/ jueves 5 de diciembre de 2019

El Cabildo dividido de Claudia Rivera

Todo indica que 2020, el llamado año de consolidación o despunte del Ayuntamiento de Puebla, tendrá que enfrentar nuevamente las dificultades de contar con un Cabildo dividido donde cada vez se observa la formación de grupos al interior de Morena.

Salvo los cinco integrantes del llamado G5, el resto de los 11 integrantes de Morena -incluidas las representaciones del PSI y PT- teóricamente están sumados al proyecto de la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco, sin embargo, es cada vez notorio que cuesta trabajo que todos vayan en una sola dirección.

Si bien se puede interpretar la llegada de nuevos tiempos donde la libertad de expresión caracteriza a los gobiernos de la Cuarta Transformación, para dejar en el pasado que todos los integrantes de un Cabildo apoyen sin problema una propuesta del gobernante en turno, en el ayuntamiento de Claudia Rivera resulta fundamental lograr la tan anhelada cohesión.

Sobre todo, porque atrás quedó el año de aprendizaje para entrar al 2020, -por cierto, inició el 15 de octubre pasado y no en enero próximo como suponen algunos funcionarios-, con una avalancha de acciones en beneficio de la ciudadanía, especialmente infraestructura, servicios públicos y seguridad pública, temas sin respuesta eficaz en este 2019.

Además, porque en el segundo semestre irá en ascenso el proceso electoral del 2021 y, en consecuencia, se necesita que los gobiernos en el poder ofrezcan su mejor versión a efecto que puedan “cautivar” al público y en consecuencia cuentan con su voto para apoyar a los candidatos a diputados o a la alcaldía.

Los regidores de Morena parecen no entender este escenario al continuar con la división interna.

Ahí está el caso del G5 con Rosa Márquez, Marta Ornelas, Roberto Esponda, Edson Cortés y Eduardo Covián. Los cinco, siguen en su idea de fungir como bloque opositor o trabar algunas discusiones a temas impulsados por Claudia Rivera Vivanco.

Otros regidores de Morena, ya formaron sus alianzas para estar unidos, aunque en la práctica están alineados al proyecto riverista.

Tal el caso del bloque conformado por Ana Laura Martínez Escobar, Patricia Montaño, Iván Camacho y Carmen María Palma Benítez. Normalmente se reúnen en la oficina de la primera para abordar diferentes temas a tratar en comisiones y posteriormente en Cabildo.

Titubeantes andan los regidores Ángel Rivera Ortega -del PT- y Justino Espidio Camarillo. Jalan juntos, pero igualmente pueden unirse con el grupo de arriba si Palma Benítez llama a Justino a analizar algunos temas.

Iván Herrera y José Luis González Acosta han hecho mancuerna, pero cada quien anda en las “nubes” con sus proyectos del 2021 que próximamente habrán de darse a conocer en este espacio.

Sin inclinarse a favor de un grupo, andan cada quien por su lado las morenistas Cinthya Juárez Román, Libertad Aguirre Junco e Isabel Cortés, pero se dice en el caso de la primera, anda sola por generar una mala imagen a Morena luego de las acusaciones en contra de presuntamente solicitar dinero a cambio de dar trabajo al interior del ayuntamiento.

Técnicamente, Claudia Rivera Vivanco tiene a su favor al menos a 11 regidores de Morena, pero no es un buen síntoma la formación de grupos para un ayuntamiento sujeto al ojo público tras un primer año de gobierno titubeante.

Del lado del PAN, los cinco regidores cumplen con su misión de oposición en busca de evidenciar los errores que ellos observan. El PRI a través de su única regidora, Silvia Tanús, también está en su papel de corregir las fallas de procedimiento de los temas abordados en sesiones de Cabildo.

¿Qué deparará para el 2020 al Ayuntamiento de Puebla?

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