Durante las elecciones intermedias del 2021, en una entrevista con el periodista Carlos Loret de Mola con el entonces candidato a la gubernatura de Sinaloa Rubén Rocha Moya, el morenista declaraba que más que combatir a los narcotraficantes, debía buscar la manera de coordinarse con ellos, y parece ser que lo cumplió.
Desde aquel 25 de julio cuando nos enterábamos de la detención de Ismael Zambada y Joaquín Guzmán López, sabíamos que las versiones que corrían en los medios de comunicación no iban a durar, y que aún había mucha historia que contar.
Con el transcurso de los días, se corroboró que a pesar de que el gobierno mexicano presuma tener una buena relación con los Estados Unidos y una estrecha colaboración para combatir al crimen, este no tenía la más mínima idea de cómo estos dos capos estaban bajo la custodia de autoridades norteamericanas, de hecho inocentemente, la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Rosa Isela Rodríguez, declaró esta semana en la mañanera del presidente López Obrador, que seguían esperando respuesta a la carta enviada al gobierno de Joe Biden, para que les explicara los pormenores de la detención (cosa que no pasó, ni pasará).
Bajo ese marco trascendieron ahora las declaraciones de Ismael Zambada, que confirmó la versión de que fue traicionado por el hijo de Joaquín Guzmán Loera, quien le pidió que asistiera a una reunión en donde fungirá de conciliador entre el ahora gobernador de Sinaloa Rubén Rocha Moya y Héctor Melesio Cuén, ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa y rival político de Rocha, sí, leyó bien, ahora el narco es el mediador de los conflictos entre políticos.
Dentro de estas declaraciones, Zambada afirma que la reunión se llevaría a cabo en un rancho llamado Huertos del Pedregal a las afueras de Culiacán, en donde llegó aproximadamente a las 11:00 de la mañana, custodiado por Rodolfo Chaidez miembro de su equipo de seguridad y por Rosario Heras López, nada más y nada menos que el comandante de la Policía Judicial Estatal de Sinaloa, los cuales hasta el momento de la redacción de esta editorial se encuentran desaparecidos.
El capo comenta que dentro de ese lugar se encontraba también el antes mencionado Héctor Melesio Cuen, de quien declara era su amigo, sin embargo la dichosa reunión no se llevaría a cabo, pues dentro del complejo Zambada sería traicionado por Joaquín Guzmán López, siendo los hombres de este último quienes ataron a Zambada y lo trasladaron en contra de su voluntad a un avión que aterrizó en el paso Texas, donde finalmente fueron arrestados por agentes federales de la Unión Americana.
Lo anterior nos confirma la versión del pacto entre los Estados Unidos y Guzmán López, quien para lograr quizá (aún no lo sabemos) una condena corta y ser acogido como testigo protegido, entregó a su padrino Ismael “El Mayo zambada”, quien daba esta semana una última declaración, que podría poner en jaque al gobierno sinaloense, y confirmaría la colusión de partidarios de la Cuarta Transformación con el crimen organizado
Al mismo tiempo y en el mismo lugar en que Zambada era secuestrado, su amigo, el ex rector de la Universidad de Sinaloa y rival político del actual gobernador morenista Héctor Melesio Cuén era abatido, a pesar de que las versiones expuestas por la fiscalía de Sinaloa, aseguraban que Melesio Cuén perdió la vida luego de un fallido asalto en una gasolinera donde buscaban despojarlo de su camioneta, por lo que en lo que ya es el mundo al revés, el narcotraficante le exigió al gobierno de México decir la verdad y aclarar lo sucedido.
Bajo este contexto, es difícil no recordar las palabras del propio Andrés Manuel López Obrador candidato, quien decía muy seguro de sí mismo cuando ocurrían escándalos en administraciones pasadas, que el presidente todo lo sabe y nada sucede sin que este se entere, ¿Estará enterado el presidente entonces sobre los nexos de sus militantes y políticos con el crimen organizado? Es importante estar pendientes de la luna de miel morenista por la sucesión presidencial, pero no podemos perder de vista la realidad del país y lo que acontece, de momento, solo queda esperar que el caso de la detención de “El Mayo Zambada”, arroje más declaraciones desde los Estados Unidos para ir viendo a qué otros personajes salpican, lo que es un hecho es que el tiempo corre, la toma de protesta de Claudia Sheinbaum está a la vuelta de la esquina y retomando lo dicho por Amlo, se genera otra pregunta ¿Cuándo se enterara la próxima presidenta de México del posible contubernio entre morenistas y narcotraficantes?, o quizá ya sabe.