Los magistrados del Tribunal Electoral del Estado desecharon ayer los expedientes de dos denuncias presentadas por el PAN después de la contienda electoral del 2 de junio, en las que demandó la anulación de los comicios de presidente municipal de Puebla que derivaron en la victoria del morenista José Chedraui Budib.
En la exposición del caso, el magistrado Israel Argüello Boy informó que se rechazaba la acción demanda por el PAN debido a que este instituto político no interpuso el recurso en tiempo y forma, y que no podía hacerse valer, porque declarar la nulidad de la elección atentaría en contra de la normativa y el Consejo General del Instituto Electoral del Estado.
Pero casi al mismo tiempo, el excandidato del PAN a la presidencia municipal de Puebla Mario Riestra Piña anunció que buscará la nulidad de la elección, pues acusó la presunta existencia de irregularidades en el 35 por ciento de las casillas ubicadas en la ciudad, a dos meses de la jornada electoral.
Este nuevo recurso de Riestra Piña no tiene que ver con el que los magistrados desecharon ayer, y deriva de la revelación del escándalo por la aparente transferencia de votos de Morena a los partidos Fuerza por México y Nueva Alianza que habrían avalado algunos (y algunas) de los consejeros del Instituto Electoral.
Riestra expuso ante representantes de los medios de comunicación la supuesta desaparición de más de siete mil votos del PAN, lo que, según él, será demostrado cuando se contrasten los números de las actas de las casillas con los del documento de cómputo del Consejo Municipal.
El panista podría o no tener razón.
Su equipo de abogados y las autoridades electorales serán las encargadas de resolver el conflicto.
Lo que hay que subrayar aquí es que esto ocurre precisamente por el oxígeno que se le otorgó a Fuerza por México para sobrevivir después de la contienda electoral.
Es muy probable que la nueva impugnación del PAN fracase y que Chedraui Budib rinda protesta sin contratiempos el 15 de octubre, como prevé la ley, pero el episodio (revelado por la Jornada de Oriente y su reportera Mónica Camacho el lunes pasado) dejará una innecesaria e incómoda duda de legitimidad en torno a la victoria electoral morenista.
Mientras nadie desde el Instituto Electoral del Estado, a cargo de Blanca Cruz García, o Morena, de Olga Romero Garci Crespo, encuentre cómo salir de la crisis, más golpeado terminará el alcalde electo en su legitimidad.
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Mónica Rodríguez Della Vecchia no está dispuesta a dejar pasar una sola oportunidad para criticar el desempeño de los integrantes del Comité Directivo Estatal del PAN y del grupo político que se apoderó de este instituto a partir de la renovación de dirigencia en el año 2021.
“Pero que también se revise a los que pactaron con
@PartidoMorenaMx y @MBarbosaMX en el 2021.
¿O qué? ¿Ellos ya tienen perdonados sus pecados?”
Con este post subido en redes sociales la diputada local saliente y aspirante a presidenta del partido blanquiazul cuestionó el mismo miércoles la sesión extraordinaria de la comisión permanente del PAN por la que se determinó la expulsión de 697 militantes que fueron candidatos a diputaciones locales y alcaldes, así como representantes de otros institutos políticos durante el reciente proceso electoral.
El mensaje de Mónica Rodríguez fue muy claro y tuvo como destinatarios no solo a Augusta Díaz de Rivera, sino, principalmente, a Eduardo Rivera Pérez, quien habría ganado la elección de alcalde de Puebla de 2021, entre otras cosas, gracias a su sociedad con el extinto Miguel Barbosa Huerta.
“¿Ellos ya tienen perdonados sus pecados?”, pregunta en X, confirmándose como la aspirante a la dirigencia más crítica de la actual gestión partidista y del grupo dominante, el de Eduardo Rivera, a quien, sin ponerlo por su nombre, también llamó traidor.
