Olivia Salomón Vibaldo no es la única aspirante a la gubernatura, de las denominadas “corcholatas” del gobernador Miguel Barbosa Huerta, que ha decidido incrementar su presencia en medios de comunicación con el objetivo de promover su imagen. De hecho, fue la última en poner en marcha conferencias de prensa para tener contacto semanal con los reporteros.

Antes que la titular de la Secretaría de Economía lo hizo también el diputado local y presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso, Sergio Salomón Céspedes Peregrina.

El expresidente municipal de Tepeaca lleva más o menos tres meses de ruedas de prensa los martes, día que eligió para tener encuentros con los medios de comunicación después de haber expresado que aspira a competir en la sucesión de Barbosa.

La tercera “corcholata” no necesita hacer convocatorias para ganarse la atención de los medios.

Debido a la pandemia por coronavirus, José Antonio Martínez García, secretario de Salud, tiene una tribuna de privilegio en las mañaneras de su jefe, donde informa a diario de la evolución de la enfermedad y los contagios en el estado de Puebla.

Los tres, Salomón, Céspedes y Martínez, hacen así su tarea en los medios para apuntalar sus aspiraciones.

Tienen un año y unos cuantos meses para tratar de alcanzar y superar en conocimiento a los otros dos rivales, los que se ubican fuera del barbosismo.

Ya sabe usted: Alejandro Armenta Mier e Ignacio Mier Velazco.

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A propósito de la secretaria de Economía de la administración estatal.

Olivia Salomón formó parte de un muy reducido grupo de figuras públicas que este martes sostuvo un encuentro amistoso con el escritor y filósofo español Fernando Savater, ni más ni menos que en Palacio Nacional, sí, con el mismísimo presidente Andrés Manuel López Obrador.

Fotografías y videos publicados en redes sociales muestran a la funcionaria poblana al salir de la sede del gobierno presidencial, en compañía, entre otros, de la jefa de gobierno de la ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, y de su secretario de Gobierno, Martí Batres, además de Savater y su esposa, Karen de Juan.

La aspirante al gobierno del estado fue invitada por Sheinbaum Pardo.

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Jorge Cruz Lepe sobrevivió en el ayuntamiento de Puebla incluso después de haber reconocido, en público, frente a regidores y medios de comunicación, que la Secretaría de Gobernación a su cargo había infiltrado el movimiento feminista de la ciudad para estar enterado del acontecer en las protestas callejeras.

El servidor público reapareció este martes en las actividades del gobierno municipal y, abordado por los reporteros, dijo que ya había recibido la capacitación necesaria en materia de género, como lo instruyó su jefe el alcalde Eduardo Rivera, para no volver a cometer errores de esa naturaleza.

Lo que Cruz Lepe no aclaró ante los medios, y valdría la pena que lo hiciera, es dónde estuvo mal.

Porque no es lo mismo decir “me equivoqué rotundamente por infiltrar un movimiento social para espiarlo”, que “la regué por revelarlo en público”.

El respetable piensa que sí hubo espionaje y que Cruz Lepe está arrepentido por haberlo admitido, por el lapsus, no por haber infiltrado a las feministas.

Si es así, de poco o nada habrá servido la capacitación a cargo de la secretaria Karina Romero Alcalá.