El comercio animal en el país y en el estado de Puebla debe ser regulado, partiendo de la premisa de considerarlos seres sintientes y no mercancía. Por ello, es necesario velar por el bienestar animal y realizar modificaciones a la ley para regular esta actividad.
El tema del cuidado animal debe estar presente en la agenda pública con programas y acciones respaldados por el pueblo, replanteando la normatividad jurídica para el cuidado de los seres sintientes, teniendo en cuenta valores y principios.
Es importante destacar que en el estado de Puebla existen 130 agrupaciones activas con más de 20 años trabajando en el movimiento animalista, con más de 600 integrantes reales y activos. Estos grupos han realizado una labor exhaustiva en el rescate de perros y gatos, brindándoles atención médica y alimentación para su bienestar, además de velar por una vida libre de violencia.
Se estima que en Puebla hay más de 250 mil perros en condición de calle, distribuidos en los 217 municipios, lo que refleja una autoridad municipal insensible al problema. Los perros callejeros se convierten en una fauna nociva que afecta tanto su vida como la de las familias que los rodean.
Son numerosas las voces de grupos y colectivos en defensa de los derechos de los seres sintientes que han solicitado la creación de un Consejo de Protección Animal en Puebla, la erradicación del uso de pirotecnia y espectáculos con la participación de mascotas y animales exóticos, así como acciones para reducir el maltrato animal y establecer una cátedra de capacitación en bienestar animal en universidades como la BUAP.
También han solicitado la creación de una unidad especializada contra delitos y violencia hacia los animales, atendida por especialistas en la materia, que pueda generar empleo y formar a la primera generación de abogados especializados en defensa de los derechos de los animales en Puebla.
Con esto se busca promover una "cero tolerancia" al maltrato de los seres sintientes mediante la aplicación de la ley, como se ejemplifica en el caso de una persona que recibió una sentencia de 8 años de prisión por maltrato animal.
Todo esto debe formar parte de una transformación integral, con un programa de respuesta inmediata a las denuncias para proteger a los animales, campañas de concientización, vacunación y esterilización en colaboración con municipios, mercados y tianguis, para que todas las personas, organizaciones ambientalistas y de protección animal puedan trabajar en conjunto.
El movimiento de protección animal no es una moda ni una cuestión política, es un asunto de conciencia que debe promover valores entre la población y generar conciencia sobre las responsabilidades y obligaciones que implica tener a un ser sintiente a cargo de su bienestar.