Apenas dos días después de recibir la constancia de mayoría que lo acredita como gobernador electo, Alejandro Armenta Mier ha demostrado una vez más quién será su colaborador de confianza en la administración estatal que se avecina.

En entrevista con el conductor radiofónico Fernando Canales, el ganador de la elección del 2 de junio reveló que serán Rodrigo Abdala Dartigues y José Luis García Parra quienes encabezarán su equipo de transición.

Lo de Abdala se interpreta como un mero formalismo.

El exdelegado de los programas del Bienestar en Puebla y aspirante perdedor a la candidatura al gobierno del estado fue coordinador oficial de campaña de Armenta, por lo que al otorgarle parte de la responsabilidad del proceso de transición termina de cumplir con el compromiso que hizo con él una vez concluido el proceso interno.

Quien viene detrás de Abdala, o junto a él, es el bueno.

García Parra será el verdadero encargado de liderar la transición del lado del gobierno electo para trabajar con el secretario de Gobernación Javier Aquino Limón, quien, a su vez, ha sido designado por el mandatario en funciones, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, para representarlo en esas labores.

Alejandro Armenta no ha disimulado la relevancia que tendrá para él José Luis García Parra.

La importancia del anuncio hecho por el morenista sirve para dar fuerza a esas aseveraciones que indican que este colaborador no arribará al Congreso del estado, donde tiene un sitio garantizado como plurinominal, sino que presentará solicitud de licencia para ir al gabinete.

Podría ser Jefe de la Oficina, Secretario Técnico o secretario de Gobernación.

O cualquier otra cosa que se cree desde la nada para que permanezca junto al gobernador.

Eso es lo que alimenta las expectativas de Julio Miguel Huerta Gómez, el otrora director general de Gobierno, secretario de Gobernación, aspirante perdedor a la candidatura morenista y futuro legislador local con deseos de volverse líder legislativo.

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Tras la contienda electoral vienen los mismos discursos por parte de los partidos perdedores.

De la misma forma que lo ha hecho el PRI en diferentes ocasiones, sin llegar nunca a resultados concretos, ahora el PAN poblano amaga con emprender investigaciones y sancionar con base en los estatutos del partido a todos aquellos militantes que lo hayan traicionado para apoyar a candidatos de Morena.

La dirigente Augusta Díaz de Rivera Hernández afirmó que en próximos días arrancará con las averiguaciones para sancionar a aquellas personas que hicieron un doble juego en el proceso electoral, después de haber recibido varias quejas de simpatizantes en ese sentido.

“Me están llegando quejas de que algunos miembros del partido supuestamente [nos] traicionaron; como dirigente voy a ser cuidadosa, voy a ser justa en cada uno de los casos, escrupulosa para iniciar procedimientos y firme; no me voy a ir del PAN sin señalar este tipo de casos”, apuntó.

Dio dos casos.

Uno, el de Paola Angón Silva en San Pedro Cholula, que apostó por Tonantzin Fernández en lugar de hacerlo por Roxana Luna.

Y dos, Francisco Javier Vargas Nava, quien será diputado plurinominal gracias al partido blanquiazul pero hizo trabajo político-electoral a favor de la 4T.

Cada derrota electoral los del PRI amagaron con lo mismo y no sancionaron a los traidores.

¿Por qué tendrían que ser diferentes en el PAN?

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Pasadas dos semanas después de la jornada electoral, los partidos integrantes del bloque opositor por fin han definido dónde impugnarán los resultados.

Lo harán en la elección de las 16 diputaciones federales y en la contienda de presidenta municipal de San Pedro Cholula, donde su candidata Roxana Luna fue derrotada por una diferencia menor a 300 votos.

Es prácticamente imposible que haya cambios en el resultado de los 16 distritos, pero en Cholula, afirman sus dirigentes, la cosa podría cambiar.