A una semana del trágico fallecimiento de un ciclista en el Camino Antiguo a Almecatla, las autoridades municipales de Cuautlancingo, encabezadas por el presidente Filomeno Sarmiento Torres, han demostrado una preocupante omisión en su deber de atender los problemas de infraestructura que aquejan esta vialidad. Este lamentable incidente, que expuso las deplorables condiciones del asfalto y la existencia de registros sin tapa, es un claro reflejo de la negligencia de la administración municipal.
El hueco que causó la muerte del ciclista, un peligro evidente y mortal, sigue sin ser reparado. Es inaceptable que, a pesar de que el accidente ocurrió hace una semana, la única "solución" visible sea un par de neumáticos usados como señalización improvisada. Este peligro es aún mayor durante la noche, cuando la falta de alumbrado público convierte la vialidad en una trampa mortal, no solo para ciclistas, sino para cualquier transeúnte que se aventure a transitar por ahí.
Es alarmante que el alcalde Filomeno Sarmiento Torres se desentienda de la responsabilidad que tiene sobre la seguridad de su territorio. Aunque haya intentado deslindarse, culpando al gobierno estatal por la jurisdicción del tramo, lo cierto es que la seguridad de los ciudadanos debería ser su prioridad. Si no es su obligación inmediata resolver este tipo de problemas, al menos debería gestionar con urgencia la reparación de los mismos y no ser omiso ante las circunstancias.
El estado de las calles en la zona industrial de Cuautlancingo, donde más de 50 mil personas circulan diariamente, es deplorable. La presencia de baches y la falta de alumbrado público son riesgos latentes que podrían desencadenar más tragedias si no se atienden con celeridad.
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A pedazos se le cae el municipio de Amozoc de Mota al morenista Mario de la Rosa.
Y es que ayer fueron golpeados brutalmente dos comerciantes de la inspectoría de San Mateo Mendizábal, ¿por qué cree usted? Por negarse a pagar el “cobro de derecho de piso”, así como lo lee.
Y eso no es lo peor, resulta que la golpiza fue presenciada por policías municipales que ni se inmutaron, fueron simples espectadores, y los agresores escaparon del lugar sin contratiempos.
Sí, estimado lector, eso pasó aquí cerquita, en Amozoc.
¿Usted cree que, antes de los hechos de ayer, no había llegado a los oídos del edil lo que pasa en el territorio que habita y gobierna? La realidad es que no hizo nada, aún ante la medida de algunos comerciantes de cerrar sus negocios y ante el señalamiento directo de los afectados contra quienes se autodenominan “El Cartel de los González”.
Y justo eso dicen las víctimas, que hasta se sienten ignorados por el municipio y, por eso, no les quedó de otra que pedir ayuda al gobernador Sergio Salomón Céspedes.
El mandatario ya dio una respuesta y dijo que “se va con todos y contra todos, siguen corriendo las investigaciones y se ha tocado en la mesa ese tema y, por supuesto, que en cualquier rincón del estado vamos a estar persiguiendo delincuentes”.
Al menos, los afectados ya fueron escuchados, ahora solo resta esperar que la Fiscalía actúe.
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Aunque el PAN en Puebla está en su derecho de impugnar los resultados electorales, su reciente estrategia parece más una serie de patadas de ahogado que una acción con posibilidades reales de éxito. A más de dos meses de las elecciones, insistir en actos anticipados de campaña por parte de los candidatos de Morena, Alejandro Armenta y José Chedraui, parece un intento desesperado por revertir una derrota ya consumada.
Si los panistas, encabezados por la dirigente estatal Augusta Díaz de Rivera, no lograron frenar las candidaturas de los morenistas en los tiempos legales apropiados, es difícil que ahora, cuando ya han comenzado los procesos de entrega-recepción, puedan tener algún efecto significativo en las decisiones del Tribunal Electoral. La sentencia previa del Tribunal Electoral del Estado, que declaró inexistentes los actos atribuidos a los candidatos ganadores, refuerza la idea de que las nuevas impugnaciones del PAN tienen pocas probabilidades de prosperar.
En este contexto, el PAN se enfrenta a una realidad en la que los triunfos de Morena parecen consolidados, y sus esfuerzos por revertir la situación podrían ser vistos como un intento tardío y poco efectivo de aferrarse al poder en un escenario político que ya se les ha escapado de las manos.
