La Coparmex de Puebla, que preside Rubén Furlong Martínez, ha hecho muy bien en pronunciarse en contra de la sobrerrepresentación, a favor de Morena y la 4t, que existirá en el Congreso de la Unión a partir de que rindan protesta los nuevos diputados federales y senadores.
Para los integrantes de la Confederación Patronal de la República Mexicana delegación Puebla, que emitieron un comunicado con la firma responsable de Rubén Furlong, ese hecho distorsiona la voluntad popular manifestada en las urnas y transgrede la representación proporcional garantizada constitucionalmente en la democracia del país.
El presidente del organismo indica en el documento que la coalición de partidos encabezada por Morena, que obtuvo el 54 por ciento de los votos, tendrá el 75 por ciento de los curules en el Congreso.
Así, el líder empresarial y el gremio que representa se suman a las voces que acusan que la sobrerrepresentación compromete la equidad y la confianza en las instituciones democráticas y resulta en un exceso de poder para ciertos partidos, generando decisiones que no reflejan el consenso ni la diversidad de opiniones de la población, afectando así a millones de ciudadanos que votaron por otras opciones.
Muy buena postura la de Coparmex.
Ahora habrá que esperar que sus miembros hagan lo mismo en el caso de Puebla, donde el Congreso del estado padecerá un fenómeno similar dentro de dos meses. ¿O qué hacerlo aquí da temor?
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La dirigencia estatal de Morena, liderada por Olga Romero Garci Crespo y Agustín Guerrero Castillo, no pretende cerrar el episodio electoral y olvidar las afrentas políticas del otrora candidato al gobierno del estado de la extinta coalición Mejor Rumbo para Puebla, Eduardo Rivera Pérez.
Los jerarcas del partido guinda no están dispuestos a olvidar la expresión “morenacos”, que el panista usó para referirse a sus simpatizantes, e insisten en que sea sancionado por ello.
En la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) descansa un juicio electoral que tiene la intención de tirar la sentencia que previamente emitió el Tribunal Electoral del Estado de Puebla (TEEP).
El nuevo recurso quiere echar abajo la resolución de la Comisión Permanente de Quejas y Denuncias del Instituto Electoral del Estado (IEE), que desechó la queja que Morena presentó contra Eduardo Rivera por emplear aquella descalificación en campaña, durante un mitin celebrado en la sierra norte.
En el documento disponible en la página web del tribunal federal se expone que el presidente municipal de Puebla con licencia utilizó un “lenguaje inapropiado, discriminatorio y clasista”.
La batalla no ha terminado entonces, no todavía, con todo y que Eduardo Rivera haya ido al encuentro de Alejandro Armenta Mier, ganador de aquella elección y gobernador electo, a ofrecer disculpas y ponerse a sus órdenes.
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¿Ha vuelto a escuchar a Paola Angón Silva, presidenta municipal de San Pedro Cholula, hablar acerca de sus aspiraciones para pelear por el Comité Directivo Estatal del PAN una vez que este partido abra el proceso de renovación?
Nadie lo ha vuelto a hacer desde la primera y única ocasión que la alcaldesa levantó la mano, al menos no en público, y eso tiene una explicación sencilla.
Entre los integrantes del círculo cercano de Angón se afirma que su jefa ha pensado mejor las implicaciones de meterse en una aventura política de esas características y que ha decidido alejarse de la idea.
Se cuenta que la presidenta municipal ha revisado bien el grado de encono que existe entre el grupo que comanda Eduardo Rivera Pérez y todos los que le quieren disputar el control del partido y que por eso ha preferido no participar, para no ser parte de una incómoda pelea.
Eso es posible, que haya desistido por su rechazo a la beligerancia política, pero también, y quizá con más peso en la decisión, frente a la inexistencia de liderazgos panistas estatales e importantes que la apoyen.
