por ciento.

Esto los limita en su economía familiar, su seguridad social y las oportunidades de adquirir bienes y patrimonio propio.

También denota una falta de conciencia de la responsabilidad del Estado en este asunto de cuidados personales.

Como asunto público, las autoridades de los 3 niveles del Estado (federal, estatal y municipal) pueden incidir en el acceso a la atención para cada población específica (infancias, personas con discapacidad física, enfermedades o adultos mayores) y en la autonomía económica de las mujeres.

Para ello se requiere políticas públicas enfocadas a suplir la demanda de cuidados personales así como un Sistema que permita la articulación de las mismas.

Nuestro país había posicionado algunos programas como las estancias infantiles y las escuelas de tiempo completo que funcionaban exitosamente. Sin embargo a lo largo de la actual administración federal, estos programas se han eliminado, dejando desarticulada la construcción de una red nacional de organismos públicos encargados de las tareas de los cuidados personales que favorezcan en gran medida a las mujeres dedicadas a esta labor.

Es fundamental que la ciudadanía reconozca la importancia de los cuidados personales, construir organismos y articularlos a las políticas públicas de cuidados y reconocer como un asunto público involucrando a toda la sociedad, a las Universidades y a los diversos niveles del estado.

Algunas Instituciones de educación superior, ya sean han dedicado al diseño de algunas profesiones relacionadas con el cuidado de personas que actualmente son contratados en forma privada por los familiares de la persona que requiere estos servicios.

Las facultades de Medicina, Enfermería, Trabajo Social y otras más, empiezan a preparar profesionalmente a estudiantes para integrarse a la sociedad prestando sus servicios especializados en el cuidado de infantes, personas con discapacidades física, con problemas de alguna enfermedad y personas de la 3 edad o adultos mayores. Es una de las nuevas carreras profesionales que tendrá un gran futuro.

Doctor en Educación.