/ miércoles 10 de abril de 2019

Escuderos de Elba Esther y líderes del SNTE pelean la SEP

La celebración de un acto proselitista del candidato a gobernador de Morena, Luis Miguel Barbosa Huerta, con líderes del magisterio, y la reaparición de Elba Esther Gordillo Morales en Puebla, ocurridas ambas el mismo fin de semana, pusieron a volar la imaginación de algunos operadores políticos de la “maestra”, quienes ya se asumen sentados en el despacho principal de la SEP, a partir del próximo primero de agosto.

Barbosa Huerta encabezó el sábado un mitin denominado Encuentro Estatal con el Magisterio Poblano, que tuvo como anfitriones a los secretarios generales de las secciones 23 y 51 del SNTE, Alejandro Ariza Alonso y Jaime García Roque, así como al dirigente estatal del Partido Nueva Alianza, Emilio Salgado Néstor.

Al día siguiente, Gordillo Morales estuvo en San Andrés Cholula para hablar de las supuestas bondades de su nuevo proyecto político a un público de jóvenes maestros llevados a la reunión por Cirilo Salas Hernández, uno de sus más fieles escuderos.

Esta conjunción de acontecimientos, con apenas unas horas de diferencia, generó especulaciones interesadas que pretenden poner a Elba Esther Gordillo, pero sobre todo a sus leales en Puebla, en la ruta de campaña del abanderado a gobernador de la coalición Juntos Haremos Historia.

Estos personajes interesados en ligar a su jefa política con el aspirante más aventajado en la contienda de gobernador presumen el nacimiento de una alianza de facto entre los dos políticos, hecho que, según ellos, se habría confirmado desde el sábado, cuando Barbosa dijo en el centro de espectáculos Acrópolis que, en caso de ganar la elección, designará en la SEP a un docente, ya sea hombre o mujer, emanado del magisterio y egresado normalista.

Esas voces corresponden, principalmente, a Guillermo Aréchiga Santamaría y Cirilo Salas Hernández.

Los dos escuderos de la “maestra” Gordillo aspiraban a despachar en la SEP desde antes de que la política estatal diera un vuelco de 180 grados, aquella tarde de 24 de diciembre, con la muerte de Martha Érika Alonso Hidalgo y Rafael Moreno Valle.

Salas esperaba la bendición desde el morenovallismo y Aréchiga desde el morenismo, pero los dos soportados en el madrinazgo de Elba Esther.

La caída del helicóptero Agusta desinfló las posibilidades de Salas e incrementó las de Aréchiga, que intentó quedarse al frente de esa Secretaría en el gobierno interino.

El veto del secretario general del SNTE, Alfonso Cepeda Salas, sin embargo, le impidió ingresar a la administración de Guillermo Pacheco Pulido.

En el mitin del sábado, Barbosa le tendió la mano a los líderes e integrantes del SNTE, no a los operadores de Elba Esther.

La realización de ese encuentro fue acordada el lunes de la semana pasada, en una comunicación directa que tuvo Salgado Néstor con Barbosa, sin intermediarios, por indicaciones de Cepeda.

Así que no hay que sacar conclusiones apresuradas.

Ni Aréchiga ni Salas tienen un pie dentro de la SEP.

Al menos por ahora.

Pero tampoco los dirigentes del SNTE, que quisieran, o alguno de sus recomendados.

Barbosa ofreció el sábado nombrar a un profesor normalista en esa Secretaría.

Eso no significa que la propuesta vaya a salir del sindicato de maestros.

El eventual nuevo gobernador podría elegir un perfil que se dedique a la docencia, que sea normalista, pero que no emane de una recomendación sindical.

En sentido estricto, eso sería lo más saludable para el sector educativo estatal, que no estaría supeditado a los intereses políticos y económicos del SNTE, y, mucho menos, ¡a los de Elba Esther!


Twitter: @jorgerdzc

jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx

La celebración de un acto proselitista del candidato a gobernador de Morena, Luis Miguel Barbosa Huerta, con líderes del magisterio, y la reaparición de Elba Esther Gordillo Morales en Puebla, ocurridas ambas el mismo fin de semana, pusieron a volar la imaginación de algunos operadores políticos de la “maestra”, quienes ya se asumen sentados en el despacho principal de la SEP, a partir del próximo primero de agosto.

Barbosa Huerta encabezó el sábado un mitin denominado Encuentro Estatal con el Magisterio Poblano, que tuvo como anfitriones a los secretarios generales de las secciones 23 y 51 del SNTE, Alejandro Ariza Alonso y Jaime García Roque, así como al dirigente estatal del Partido Nueva Alianza, Emilio Salgado Néstor.

Al día siguiente, Gordillo Morales estuvo en San Andrés Cholula para hablar de las supuestas bondades de su nuevo proyecto político a un público de jóvenes maestros llevados a la reunión por Cirilo Salas Hernández, uno de sus más fieles escuderos.

Esta conjunción de acontecimientos, con apenas unas horas de diferencia, generó especulaciones interesadas que pretenden poner a Elba Esther Gordillo, pero sobre todo a sus leales en Puebla, en la ruta de campaña del abanderado a gobernador de la coalición Juntos Haremos Historia.

Estos personajes interesados en ligar a su jefa política con el aspirante más aventajado en la contienda de gobernador presumen el nacimiento de una alianza de facto entre los dos políticos, hecho que, según ellos, se habría confirmado desde el sábado, cuando Barbosa dijo en el centro de espectáculos Acrópolis que, en caso de ganar la elección, designará en la SEP a un docente, ya sea hombre o mujer, emanado del magisterio y egresado normalista.

Esas voces corresponden, principalmente, a Guillermo Aréchiga Santamaría y Cirilo Salas Hernández.

Los dos escuderos de la “maestra” Gordillo aspiraban a despachar en la SEP desde antes de que la política estatal diera un vuelco de 180 grados, aquella tarde de 24 de diciembre, con la muerte de Martha Érika Alonso Hidalgo y Rafael Moreno Valle.

Salas esperaba la bendición desde el morenovallismo y Aréchiga desde el morenismo, pero los dos soportados en el madrinazgo de Elba Esther.

La caída del helicóptero Agusta desinfló las posibilidades de Salas e incrementó las de Aréchiga, que intentó quedarse al frente de esa Secretaría en el gobierno interino.

El veto del secretario general del SNTE, Alfonso Cepeda Salas, sin embargo, le impidió ingresar a la administración de Guillermo Pacheco Pulido.

En el mitin del sábado, Barbosa le tendió la mano a los líderes e integrantes del SNTE, no a los operadores de Elba Esther.

La realización de ese encuentro fue acordada el lunes de la semana pasada, en una comunicación directa que tuvo Salgado Néstor con Barbosa, sin intermediarios, por indicaciones de Cepeda.

Así que no hay que sacar conclusiones apresuradas.

Ni Aréchiga ni Salas tienen un pie dentro de la SEP.

Al menos por ahora.

Pero tampoco los dirigentes del SNTE, que quisieran, o alguno de sus recomendados.

Barbosa ofreció el sábado nombrar a un profesor normalista en esa Secretaría.

Eso no significa que la propuesta vaya a salir del sindicato de maestros.

El eventual nuevo gobernador podría elegir un perfil que se dedique a la docencia, que sea normalista, pero que no emane de una recomendación sindical.

En sentido estricto, eso sería lo más saludable para el sector educativo estatal, que no estaría supeditado a los intereses políticos y económicos del SNTE, y, mucho menos, ¡a los de Elba Esther!


Twitter: @jorgerdzc

jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx