Sergio Salomón Céspedes Peregrina y Alejandro Armenta Mier ofrecieron su primera conferencia de prensa conjunta después de la jornada electoral que puso al segundo de ellos en la antesala para convertirse en gobernador constitucional del estado en la segunda quincena de diciembre.

Desde el Edificio Ejecutivo del Centro Integral de Servicios (CIS) de la zona de Angelópolis, el mandatario en funciones y el electo dieron inicio de manera formal al proceso de transición, que esta vez tendrá una duración de seis meses.

Los dos gobernadores centraron sus intervenciones en la parte técnica de lo que será esta etapa de medio año.

Salomón Céspedes dijo que heredará una administración sana y resaltó que la composición del presupuesto de egresos del próximo año tendrá como una de sus prioridades atender las necesidades que plantee el nuevo gobierno, de manera que pueda trabajar –desde el arranque– para atender los compromisos hechos en campaña.

En la parte política, el gobernador que llegó al cargo en diciembre de 2022 para completar el sexenio que arrancó en diciembre de 2018 con Martha Erika Alonso Hidalgo, reconoció a Armenta Mier como un hombre que dará continuidad al proyecto de la Cuarta Transformación, con experiencia en el servicio público y que conoce la realidad del territorio estatal.

“Las y los poblanos lo eligieron para darle continuidad a este proyecto que, sin duda, habrá de consolidarse los próximos seis años, fortaleciendo los avances logrados y la ruta de crecimiento que ha tenido Puebla (…) Estoy convencido de que bajo su liderazgo Puebla seguirá avanzando en la dirección correcta”, subrayó.

Armenta Mier, por su parte, aprovechó su oportunidad al micrófono para devolver el favor a su compañero de partido.

El también senador con licencia elogió de su anfitrión el trabajo de conciliación con diferentes grupos de la sociedad civil, así como la coordinación con el gobierno federal.

“La llegada del gobierno que encabeza permitió una etapa de mayor dinamismo, cercanía con los sectores sociales, mayor coordinación con el gobierno de la República y municipales. Este nivel de competitividad que tiene el gobierno del estado es el punto de partida para poder avanzar en la Puebla que nos merecemos”, expresó.

El ambiente de cordialidad mostrado ayer en el CIS y el intercambio de comentarios positivos permiten anticipar una transición tersa, como no se había visto en Puebla, quizá, desde 2004, cuando Melquiades Morales entregó la batuta política del estado a Mario Marín.

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El panismo sigue sumando aspirantes a la dirigencia del Comité Directivo Estatal del partido blanquiazul.

Ayer fue la diputada local Mónica Rodríguez quien de cierta forma levantó la mano para competir por el cargo de dirigencia partidista una vez que se abra el plazo formal para el registro de candidaturas, y siempre y cuando que la cúpula panista decida abrir el proceso para la participación de todos los interesados.

En una entrevista breve, de esas denominadas banqueteras, Rodríguez expuso que se requiere hacer un análisis de lo ocurrido en el proceso electoral y renovar al partido para hacerlo competitivo en el futuro.

Ella no se descartó para competir por la presidencia y se mostró poco convencida de que sea Eduardo Rivera Pérez el próximo dirigente.

Así que hay una nueva aspirante.

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Dentro de esa misma necesidad de ir a un proceso de reflexión interna fue que ayer reapareció en redes sociales Mario Riestra Piña.

El excandidato a presidente municipal de Puebla dio a conocer que ha solicitado a la dirigencia una sesión del Consejo Estatal para iniciar un análisis y autocrítica sobre el actuar y el desempeño del partido.

Si Riestra o cualquier otro militante lo pide en público significa que la dirigencia no ha convocado a hacerlo, lo cual no es bueno para la salud y el futuro del blanquiazul.