/ lunes 26 de agosto de 2024

Frente de Batalla / Modernización integral del transporte en Puebla: estrategias para un futuro sustentable

En un mundo globalizado, las grandes urbes enfrentan problemas de movilidad y desplazamiento para transportar carga y pasaje de un lugar a otro dentro de un entorno urbano sostenible, sin menoscabar el medio ambiente. Para ello, se deben buscar políticas públicas y de gobierno que acompañen este proceso de manera integral.

Hablar de movilidad y desplazamiento podría parecer un asunto cotidiano y de fácil desarrollo. Sin embargo, estos dos conceptos están acompañados de otras áreas como el transporte, vialidades en zonas urbanas y carreteras, estaciones de servicio, abastecimiento de combustible y un marco normativo que regule el proceder de los involucrados.

El asunto no es sencillo; es un tema complejo cuyas aristas deben ser analizadas de manera amplia y detallada para poder proceder con tiros de precisión, resolviendo las necesidades de cada lugar, siendo aplicadas y diseñadas como un traje a la medida.

En el estado de Puebla, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), hasta el mes de abril de 2024 se contabilizaba un parque vehicular de un millón 209 mil 348 unidades. Hasta nuestros días, este número ha sufrido un incremento del 4.4 por ciento, quedando en un millón 263 mil 461 unidades, de las cuales, un 64.4 por ciento corresponde a autos particulares, lo que representa 814 mil 701 unidades. La cifra de camiones y camionetas de carga es de 289 mil 997 unidades; mientras que las motocicletas, que han cobrado importancia, alcanzan un promedio de 149 mil 469 unidades, y los camiones de pasajeros en uso son 9 mil 294 unidades.

Este parque vehicular circula diariamente por caminos vecinales, calles, avenidas, bulevares, y carreteras estatales, federales y autopistas que convergen en las zonas urbanas y conectan con poblaciones que forman parte del estado, así como con otros estados de la república.

Uno de los planes proyectados en materia de transporte público es elaborar un plan integral de movilidad que considere el mejoramiento de unidades y la reorganización de rutas para satisfacer la demanda de transporte en colonias de nueva creación, lo que representa nuevas áreas de oportunidad. Un ejemplo es la nueva central de autobuses en el sur de la ciudad de Puebla, que coadyuva a evitar que los vecinos del sur tengan que desplazarse hasta la CAPU en el norte de la ciudad.

Otra de las acciones que se consideran es guiar a los concesionarios del transporte público a confiar en la electromovilidad, proponiendo la conversión de sus unidades con motores a diésel o gasolina a un sistema eléctrico, con el objetivo de experimentar ahorros de hasta un 80 por ciento en los gastos de combustible.

Paralelamente, mientras las unidades son adecuadas al nuevo sistema, los choferes recibirán capacitación y un apoyo económico para no quedar desprotegidos. El programa de electromovilidad también involucra a los vehículos de carga, como es el caso de las pipas de agua, donde se tiene como objetivo disminuir los costos de traslado y, por consecuencia, los costos de producción.

Este sistema sería el inicio para buscar, a futuro, una modernización integral del transporte público, que debe estar a la altura de las nuevas propuestas de movilidad que traerá consigo la puesta en marcha del Tren Interoceánico, que conectará con la ruta México-Puebla-Veracruz, el Tren Maya y el del Istmo, lo que significará posicionar a Puebla como un punto logístico importante de comunicación.

En este planteamiento, no se puede dejar de lado el Aeropuerto Internacional Hermanos Serdán, ubicado en el municipio de Huejotzingo, el cual no solo implica la movilización de pasajeros, sino también de carga. En este mismo sector se debe incluir a los corredores industriales, considerando que desde nuestro estado se llevará a cabo la distribución de productos a diferentes estados del país y con conectividad hacia el extranjero.

Con esta visión, se debe observar al estado de Puebla como un punto clave de comunicación, que se convertirá en el enlace de conexión del Golfo de México con el Océano Pacífico, y de Estados Unidos y Canadá con Centro y Sudamérica.

