Alejandro Armenta Mier y los presidentes municipales de la zona conurbada que rendirán protesta en octubre tendrán entre sus responsabilidades prioritarias generar políticas públicas que conduzcan a un desarrollo armonioso en el área metropolitana, lo que no ha ocurrido hasta ahora debido a la corta visión de los servidores públicos del pasado y a la inestabilidad política que ha propiciado la existencia de periodos de gobierno tan cortos, como los de José Antonio Gali, Martha Erika Alonso, Guillermo Pacheco y Sergio Salomón Céspedes.
La falta de un plan regional de largo alcance ha provocado problemas de movilidad, de infraestructura, de suministro de agua potable, de seguridad y de socialización en municipios como Puebla, San Andrés y San Pedro Cholula, así como Ocoyucan, Coronango, Cuautlancingo y Amozoc.
Cada demarcación tiene problemas y necesidades particulares, pero entre todos forman una mancha urbana que requiere programas comunes para atender demandas comunes.
Uno de esos casos ocurre ahora mismo en Santa Clara Ocoyucan, donde el crecimiento mal planeado de Lomas de Angelópolis ha golpeado la vida de los habitantes de ese municipio, uno de los dos que albergan en sus tierras al desarrollo de uso residencial (el otro es San Andrés Cholula).
La voracidad imparable de los inmobiliarios ha arrasado parte del municipio, con el permiso complaciente y seguramente cómplice de las autoridades locales, y ha llevado carencias palpables a los pobladores originarios, hoy segregados en su propio territorio.
Desde 2017 Puebla no tiene un gobierno que haya podido durar los seis años regulares de una administración estatal.
Alejandro Armenta Mier, gobernador electo, será el primero en hacerlo desde entonces, por eso es que está parado ante la necesidad histórica de sentar las bases para el futuro y atender aquellos temas que en el pasado no parecían importantes, como la atención al desarrollo metropolitano.
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La movilización de protesta que ha emprendido Roxana Luna Porquillo por los resultados de la elección de presidenta municipal en San Pedro Cholula llevaron al gobernador Sergio Salomón Céspedes a intervenir con un exhorto personal.
Céspedes pidió a la excandidata del frente opositor a Morena esperar a que sea la autoridad electoral la que defina los resultados de los comicios del pasado 2 de junio y, una vez que sean emitidos, respetarlos.
“Los invito a que en nuestra libre manifestación no afectemos los derechos de terceras personas, eso es muy importante y que una vez que se determine, por parte de las autoridades competentes, se respete, porque las instituciones no son nada más para cuando me siento beneficiado, las instituciones fallan de acuerdo a los criterios que tienen y en estricto apego a la ley”, dijo en relación con la última de las movilizaciones, a la que se sumaron personajes como Xóchitl Gálvez, Eduardo Rivera y Mario Riestra.
Desde otro lugar, el representante de Morena ante el Consejo General del Instituto Electoral del Estado, Alfonso Bermúdez, fue más severo.
El morenista descalificó la caminata del miércoles, al expresar que estuvo integrada por “puro perdedor”.
No hay como debatir eso al vocero de Morena.
En efecto, la caminata de la Recta a Cholula al Tribunal Electoral del Estado fue liderada por “puro perdedor”, como afirma, peeero eso no desacredita su derecho a protestar y tratar de demostrar que se haya cometido un fraude en la contienda de San Pedro Cholula a favor de Tonantzin Fernández.
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Morena, por cierto, ha demostrado que no dejará en paz a su archirrival del PRI, Néstor Camarillo Medina.
La dirigencia estatal del partido guinda insiste en tirar la senaduría del líder tricolor, pues ha impugnado ante la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) la resolución que validó su nombramiento como senador electo.
¡Zas!
Por lo que se ve, esta historia no ha terminado.