La dirigencia y los liderazgos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) carecen del sentido de aceptación pública de la realidad y de autocrítica que, en cambio, sí han mostrado del lado del Partido Acción Nacional (PAN).
Concluido el proceso electoral, Néstor Camarillo Medina reapareció en una Asamblea Estatal del partido tricolor y lo hizo en calidad, de nueva cuenta, de presidente del Comité Directivo Estatal.
Pero no vaya usted a creer que hizo reflexiones de introspección o que se comprometió a emprender un trabajo de análisis y autocrítica para profundizar en las razones de la estrepitosa derrota electoral sufrida el 2 de junio por el PRI (en muchos de los casos en alianza con el PAN, el PRD y el PSI), sino todo lo contrario.
Camarillo Medina anunció el próximo arranque de un recorrido poselectoral por varios puntos del estado de Puebla, pero, dicho en sus propias palabras, para agradecer el respaldo de los ciudadanos en los comicios de aquel domingo.
Sí, expuso, habrá un proceso de reflexión, pero no para lamentarse sobre los resultados electorales, que le restaron al priismo presencia en los ayuntamientos y en el Congreso del estado, sino para sembrar la ruta que les permita ir a la competencia de 2027.
“A partir de mañana (hoy lunes) esta dirigencia va a recorrer todo el estado. Primero, dándole las gracias a los que participaron y apoyaron al PRI. Y segundo, haciendo una reflexión profunda, pero sin confundirnos. Ya no hay tiempo para lamentos, no hay tiempo para esperar, esto ya cambió (…) por más que quieran y aseguren que el PRI va a desaparecer, como dijera Luis Donaldo Colosio. ‘se equivocan quienes creen que la desaparición dará un México mejor’”, apuntó el senador electo que ha retornado a la silla de dirigente partidista.
Esas primeras expresiones de Néstor Camarillo no son las que el priismo de la entidad (el que sea que quede) espera de un líder que lo primero que tiene que hacer es reconocer públicamente las cosas que hizo mal (y que fueron muchas).
Negando lo que ocurrió el 2 de junio y poniéndose en la mira la siguiente contienda electoral demuestra que no sabe dónde está parado ni lo que de verdad tendría que hacer el PRI para sobrevivir a esta nueva y más profunda crisis.
Ni en el PAN han sido así de superficiales e irresponsables.
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Solo dos colaboradores acompañaron al gobernador electo de Puebla, Alejandro Armenta Mier, en la visita que hizo jueves y viernes al estado de Nueva York, en Estados Unidos, para comenzar a tejer relaciones con importantes sectores de aquella comunidad, como empresarios, migrantes de origen poblano, diplomáticos, legisladores, simpatizantes de Morena y el mismísimo alcalde la ciudad que lleva el mismo nombre, Eric Adams.
Se trata de José Luis García Parra, diputado local electo y cabeza del equipo de transición en Puebla, y César Castellanos Galdámez, coordinador del colectivo de migrantes que apoyó a Armenta Mier en campaña y que fungió como enlace del mandatario electo con las personas visitadas en aquel país.
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Pase lo que pase en el proceso de renovación de presidenta del Comité Directivo Estatal del PAN en el mes de noviembre, sea o no sea Edmundo Tlatehui Percino el elegido por los dirigentes o militantes de ese instituto político para relevar en el puesto a Augusta Valentina Díaz de Rivera, el todavía presidente municipal de San Andrés Cholula tendrá trabajo y seguirá vinculado al servicio público en los tres años (al menos) por venir.
Guadalupe Cuautle, alcaldesa electa de ese municipio, reveló que invitará a Tletahui (su esposo) a integrarse al equipo del próximo ayuntamiento, que arrancará el 15 de octubre, como funcionario honorario del DIF.
Por eso es que ya puede anticiparse que “Mundo” Tlatehui no regresará a casa a hacerse cargo de las labores del hogar, sino que seguirá metido en política, ya sea como presidente del PAN o del DIF en ese municipio cholulteca.
