Olga Romero Garci Crespo podría no tener que esperar hasta agosto del próximo año para dejar la presidencia del Comité Ejecutivo Estatal de Morena, si es que, como se asegura ya desde ahora, en diciembre formará parte del gabinete con el que Alejandro Armenta Mier se estrene como gobernador.
Cuestionada por los reporteros, la exdiputada local dijo que su reciente nombramiento como coordinadora de la comisión de finanzas, administración y función pública del equipo de transición del mandatario electo no le obliga a separarse de la dirigencia del partido, debido, justamente, a que se trata de una encomienda no oficial.
“Vamos a ver cómo se va juntando todo, yo sé que todos vamos a hacer un trabajo, pero no se contraponen (mis funciones de dirigente) porque esto es una coordinación, entonces simplemente vamos a estar coordinando y ayudando en este trabajo de transición”, indicó.
Frente a esa explicación surgió una duda natural: ¿qué pasará si se integra al gobierno de Alejandro Armenta, a partir de la segunda quincena de diciembre, en una posición entonces sí oficial?”
Ella misma respondió con una reflexión previsible.
Expresó que no sabe qué ocurrirá:
“¿Qué vendrá a futuro? Creo que eso no se sabe, creo que nuestro gobernador electo también tendrá este tiempo para analizar a todos los perfiles para ver también quiénes son los perfiles que tienen ese compromiso y ese amor por Puebla.”
Sin quererlo dio la respuesta clave.
Como servidora pública tendría que dejar la presidencia del partido, de la misma forma que lo hizo Gabriel Biestro Medinilla en 2028, cuando después de ganar su elección se convirtió en diputado local.
Eso demanda Morena a sus dirigentes, que se dediquen única y exclusivamente a las funciones partidistas.
Luego entonces, si Olga Romero se va del Comité Estatal, ¿quién llegaría a ocupar la posición, como interino, para acabar el periodo menor a un año?
Eso lo decidirá el mismo Alejandro Armenta Mier.
Sí, igual que Miguel Barbosa Huerta se decantó por Romero Garci Crespo, en dupla con Agustín Guerrero Castillo, para hacerse cargo de esa función.
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Carlos Navarro Corro presidía un partido pequeño.
Con aciertos y errores dirigió el partido Pacto Social de Integración desde su origen en el periodo de gobierno de Rafael Moreno Valle.
Pero, a diferencia de muchos otros líderes de partidos “bonsai”, Navarro Corro sí se preocupó y se ocupó de hacer del PSI un instituto político competitivo, que no dependiera solo de las coaliciones para aspirar a posiciones de poder.
En poco tiempo ganó para su partido mucho más respeto que el que tienen otros.
Ayer que murió a los 70 años de edad, esa relevancia se vio reflejada en las expresiones de pésame y condolencias de la clase política.
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Edmundo Tlatehui Percino parece perfilarse más hacia la presidencia del Comité Directivo Estatal del PAN que a la titularidad honoraria del DIF del ayuntamiento de San Andrés Cholula, una vez que termine su periodo como alcalde de ese municipio, en el mes de octubre.
El edil en funciones, que ya recibió una invitación informal de Guadalupe Cuautle Torres, con quien está casado, para incorporarse al sistema municipal DIF en la próxima administración, sigue expresándose en torno al trabajo político que debe hacerse desde el PAN para construir una ruta que le devuelva posibilidades de triunfo en el futuro, lo cual muestra sus preferencias por ir hacia allá.
Asumiendo el papel de panista y aspirante a la dirigencia estatal de ese partido, Tlatehui declaró ayer que el blanquiazul necesita la suma de todos, no la división de todos, e invitó a la militancia y liderazgos para que se trabaje en unidad de cara al proceso de renovación que se avecina.
Parece que el todavía alcalde sanandreseño competirá por el puesto que hoy tiene Augusta Díaz de Rivera, aunque la decisión no le agrade a Eduardo Rivera Pérez.
