Genoveva Huerta Villegas sufrió este jueves un duro revés a sus pretensiones de relección en el Comité Directivo Estatal del PAN, pues el Comité Ejecutivo Nacional, sí, de Marko Cortés Mendoza, declaró inválida la sesión del Consejo Estatal del domingo por la cual la líder partidista había impuesto a sus incondicionales como árbitros de la renovación de dirigencia.
Asediada por sus opositores al interior del blanquiazul, que son muchos, Huerta Villegas no pudo demostrarle a la dirigencia nacional la existencia de quórum en la sesión del domingo pasado, por lo que con todo y la estima del presidente del partido, se le tuvo que declarar ilegal el acuerdo celebrado ese día, con el que la aspirante a la reelección puso como presidenta de ese organismo electoral a Leonor Popócatl Gutiérrez.
Los opositores, con Eduardo Rivera Pérez a la cabeza, sostuvieron desde la tarde de ese domingo que a la sesión solo habían llegado 46 de 109 consejeros, lo que era insuficiente para tener la mitad más uno (55), cantidad que exigen las reglas internas del partido para formalizar cualquier sesión del consejo estatal.
Consciente de lo que significa este revés, Huerta Villegas convocó a una nueva sesión para la noche del jueves, en un intento por reponer el acto para elegir a la comisión electoral y tratar de cumplir los plazos legales para concretar la renovación en las fechas establecidas.
De no conseguirlo, el cambio de dirigente del CDE tendría que aplazarse, por lo que ya no sería concurrente con la renovación del CEN, lo que a su vez implicaría que terminaría por perder el apoyo obsequiado hasta antes de ayer por Marko Cortés.
Genoveva Huerta se metió en un lío quizá innecesario, que ahora será definitorio para sus aspiraciones.
***
Un sector de colaboradores cercano al presidente municipal electo de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, no vio con agrado la designación (todavía informal) de la priista Karina Romero Alcalá a la dependencia que hoy se conoce como Secretaría de Igualdad Sustantiva de Género.
Si bien se esperaba que el edil integrara a su gabinete a perfiles emanados del partido tricolor, como una consecuencia de la alianza electoral que celebró el PAN con ese partido (y otros tres) en la contienda pasada, algunos de esos colaboradores creyeron que en temas como ese podrían haber encajado mejor otros personajes.
En el caso concreto de los temas de igualdad de género, tendientes a promover la equidad para las mujeres en un contexto de creciente violencia en contra de ellas, se pensó que la más apta para desempeñar esas funciones habría sido Lucero Saldaña Pérez.
La diputada federal saliente, también militante del PRI, tiene una amplia experiencia en el tema de equidad y ha sido una de las promotoras de esa lucha desde principios de la década pasada, cuando, por decirlo de alguna forma, prácticamente nadie se interesaba en la defensa de los derechos de la mujer.
Romero Alcalá no tiene ningún conocimiento práctico sobre ello, aunque entienden que se le diera la posición en alguna suerte de acuerdo con su mamá, la virtual diputada federal Blanca Alcalá Ruiz.
***
Todavía no pasan tres meses después de la elección del 6 de junio y aún no comienza el periodo de gobierno de los nuevos presidentes municipales y Eduardo Rivera se ha reunido, ¡por cuarta vez!, con el gobernador Luis Miguel Barbosa.
La estrecha relación de los dos gobernantes, uno en funciones y otro electo, parece marcar por adelantado lo que será la colaboración de la administración estatal y el ayuntamiento de Puebla en los tres años por venir. Seguridad, reordenamiento del ambulantaje, desarrollo económico, todos los temas parecen estar en la mira de Barbosa y Rivera para ser atendidos de manera conjunta.
Si es así, que sea para bien, y que se den resultados pronto. La capital del estado lo necesita.
