La Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le volvió a corregir la plana a las autoridades electorales del estado de Puebla y realizó una nueva composición de los diputados plurinominales que están a punto de rendir protesta en el Congreso, el próximo domingo.
Los magistrados federales le quitaron tres espacios de representación proporcional a Morena, de los cuales dos le otorgaron a Movimiento Ciudadano y uno al PRI.
Los damnificados morenistas han sido Jaime Aureoles, Ana Lilia Tepole y María Soledad Amieva, quienes ya se preparaban para ocupar una curul a partir de la siguiente semana.
En sentido contrario, los beneficiados por MC son Marco Antonio de los Santos Hernández y Lidia López Aguirre.
Del PRI, quien recibió la diputación como caída del cielo fue Lázaro Jiménez Aquino, un ahijado político de Alejandro Moreno Cárdenas que acaba de pasar, sin pena ni gloria, por la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.
Si “Alito” cae de la dirigencia nacional del tricolor, como puede ser que ocurra, Jiménez Aquino habrá garantizado por lo menos tres años más de jugosas dietas a costa del erario público.
Quienes ya no recuperaron la diputación que perdieron en la penúltima redistribución de plurinominales fueron los panistas, que se quedaron con seis.
El Partido Verde, que buscaba un espacio para la exsecretaria de Medio Ambiente, Beatriz Manrique Guevara, tampoco tuvo éxito.
Pese a las tres bajas, Morena pudo conservar la curul para su virtual coordinadora y presidenta de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, Laura Artemisa García Chávez, quien por momentos pareció estar en riesgo también.
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Quién lo iba a decir.
Tal parece que Morena y los aliados políticos de la presidenta municipal electa de San Pedro Cholula, Tonantzin Fernández Díaz, han convencido a la edil en funciones Paola Angón Silva –de extracción panista– para que sea ella la que retire de la plancha del zócalo el campamento que se ha instalado en apoyo a la protesta de la perredista Roxana Luna Porquillo.
Angón Silva reveló ayer que ha pedido formalmente a los integrantes de ese plantón que se retiren del lugar ante la inminente celebración –con fuegos artificiales incluidos– del Grito de Independencia.
Es por su seguridad, subrayó la alcaldesa, quien agregó que la Secretaría de Gobernación de su ayuntamiento ha enviado copia de los oficios a las autoridades estatales.
“Se invita a los del campamento a que se retiren por temas de seguridad para el día 15 de septiembre, hay pirotecnia y no es un tema personal, porque no hay problema si siguen, pero el tema es que no quiero que al rato vaya a ver un accidente y al rato digan que la presidenta municipal tuvo la culpa”, dijo.
Ese “campamento” es el de los simpatizantes de Roxana Luna, la candidata perdedora de la elección de presidenta municipal que hoy todavía encabeza un movimiento de resistencia para tratar de anular aquellos comicios.
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Algo raro pasó en la Unidad Habitacional la Margarita que los moradores de ese sitio ubicado al oriente de la ciudad no agradecieron en las urnas lo que supuestamente el ayuntamiento de Puebla hizo por ellos en el trienio que está por terminar.
En el marco de la inauguración de las obras de restauración del bulevar 38 Sur, que abarca desde la avenida Fidel Velázquez hasta Las Torres, el edil Adán Domínguez Sánchez dio a conocer que este gobierno municipal invirtió en La Margarita 50 millones de pesos para obras de rehabilitación que mejoraron las condiciones de vida de sus 27 mil habitantes.
En su discurso, el presidente municipal resaltó el olvido en que administraciones pasadas tuvieron a la unidad habitacional.
Nadie pone en duda las palabras de Domínguez Sánchez.
Lo que llama la atención es que ese apoyo inusual de una administración panista no se vio reflejado en las urnas, pues los vecinos de La Margarita le dieron una aplastante victoria a los candidatos de Morena el pasado 2 de junio.
