Alejandro Armenta Mier hizo un anuncio interesante este lunes en su acostumbrada rueda de prensa de cada arranque de semana.
Pero no, no tiene que ver con el nuevo paquete de nombramientos honorarios que ha venido haciendo desde que ganó la contienda electoral, sino con los inmuebles que ha decidido ocupar como sede del Poder Ejecutivo.
El gobernador electo no tendrá sus oficinas en el Edificio Ejecutivo del Centro Integral de Servicios de la zona de Angelópolis, donde despacha el actual mandatario Sergio Salomón Céspedes y donde estuvieron también Rafael Moreno Valle Rosas, José Antonio Gali Fayad y Guillermo Pacheco Pulido, en ese orden cronológico.
Tampoco lo hará en Casa Aguayo, esa vieja casona del barrio del Alto que rescató Melquiades Morales Flores para convertirla en su centro de operaciones y que después ocuparon Mario Marín Torres y Luis Miguel Barbosa Huerta.
Armenta Mier montará dos oficinas, una en Casa Puebla y otra en el antiguo Palacio de Gobierno del centro histórico, conocido como Reforma 711, donde laboró, hasta antes de Melquiades Morales, el actual director general de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett Díaz.
Aclaró que no ocupará Casa Puebla como sitio de residencia, que solo le dará uso de oficinas y que mantendrá las puertas abiertas para que las personas puedan tomar cursos y talleres como lo han venido haciendo hasta ahora, a partir de que el gobierno de Barbosa determinó hacer un cambio en su función dentro de la administración estatal.
El anuncio del gobernador electo es relevante.
La forma es fondo, y elegir una sede diferente a la que se emplea en la actualidad manda un mensaje: que quiere hacer las cosas de distinta manera, incluido el sitio definido para la oficina principal.
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A propósito de Armenta.
El político nacido en Izúcar de Matamoros (pero avecindado desde pequeño en Acatzingo) publicó una imagen en redes sociales en la que se muestra acompañado de su archirrival de la pasada contienda electoral, Eduardo Rivera Pérez.
“La unidad es fundamental para lograr la Puebla que queremos. Fue un gusto platicar con Eduardo Rivera Pérez. Vamos a pensar en grande”, lanzó desde su cuenta de X (antes Twitter).
Este es el primer encuentro privado que se da entre los dos políticos, 45 días después de la celebración de los comicios que dieron por ganador al entonces candidato de Morena y la 4t.
La imagen subida a redes muestra a dos personajes en aspecto conciliador, pero eso no debería llevar a pensar a los colaboradores del otrora aspirante panista que las diferencias políticas del pasado reciente quedaron en el olvido y que, por ello, las cuentas del munícipe con licencia serán aprobadas sin problema.
Esa será una historia que se escribirá en una ruta alterna.
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La despenalización del aborto durante los primeros 12 meses de gestación quedó aprobada este lunes en el Congreso del estado con 29 votos a favor, siete en contra y cuatro abstenciones.
Con este hecho Puebla se convirtió en el estado número 14 de la República Mexicana en cumplir una añeja demanda de los colectivos, las asociaciones y en general las mujeres que pedían dejar de criminalizar a quienes decidan interrumpir un embarazo propio.
Si suma usted la cantidad de votos y abstenciones registradas en la sesión celebrada ayer en el pleno del Poder Legislativo verá que suma 40, en lugar de 41, lo que significa que un diputado o una diputada prefirió ausentarse de ese momento histórico para no meterse en problemas con uno u otro bando.
Ese diputado ausente es Fernando Sánchez Sassia, de Morena, quien por la mañana acudió al Congreso y se dio tiempo para conversar con algunas de las integrantes de los colectivos que estaban fuera del inmueble, pero que después se esfumó.