El reciente secuestro exprés y robo a la diputada federal del PRI, Blanca Alcalá Ruiz, es un lamentable reflejo de la inseguridad que prevalece en las autopistas de México. La importancia del hecho radica en que la víctima es la vicepresidenta de la Cámara de Diputados, lo que evidencia la gravedad de la situación. Sin embargo, lo más preocupante es que estos incidentes no son casos aislados, sino parte de un modus operandi que opera con impunidad en una de las vías más importantes del país, la autopista México-Puebla.
Este tramo se ha convertido en un foco rojo para los automovilistas y transportistas, quienes diariamente enfrentan el temor de ser víctimas de algún delito. Las quejas sobre la creciente ola de robos a mano armada y la falta de seguridad son constantes, y la situación parece empeorar sin que haya una respuesta contundente por parte de las autoridades.
Es urgente que se refuerce la seguridad en esta y otras autopistas del país. La tragedia de Blanca Alcalá debería servir como un llamado de atención para que se tomen medidas inmediatas y efectivas. La protección de los ciudadanos en las vías de comunicación es una responsabilidad ineludible del Estado, y no se puede seguir permitiendo que estos actos criminales continúen cobrando víctimas con total impunidad.
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RIP PRD.
Así como lo lee, el Partido de la Revolución Democrática ya fue, no existe más a nivel federal y en el estado de Puebla, pues los votos de la pasada elección del 2 de junio no fueron los suficientes para mantener su registro.
¿Qué pasará ahora?
Pues el dirigente nacional, Jesús Zambrano, invitó a sus militantes y simpatizantes a “mantener en alto las banderas de lucha y seguir trabajando para levantar un nuevo proyecto partidista renovado, moderno y abierto a la sociedad”.
De manera indirecta, Zambrano delineó una ruta a seguir, pues dijo que querer conformar un PRD 2.0 sería un grave error estratégico.
Qué tendrán en mente los Martínez Amador o los Luna Porquillo, ¿harán caso a su todavía líder?
La excanditata al gobierno del estado y a la presidencia municipal de San Pedro Cholula, Roxana Luna Porquillo, aún no tiene nada definido y evitó decir si alguien de otro color le ha hecho alguna invitación.
Lo más lógico sería que les abrieran un espacio en algún instituto aliado en las pasadas elecciones, ¿no cree?, por eso de la compaginación, de las ideologías o los proyectos en común.
Aunque no dude que uno que otro busque al mejor postor, al rival, pues, como ya sucede a nivel nacional con dos senadores.
Ya lo veremos.
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Es lamentable que hayan tenido que pasar diez días y la muerte de Jacobo Empedrado Hernández para que finalmente se tapara un registro mortal en la calle Galeana, en la zona industrial de Cuautlancingo. Este trágico suceso evidencia la grave omisión de las autoridades municipales, que fallaron en prevenir un accidente que era totalmente evitable.
El registro, que permaneció abierto por meses, se convirtió en una trampa mortal no solo por la negligencia, sino también por la indiferencia del presidente municipal, Filomeno Sarmiento Torres, quien ha brillado por su ausencia en la atención a problemas básicos de infraestructura. Es inconcebible que un camino tan transitado carezca de las condiciones mínimas de seguridad, como banquetas, alumbrado público y un asfalto en buen estado.
La situación no se limita a este registro; los baches y el deterioro generalizado de la vialidad son testigos silenciosos de la falta de mantenimiento y la desatención del gobierno local. Es indignante que la solución haya llegado demasiado tarde, solo después de que una vida se perdió.
Es urgente que se tomen medidas concretas para garantizar la seguridad de peatones, ciclistas y automovilistas en Cuautlancingo.
