Celia Bonaga Ruiz y Dolores Parra Jiménez se han convertido en dos instrumentos más de Eduardo Rivera Pérez y su grupo para tratar de dejar la presidencia del Comité Directivo Estatal del PAN en manos de José Felipe Velázquez Gutiérrez. Bueno, eso “de dejar” es un decir. Porque, como se sabe, ponga a quien ponga en esa posición partidista, el que manda es él. Y para muestra está Augusta Valentina Díaz de Rivera.
Pero volvamos con Bonaga Ruiz y Parra Jiménez.
El viernes, la dirigencia panista mandó un correo al Comité Ejecutivo Nacional para informar de cambios en las representaciones de diputados locales y de presidentes municipales emanados de sus filas. En el primer caso quitó a Marcos Castro Martínez para colocar a Celia Bonaga y en el segundo a Edmundo Tlatehui Percino –quien ya no es edil– para nombrar a Dolores Parra –que no es alcaldesa–.
Con esta maniobra, que en automático vuelve integrantes del Consejo Estatal a los nuevos coordinadores, la dupla Rivera Pérez-Díaz de Rivera le sumó dos consejeros más a su “gallo” en la contienda interna.
Qué tan cerrada asumirá la competencia Eduardo Rivera, en contra de Mario Riestra Piña, que ha optado por realizar todo tipo de malabares para garantizar más votos a su personero.
Marcos Castro, alfil riverista, será consejero aunque ya no sea coordinador de diputados, y votará por Velázquez.
El caso más burdo es el de Dolores Parra, que sin ser presidenta municipal será su representante. La lógica indicaba que esa posición tenía que ser para Guadalupe Cuautle Torres, alcaldesa de San Andrés Cholula. Pero como la esposa de “Mundo” Tlatehui no es garantía de apoyo para el “gallo” de “Lalo”, pues no había que arriesgar, sino ir a la segura.
Ayer se confirmó la participación de solo dos candidatos para la elección de nuevo presidente del CDE. Legal y formalmente competirán Mario Riestra y Felipe Velázquez. En la realidad serán Mario Riestra y Eduardo Rivera. Se sabe, porque así ha ocurrido ya, que por el bando oficialista, el que busca retener el poder, quien hace campaña y promueve el voto a favor de la causa es el expresidente municipal de Puebla y excandidato a gobernador. El otro, su empleado, solo puso el nombre y la foto.
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A propósito de San Andrés Cholula y el ayuntamiento de “Lupita” Cuautle.
La alcaldesa debió propinar desde ayer domingo un buen jalón de orejas a quienes estuvieron a cargo del otorgamiento de permisos de ventas y supervisión de puestos ambulantes en los alrededores del predio donde se llevó a cabo el festival Tecate Comuna.
La celebración de ese evento musical generó un caos que fue ampliamente expuesto en redes sociales, tanto por parte de asistentes como de automovilistas que tuvieron la desgracia de pasar por ese tramo del Periférico el sábado en la tarde.
El Periférico y sus laterales fueron convertidas en un tianguis y los franeleros cobraron por el uso de la vía pública como si se tratara de un Gran Premio de la F1: hasta 500 pesos. Y por supuesto, sin ser dueños de las calles.
Algunos servidores públicos no hicieron bien su trabajo y seguramente se beneficiaron del caos.
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Un grupo de trabajadores del ayuntamiento de Ciudad Serdán planeaba este fin de semana mandar una carta de auxilio al gobernador electo Alejandro Armenta Mier. Los empleados municipales pretenden de una buena vez exhibir los abusos del edil Uruviel González Vieyra y recibir ayuda por parte del futuro mandatario.
Los trabajadores, que están en ese ayuntamiento desde el trienio anterior –gobernado también por González Vieyra– no recibieron pago alguno por hacer sus labores en los meses de septiembre y octubre, que dizque por el cambio de administración, y acaban de ser informados de que tampoco cobrarán en diciembre, ahora por culpa, eso les ha enviado a decir el edil, del recorte de recursos federales.
La gente ya no le cree al edil emanado de Movimiento Ciudadano y pretende buscar al (todavía) diputado local José Luis García Parra para que sea el puente de comunicación con Armenta.
A diferencia de los regidores y los funcionarios de primer nivel de ese ayuntamiento, que sí cobran su sueldo completo y puntual, los empleados de la estructura municipal no recibieron aguinaldos en el primer periodo de gobierno del alcalde y en diversas ocasiones sufrieron recortes quincenales para pagar hasta por la realización de fiestas patronales.