/ miércoles 8 de mayo de 2024

Educación y Cultura | Los maestros motivan a los niños con su trabajo

Una de las más complejas disciplinas en el mundo de los trabajos es ser maestro; su actividad diaria en las escuelas y en las aulas contribuye siempre a consolidar las bases del pleno ejercicio de las potencialidades de sus alumnos diariamente.

Los maestros con su trabajo motivan todos los días a sus niños desde que llegan a la escuela hasta que realizan las labores de enseñanza y aprendizaje en el salón de clases. Los maestros son líderes que marcan el camino de sus educandos, que los conduce a un futuro de superación y lo prefiguran con el rigor de su ciencia y la virtud y eficiencia de su imaginación creadora.

Maestro es el hombre o la mujer que consagran su vida a la tarea educadora, y cuando se descubre la importancia y la responsabilidad de la función creadora, se entiende que no puede quedar reducida a una tarea técnica, sino que es una vocación que envuelve a la persona y da sentido a su vida profesional y académica.

El educador siempre cree que vale la pena cultivar la vida para educar a los niños, por eso comparte con ellos sus experiencias, inquietudes y valores, sitúa el esfuerzo de su trabajo con los alumnos en los conocimientos y la superación personal de cada uno de ellos.

El maestro participa en el crecimiento con todo su ser, de sus educandos, creándoles las condiciones más adecuadas que los favorezcan, despertando en ellos sus fuerzas interiores, y los acompaña a descubrir el sentido y la unidad de su propia vida.

Los maestros orientan las múltiples funciones que realizan al desarrollo de personas maduras y responsables, y de una sociedad más justa y humana. Su vida profesional tiene plenitud de sentido, en ella encuentran diversas recompensas que los llevan a su auténtica realización, son creadores.

Lo que los distingue de otros profesionales es su interés por relacionar su propio trabajo con los aspectos de su existencia. Es por ello que se puede decir que la esencia de los educadores está en su capacidad de responder a una de las preocupaciones centrales del ser humano: comprender el mundo, transformarlo.

Es la persona de los pensamientos quien puede plantearse de un modo cabal la situación de la sociedad, y este solo hecho crea la necesidad de la superación.

Los maestros alcanzan su estatura justa únicamente cuando proyectan su energía y sus capacidades a sus alumnos. Con frecuencia se afirma que una tarea normada, por los principios educativos no debe permanecer ajena a los hechos sociales, sino que, antes bien, debe contribuir a formularlos correctamente, a explicarlos y encauzarlos por medio de acciones concretas, esto exige la participación diaria de los educadores que diariamente adquieren el compromiso de ayudar más que ningún otro, a solucionar los problemas que surgen en la sociedad con una influencia profundamente integradora, capaz de motivar capacidades creadoras para hacerlas evolucionar.

Los maestros trabajan, crean y producen en un ambiente social y geográfico determinado pero, por más diverso que esto sea, convergen siempre en un contexto general que los une sutilmente y que los caracteriza frente al porvenir.

Cuando se piensa en la educación, se advierte en cada niño, esta su obra, que fue motivada por las ideas, las costumbres y los saberes universales.

Doctor en Educación.

Una de las más complejas disciplinas en el mundo de los trabajos es ser maestro; su actividad diaria en las escuelas y en las aulas contribuye siempre a consolidar las bases del pleno ejercicio de las potencialidades de sus alumnos diariamente.

Los maestros con su trabajo motivan todos los días a sus niños desde que llegan a la escuela hasta que realizan las labores de enseñanza y aprendizaje en el salón de clases. Los maestros son líderes que marcan el camino de sus educandos, que los conduce a un futuro de superación y lo prefiguran con el rigor de su ciencia y la virtud y eficiencia de su imaginación creadora.

Maestro es el hombre o la mujer que consagran su vida a la tarea educadora, y cuando se descubre la importancia y la responsabilidad de la función creadora, se entiende que no puede quedar reducida a una tarea técnica, sino que es una vocación que envuelve a la persona y da sentido a su vida profesional y académica.

El educador siempre cree que vale la pena cultivar la vida para educar a los niños, por eso comparte con ellos sus experiencias, inquietudes y valores, sitúa el esfuerzo de su trabajo con los alumnos en los conocimientos y la superación personal de cada uno de ellos.

El maestro participa en el crecimiento con todo su ser, de sus educandos, creándoles las condiciones más adecuadas que los favorezcan, despertando en ellos sus fuerzas interiores, y los acompaña a descubrir el sentido y la unidad de su propia vida.

Los maestros orientan las múltiples funciones que realizan al desarrollo de personas maduras y responsables, y de una sociedad más justa y humana. Su vida profesional tiene plenitud de sentido, en ella encuentran diversas recompensas que los llevan a su auténtica realización, son creadores.

Lo que los distingue de otros profesionales es su interés por relacionar su propio trabajo con los aspectos de su existencia. Es por ello que se puede decir que la esencia de los educadores está en su capacidad de responder a una de las preocupaciones centrales del ser humano: comprender el mundo, transformarlo.

Es la persona de los pensamientos quien puede plantearse de un modo cabal la situación de la sociedad, y este solo hecho crea la necesidad de la superación.

Los maestros alcanzan su estatura justa únicamente cuando proyectan su energía y sus capacidades a sus alumnos. Con frecuencia se afirma que una tarea normada, por los principios educativos no debe permanecer ajena a los hechos sociales, sino que, antes bien, debe contribuir a formularlos correctamente, a explicarlos y encauzarlos por medio de acciones concretas, esto exige la participación diaria de los educadores que diariamente adquieren el compromiso de ayudar más que ningún otro, a solucionar los problemas que surgen en la sociedad con una influencia profundamente integradora, capaz de motivar capacidades creadoras para hacerlas evolucionar.

Los maestros trabajan, crean y producen en un ambiente social y geográfico determinado pero, por más diverso que esto sea, convergen siempre en un contexto general que los une sutilmente y que los caracteriza frente al porvenir.

Cuando se piensa en la educación, se advierte en cada niño, esta su obra, que fue motivada por las ideas, las costumbres y los saberes universales.

Doctor en Educación.