A mi hija Ana Sofía, por su interés en la reivindicación social de las mujeres.
¿Por qué hay una fecha específica para el llamado Día de la Mujer? Bueno, son fechas convencionales que se acuerdan para recordar, el objetivo generalmente es de reconocimiento, pero hay algunas otras que son para no olvidar y para no perderse en la ignominia. Es el caso del 8M, para recordar que en 1911 murieron calcinadas más de 100 mujeres -mayormente inmigrantes- en una fábrica textil neoyorquina, donde eran explotadas.
Así que la ONU fijó en 1975 la fecha para conmemorar la lucha feminista del siglo XX. Pero para llegar a esto hubo un largo camino. Sin embargo, para más de uno la fecha se confunde con fiesta y reconocimiento de la mujer únicamente. Bienvenidos los halagos, pero el tema es más profundo.
El movimiento feminista se gesta con el llamado Feminismo, ilustrado en el siglo XVIII con la filosofía de la Ilustración y la “Vindicación de los derechos de la mujer” de Mary Wollstonecraft (1782), después la “Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana”, redactada por Olympia de Gouges (1791) y que le valió la guillotina. Después, la primera ola se inicia en Inglaterra, Estados Unidos y América en el siglo XIX y principios del XX. Se exigía el derecho a la educación, a la propiedad y derechos en el matrimonio. Los movimientos sociales iniciaron en América (desde 1857) con huelgas de mujeres trabajadoras en la industria textil. A finales del siglo XIX se desata el movimiento socialista francés y la exigencia de los derechos políticos y laborales. La peruana Flora Tristán escribe “La emancipación de la mujer” que da inicio al movimiento feminista moderno.
Cuando las mujeres ingresan a las universidades y se reconoce en Inglaterra el derecho a votar en 1918 (mayores de 30 años y con propiedad de una casa) pierde sentido la primera ola e inicia la segunda ola, en los setenta del siglo XX. Es el movimiento de liberación de la mujer que durará hasta los años 90. Las demandas son laborales y el análisis del patriarcado como causa profunda de la condición histórica de las mujeres, siempre en planos socialmente invisibles incluso; también abandera temas como la sexualidad, la familia y los derechos reproductivos.
Durante la segunda Guerra Mundial, los hombres abandonan sus trabajos para ir al frente (en Estados Unidos), entonces las esposas fueron invitadas a suplirlos temporalmente, hasta que regresaran ellos. Este fenómeno dio un giro estructural al mundo laboral para no revirar nunca más, pero también evidenció una paradoja: la mujer seguía al cuidado de los hijos, de los alimentos y de la limpieza de su casa.
En la tercera ola, posmoderna, se plantea la reinterpretación de género y sexo, la transexualidad, el ecofeminismo. Aparece la reivindicación del valor femenino, retoma fuerza el reclamo a la igualdad laboral, igualdad de condiciones políticas también. Sin lugar a dudas, el movimiento feminista (de manera general) ha sido exitoso, ha logrado grandes cambios sociales, pero también ha generado tropiezos y confusiones conceptuales con los numerosos “feminismos”.
Además, ¿por qué sigue habiendo abusos y violencia en casa? ¿Por qué hay desigualdades laborales y políticas? ¿Por qué hay un feminicidio creciente en México? La historia de 50 años tiene un capítulo pendiente: la convivencia de hombres y mujeres en igualdad de condiciones e igualdad de oportunidades. Veremos la efectividad del movimiento feminista en el nuevo empuje que toma ahora con el llamado #MeToo y la débil y confusa línea que separa el acoso sexual de la aceptación implícita. La polarización está en el aire.
*Politóloga, doctora en Gobierno, Gestión y Democracia. Miembro fundador de Amecip.