Cuentan que Eduardo Rivera Pérez y Oswaldo Jiménez López están contentos con el resultado de la visita del pasado lunes a la capital poblana por parte de Marko Cortés, líder nacional del PAN, quien empezó a delimitar las acciones a impulsar en Puebla rumbo a las elecciones intermedias del 2021.
Tiene relación con los mensajes directos e indirectos a cargo del dirigente panista.
Sin embargo, el más contento es Rivera Pérez y su entorno lo considera como la opción número uno para nuevamente participar como candidato a presidente municipal de Puebla, cargo que ya ocupó entre 2011 y 2014 y posteriormente contendiente a la misma posición en los comicios de 2018, pero perdiendo ante el efecto avasallador de Morena-López Obrador que impulsó a Claudia Rivera Vivanco.
Por ahora existe optimismo para que sea considerado la carta más fuerte del PAN y sus aliados partidistas, incluido el PRI que no tiene elementos que le puedan competir la posición.
Primero, porque Marko Cortés señaló que el PAN irá con los mejores perfiles y sobre todo, aquellos que tenga trayectoria limpia o con menos negativos que puedan servir de elementos de ataque por parte del partido político en el poder y del barbosismo.
Se dice que el ex edil cumple con ambos requisitos.
Se nivel de posicionamiento es bueno pese que hace cinco años dejó de gobernar la ciudad de Puebla.
Además, sus negativos son relativamente menores en comparación con otros tiradores como Jorge Aguilar Chedraui, con oscuro pasado durante su paso como secretario de Salud estatal en el sexenio morenovallista.
Mario Riestra, otro de los supuestos interesados, pero en realidad aspira nuevamente a una diputación local, no tiene los bonos a su favor como Eduardo Rivera. Además, no es bien visto entre grupos panistas por sus recientes declaraciones sobre su desmarque del morenovallismo.
Blanca Jiménez y la “doña” Ana Teresa Aranda, tampoco podrán competirle a Morena pese a la irregular administración municipal a cargo de Claudia Rivera Vivanco.
Entonces queda Oswaldo Jiménez López. Cumple también con los requisitos que estableció el líder nacional del PAN.
El diputado local viene empujando su propia campaña al promover desde el congreso la revocación de mandato de la alcaldesa de Puebla por la falta de resultados.
Seguramente prevé intensificar sus recorridos en la ciudad y reuniones con su grupo compacto -donde figura José Antonio Gali-. Este miércoles encabezó la rueda de prensa con los regidores Jacobo Ordaz y Enrique Guevara para hablar del subejercicio de mil 305 millones de pesos en el Ayuntamiento de Puebla.
Tiene a su favor que ocupa una posición como representante popular que le permite tener mayor exposición a diferencia de Eduardo Rivera.
Incluso, buscar otras opciones como lo hizo con una campaña para apoyar a las personas que no padezcan frío en la época invernal.
Otro factor a tomar en cuenta para que ambos estén a la cabeza de la lista, tiene relación con dar preferencia a los panistas por encima de los independientes o perfiles ciudadanos.
Aunque Marko Cortés reveló públicamente se habrán de analizarse a externos para tomarlos en cuenta en el 2021, se tiene previsto que las nominaciones a las alcaldías, principalmente el caso Puebla, sea para un integrante de Acción Nacional.
Es decir, quedan en automático fuera potenciales aspirantes como Enrique Cárdenas Sánchez, ex rector de la UDLAP y ex candidato a gobernador en la elección extraordinaria de este 2019.
Igual pasa con José Antonio Gali Fayad.
El ex alcalde y ex mandatario de la llamada mini gubernatura está fuera de ser elegible.
Pese a su carisma y arrastre con la gente que le puede redituar en una casaca de votos, tiene en contra señalamientos durante su paso como gobernante.
Desde Casa Aguayo y el Congreso local vía el legislador Gabriel Biestro, ya soltaron las primeras advertencias.
Sin embargo, Marko Cortés lo tiene considerado para 2021 a una curul, especialmente a nivel federal.
De tal forma, Eduardo Rivera y Oswaldo Jiménez están a la cabeza de la lista.
El resto de los “suspirantes” harán su esfuerzo, pero sin alcanzarles para esa posición.
Veremos lo que pasa más adelante.
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El trabajo de René Sánchez Galindo, secretario de Gobernación municipal, nuevamente estará en la mira durante la temporada de El Buen Fin.
Ayer anunció que existe un acuerdo para que las 11 organizaciones con 750 ambulantes que están en calles del Centro Histórico -aunque en realidad se dice que son más de mil -, se abstendrán de vender durante cuatro días a partir de este viernes.
El año pasado se dijo lo mismo y el resultado no fue lo esperado. Antes de terminar El Buen Fin, los informales comenzaron a invadir la vía pública.
¿Se habrá aprendido de esta experiencia para que no ocurra lo mismo?
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@Marcomironc