Tres panistas, todos aspirantes a la presidencia del Comité Directivo Estatal del blanquiazul, ofrecieron una conferencia de prensa para presionar al Comité Ejecutivo Nacional y a su todavía dirigente local, Augusta Valentina Díaz de Rivera, para que acelere el proceso de renovación que, según dicen, debió comenzar el 1 de julio.
Se trata de Mónica Rodríguez Della Vecchia, Rafael Micalco Méndez y Edmundo Tlatehui Percino, quienes tienen otro punto en común: los tres son opositores al actual grupo dominante, el que lidera Eduardo Rivera Pérez, y que quiere permanecer en el poder partidista –al menos otros años más– a través de Adán Domínguez Sánchez o, en su defecto, Celia Bonaga Ruiz.
Los opositores a Rivera Pérez demandaron dos puntos centrales. Uno, que la elección del nuevo dirigente, ya sea hombre o mujer, se realice por consulta a la militancia y no por vía del Consejo Estatal, el método que favorece el continuismo del grupo hegemónico. Y dos, que la presidencia a cargo de Díaz de Rivera deje de placear personajes durante los fines de semana que recorre municipios del interior del estado, para no cargar los dados a su favor.
En este último caso no dieron nombres, pero la pedrada fue obvia, con dedicación directa para Rivera Pérez.
La conferencia de prensa de Mónica Rodríguez, Rafael Micalco y Edmundo Tlatehui no fue fortuita, sino una respuesta a la incursión del expresidente municipal de Puebla y excandidato a gobernador en la planilla de Jorge Romero Herrera, como aspirante a convertirse en integrante del CEN.
Esa es la parte valiosa del pronunciamiento hecho este domingo.
La contienda nacional trajo consecuencias inmediatas en Puebla, con personajes que se muestran decididos a no permitir una imposición por parte de los Rivera y compañía.
Por cierto, una duda que rondó inmediatamente después de que se supo que estos tres panistas se habían juntado para hacer un pronunciamiento común fue si ya se habían asumido como bloque y si apoyarían a solo uno de los tres.
Pero no.
Lo que dijeron a los reporteros fue que no han creado un bloque y que los tres aspiran a inscribirse una vez que arranque la renovación.
Habrá que creerles, por el momento.
Lo que sí quedó claro es que, además de ser opositores a Eduardo Rivera, también decidieron no hacer equipo con otro de los aspirantes, Mario Riestra Piña, a quien dejaron fuera de la ecuación, por lo menos esta vez.
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¿Cuál es la prisa que tiene Roxana Luna Porquillo por conocer el fallo del Tribunal Electoral del Estado en torno a la demanda de anulación de comicios de la contienda de San Pedro Cholula que ha presentado, si, muy seguramente, será contraria a sus intereses?
Las presiones que ha metido, como la de ayer al encabezar una protesta en el zócalo de la ciudad de Puebla, tienen que ver con la proximidad de la toma de protesta de las nuevas autoridades municipales.
Mientras los magistrados estatales no emitan su fallo, la excandidata del frente opositor a Morena no podrá recurrir a la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para meter un nuevo recurso, y ese sí que es un problema, toda vez que Tonantzin Fernández Díaz, la alcaldesa electa (hasta el día de hoy), está lista para asumir el poder el 15 de octubre.
Roxana Luna dijo en el zócalo que tiene confianza en la resolución que en su momento emitirán los magistrados federales, y ese sentimiento es genuino, no solo una expresión de propaganda, pero requiere del veredicto estatal para dar el siguiente paso.
Mientras eso no suceda, seguirá sumida en la angustia y Tonantzin Fernández irá relajándose más.
Por eso no debe descartarse que Idamis Pastor Betancourt, la magistrada presidenta del TEEP, está dilatando el fallo a propósito, para apoyar (oootra vez) a sus amigos del nuevo régimen.
