/ lunes 15 de julio de 2024

Estimada Presidenta electa

Sirva este medio para saludarla y expresarle mi felicitación. Permítame platicarle que después del furor del 2 de junio, al ver las publicaciones en redes sociales, caí en cuenta del hecho histórico que estaba viviendo y que jamás pensé que iba a presenciar: la primera mujer presidenta de México, y es que estaba tan acostumbrada a ver solo a hombres en el puesto, que tardé unos minutos en absorber la información y comprender el impacto que representa.

En este sentido, me puse a investigar, porque más allá de la campaña o lo que escuchaba en las noticias, lo cierto es que caí en cuenta que no la conocía, y me agradó más el descubrir que es usted una mujer con una trayectoria congruente en sus principios durante su vida privada y pública; asimismo usted tiene la preparación académica que pocos de sus antecesores han tenido, formando parte del 0.7% de la población en México con un Posgrado de acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en 2022; aunado a lo anterior, su formación es en el campo de las ciencias, lo cual es importante ya que es un espacio “tradicionalmente” dominado por hombres, y encima de todo también es madre y ha trabajado en distintos espacios durante su vida laboral. Todo ello, me hizo sentir orgullosa y esperanzada, porque para mí refleja que usted fue elegida como candidata de su partido porque era la persona más capacitada para ello, independientemente del género.

Sin embargo, como lamentablemente aún sucede, el hecho de que una mujer llegue a cargos de poder de tal envergadura, a veces implica “más exigencia” a diferencia de un hombre, aunada a la responsabilidad que ahora tiene por asumir el compromiso de velar por el bienestar de más de ciento veintiséis millones de mexicanos y mexicanas. No imagino el peso que siente sobre sus hombros, pero me gustaría creer que toda su experiencia será la base de su gestión.

Por ello espero que lo que usted haya aprendido como académica y científica, sirva para conocer e investigar a fondo la realidad de México antes de tomar decisiones; también imagino que su abordaje será estructurado, metódico y con objetivos claros por los siguientes seis años.

Además, considero que sus estudios realizados en la Universidad Nacional Autónoma de México combinados con su doctorado en el extranjero, le permiten tener una visión local, regional, nacional y global, la cual servirá para enfocarse hacia adentro, sin perder de vista lo que está afuera.

Por otro lado, el hecho de que haya trabajado tanto en el ámbito privado como en el público, implicaría para mí una comprensión del rol que juegan ambas áreas en el desarrollo de un país, y la importancia de su complementación y regulación.

Los diferentes puestos que ha desempeñado, seguramente involucraron a otras personas con las que tuvo que relacionarse, personas diferentes y afines; también podría apostar que participó en grupos interdisciplinarios, lo que seguramente debió haber favorecido el desarrollo de la escucha, el trabajo colaborativo y la resolución pacífica de los conflictos, habilidades fundamentales para dirigir un país tan diverso como el nuestro.

Su contribución en el estudio sobre el cambio climático, debió haber permitido un alto grado de consciencia de la crisis y los problemas que enfrenta nuestra casa común, la cual supongo que motivará a definir políticas que cuiden la biodiversidad y el territorio del país.

La congruencia demostrada durante su trayectoria, en conjunto con la maternidad, me hace pensar que será una mujer fuerte y autónoma, que dirigirá basándose en sus principios, retomando lo bueno de las presidencias anteriores, pero decidiendo por usted misma y procurando el bien de México, más allá de los intereses políticos y partidistas.

Quizá esté equivocada ya que, aunque haya investigado, realmente no la conozco bien, pero quería expresar mi sentir como una mujer, mexicana, joven y académica que espera mucho de usted.

webmaster@iberopuebla.mx

Sirva este medio para saludarla y expresarle mi felicitación. Permítame platicarle que después del furor del 2 de junio, al ver las publicaciones en redes sociales, caí en cuenta del hecho histórico que estaba viviendo y que jamás pensé que iba a presenciar: la primera mujer presidenta de México, y es que estaba tan acostumbrada a ver solo a hombres en el puesto, que tardé unos minutos en absorber la información y comprender el impacto que representa.

En este sentido, me puse a investigar, porque más allá de la campaña o lo que escuchaba en las noticias, lo cierto es que caí en cuenta que no la conocía, y me agradó más el descubrir que es usted una mujer con una trayectoria congruente en sus principios durante su vida privada y pública; asimismo usted tiene la preparación académica que pocos de sus antecesores han tenido, formando parte del 0.7% de la población en México con un Posgrado de acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en 2022; aunado a lo anterior, su formación es en el campo de las ciencias, lo cual es importante ya que es un espacio “tradicionalmente” dominado por hombres, y encima de todo también es madre y ha trabajado en distintos espacios durante su vida laboral. Todo ello, me hizo sentir orgullosa y esperanzada, porque para mí refleja que usted fue elegida como candidata de su partido porque era la persona más capacitada para ello, independientemente del género.

Sin embargo, como lamentablemente aún sucede, el hecho de que una mujer llegue a cargos de poder de tal envergadura, a veces implica “más exigencia” a diferencia de un hombre, aunada a la responsabilidad que ahora tiene por asumir el compromiso de velar por el bienestar de más de ciento veintiséis millones de mexicanos y mexicanas. No imagino el peso que siente sobre sus hombros, pero me gustaría creer que toda su experiencia será la base de su gestión.

Por ello espero que lo que usted haya aprendido como académica y científica, sirva para conocer e investigar a fondo la realidad de México antes de tomar decisiones; también imagino que su abordaje será estructurado, metódico y con objetivos claros por los siguientes seis años.

Además, considero que sus estudios realizados en la Universidad Nacional Autónoma de México combinados con su doctorado en el extranjero, le permiten tener una visión local, regional, nacional y global, la cual servirá para enfocarse hacia adentro, sin perder de vista lo que está afuera.

Por otro lado, el hecho de que haya trabajado tanto en el ámbito privado como en el público, implicaría para mí una comprensión del rol que juegan ambas áreas en el desarrollo de un país, y la importancia de su complementación y regulación.

Los diferentes puestos que ha desempeñado, seguramente involucraron a otras personas con las que tuvo que relacionarse, personas diferentes y afines; también podría apostar que participó en grupos interdisciplinarios, lo que seguramente debió haber favorecido el desarrollo de la escucha, el trabajo colaborativo y la resolución pacífica de los conflictos, habilidades fundamentales para dirigir un país tan diverso como el nuestro.

Su contribución en el estudio sobre el cambio climático, debió haber permitido un alto grado de consciencia de la crisis y los problemas que enfrenta nuestra casa común, la cual supongo que motivará a definir políticas que cuiden la biodiversidad y el territorio del país.

La congruencia demostrada durante su trayectoria, en conjunto con la maternidad, me hace pensar que será una mujer fuerte y autónoma, que dirigirá basándose en sus principios, retomando lo bueno de las presidencias anteriores, pero decidiendo por usted misma y procurando el bien de México, más allá de los intereses políticos y partidistas.

Quizá esté equivocada ya que, aunque haya investigado, realmente no la conozco bien, pero quería expresar mi sentir como una mujer, mexicana, joven y académica que espera mucho de usted.

webmaster@iberopuebla.mx

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