El gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina usó el desfile conmemorativo al 214 aniversario del inicio de la independencia de México para hacer un nuevo llamado a la reconciliación de los poblanos.

“Hoy el interés superior de Puebla es la reconciliación, que se dice de palabra, pero que en el hecho es una verdadera construcción, que en el hecho nos permite convivir, coincidir, crecer y avanzar en los 217 municipios de nuestro estado”, expresó el mandatario la mañana del 16 de septiembre.

“Podemos pensar diferente pero podemos tener claro que los puentes de comunicación son los únicos que nos permitirán coincidir en intereses superiores”, agregó.

A lo largo de 21 meses en el poder, desde que fue designado por el Congreso del estado un 15 de diciembre de 2022 tras la muerte del entonces gobernador Miguel Barbosa Huerta, Céspedes Peregrina hizo de la reconciliación el eje rector de su política.

Eso significa que fue congruente entre lo que dijo e hizo.

Sin embargo, no deja de escucharse raro que un político representante de Morena y la 4T llame a la reconciliación de los ciudadanos, cuando desde el centro del país, a nivel nacional, el jefe máximo de ese mismo partido, el presidente Andrés Manuel López Obrador, hace todo lo contrario.

“Que el poder no nos permita caer en la tentación para generar persecución y señalamientos; el poder debe servir para generar una plataforma de comunicación y reconciliación”, insistió en su discurso.

Luego subrayó que los enemigos comunes son la delincuencia y los vicios.

Estaría bien que el mensaje del gobernador se distribuya entre los políticos morenistas fanáticos de López Obrador, que hay muchos, para que entiendan que el encono y la división no son la único vía para gobernar.

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La dupla Claudia Rivera Vivanco-Roberto Zataráin Leal quiere ajustar cuentas con aquellos barbosistas que en su momento utilizaron el aparato del Estado para atacar a la entonces presidenta municipal de Puebla.

Uno de esos barbosistas es Verónica Vélez Macuil, quien se desempeñó como directora de comunicación social en aquel gobierno y hoy realiza funciones similares para la diputada federal Rosario Orozco Caballero, viuda de Barbosa.

Desde su posición de diputado local, Zataráin, pareja de Claudia Rivera, anunció ayer que promoverá la comparecencia de Vélez Macuil para que aclare los señalamientos que hay en su contra por un presunto daño patrimonial al erario de 26 millones de pesos.

Explicó que esta ex funcionaria estuvo a cargo de una maquinaria de calumnias y extorsiones que tuvo el objetivo de difamar y amenazar a muchos personajes de la vida pública, incluido él.

Roberto Zataráin quiere desquitarse de aquello que padeció en carne propia y parece que, gracias a las observaciones de la Auditoría Superior del Estado, tiene argumentos para hacerlo.

Solo habrá que ver si cuenta con el apoyo de los diputados de su bancada, Morena y la 4T, para citar a Verónica Vélez.

Si el grupo político que está por ascender al poder no tiene objeciones, y se dice que no las tiene, seguro que Zataráin y Rivera Vivanco podrán concretar sus deseos, y pronto.

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El arranque de la nueva legislatura local, la LXII, estuvo plagado de estampas curiosas.

Algunas y algunos de los 41 legisladores llegaron acompañados por sus familias e hicieron del salón de plenos un sitio de recreo para la toma de videos y fotografías, lo cual se entiende ante el comienzo de una nueva etapa en sus vidas profesionales.

Había no solo que festejar el gran momento, sino compartirlo con parientes y amigos y dejarlo grabado para la historia personal.

Pero quien más llamó la atención por la efusividad de sus acompañantes fue José Luis Figueroa Cortés, diputado por el distrito 20 y representante del PT.

Al viejo estilo del PRI, el legislador llevó porristas y pancartas de felicitación, que fueron desplegadas desde la calle, afuera del recinto, como si de un gobernador a punto de rendir protesta se tratara.