En un mundo globalizado, las grandes urbes enfrentan problemas de movilidad y desplazamiento para transportar carga y pasaje de un lugar a otro dentro de un entorno urbano sostenible, sin menoscabar el medio ambiente. Para ello, se deben buscar políticas públicas y de gobierno que acompañen este proceso de manera integral.

Hablar de movilidad y desplazamiento podría parecer un asunto cotidiano y de fácil desarrollo. Sin embargo, estos dos conceptos están acompañados de otras áreas como el transporte, vialidades en zonas urbanas y carreteras, estaciones de servicio, abastecimiento de combustible y un marco normativo que regule el proceder de los involucrados.

El asunto no es sencillo; es un tema complejo cuyas aristas deben ser analizadas de manera amplia y detallada para poder proceder con tiros de precisión, resolviendo las necesidades de cada lugar, siendo aplicadas y diseñadas como un traje a la medida.

En el estado de Puebla, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), hasta el mes de abril de 2024 se contabilizaba un parque vehicular de un millón 209 mil 348 unidades. Hasta nuestros días, este número ha sufrido un incremento del 4.4 por ciento, quedando en un millón 263 mil 461 unidades, de las cuales, un 64.4 por ciento corresponde a autos particulares, lo que representa 814 mil 701 unidades. La cifra de camiones y camionetas de carga es de 289 mil 997 unidades; mientras que las motocicletas, que han cobrado importancia, alcanzan un promedio de 149 mil 469 unidades, y los camiones de pasajeros en uso son 9 mil 294 unidades.

Este parque vehicular circula diariamente por caminos vecinales, calles, avenidas, bulevares, y carreteras estatales, federales y autopistas que convergen en las zonas urbanas y conectan con poblaciones que forman parte del estado, así como con otros estados de la república.

Uno de los planes proyectados en materia de transporte público es elaborar un plan integral de movilidad que considere el mejoramiento de unidades y la reorganización de rutas para satisfacer la demanda de transporte en colonias de nueva creación, lo que representa nuevas áreas de oportunidad. Un ejemplo es la nueva central de autobuses en el sur de la ciudad de Puebla, que coadyuva a evitar que los vecinos del sur tengan que desplazarse hasta la CAPU en el norte de la ciudad.

Otra de las acciones que se consideran es guiar a los concesionarios del transporte público a confiar en la electromovilidad, proponiendo la conversión de sus unidades con motores a diésel o gasolina a un sistema eléctrico, con el objetivo de experimentar ahorros de hasta un 80 por ciento en los gastos de combustible.

Paralelamente, mientras las unidades son adecuadas al nuevo sistema, los choferes recibirán capacitación y un apoyo económico para no quedar desprotegidos. El programa de electromovilidad también involucra a los vehículos de carga, como es el caso de las pipas de agua, donde se tiene como objetivo disminuir los costos de traslado y, por consecuencia, los costos de producción.

Este sistema sería el inicio para buscar, a futuro, una modernización integral del transporte público, que debe estar a la altura de las nuevas propuestas de movilidad que traerá consigo la puesta en marcha del Tren Interoceánico, que conectará con la ruta México-Puebla-Veracruz, el Tren Maya y el del Istmo, lo que significará posicionar a Puebla como un punto logístico importante de comunicación.

En este planteamiento, no se puede dejar de lado el Aeropuerto Internacional Hermanos Serdán, ubicado en el municipio de Huejotzingo, el cual no solo implica la movilización de pasajeros, sino también de carga. En este mismo sector se debe incluir a los corredores industriales, considerando que desde nuestro estado se llevará a cabo la distribución de productos a diferentes estados del país y con conectividad hacia el extranjero.

Con esta visión, se debe observar al estado de Puebla como un punto clave de comunicación, que se convertirá en el enlace de conexión del Golfo de México con el Océano Pacífico, y de Estados Unidos y Canadá con Centro y Sudamérica.