Inició el mes de octubre y vino con informes de gobierno, como lo mandata La Ley Orgánica Municipal en su Artículo 110, “Los Presidentes Municipales, al rendir su informe anual sobre el estado general que guarda la administración pública municipal, harán mención expresa de las decisiones adoptadas para la ejecución del respectivo Plan de Desarrollo Municipal y los programas derivados de éste, así como de las acciones y resultados de su ejecución. Esta información deberá relacionarse, en lo conducente, con el contenido de la cuenta pública municipal, para permitir que las instancias competentes, analicen las mismas, con relación a los objetivos y prioridades de la planeación municipal”. Un logro de transparencia en la democracia que vivimos.

Lo que merece un análisis es la respuesta violenta de grupos a los políticos. No es nada nuevo, han sido abucheados Claudia Sheinbaum en la Marcha del Orgullo LGBT (25 sept 2023), a Xóchitl Gálvez en el aeropuerto (26 sept 2023), al presidente López Obrador en avión de regreso de la ONU a México (10 nov 2021), y otros muchos más. La presidenta municipal de San Martín Texmelucan el 14 de septiembre de 2022 fue apedreada después de que se derrumbara un tanque de agua recién inaugurado y que causó la muerte de dos personas y daños a propiedades aledañas. No importa entonces el cargo ni el partido.

Lo último es el abucheo que recibió el alcalde de Juan C. Bonilla, Puebla el pasado 9 de octubre durante su segundo informe de actividades. El límite rebasó cualquier protocolo, aventando flores y basura los asistentes obligaron a suspender el evento sin importar la presencia del gobernador y diputados locales como invitados especiales. ¿Qué expresa este comportamiento?

Es evidente que los inconformes hacen patente un reclamo, en el caso de José Cinto exigen que no se haga un complejo de seguridad pública ya que se expropió un panteón en San Lucas Nextetelco. Cuando se toca un interés social la paciencia llega a su límite ¿cuántas veces habrán hablado con las personas afectadas? ¿hubo alguna negociación? ¿qué estudios de factibilidad se hicieron, no sólo cuantitativo sino cualitativo? No lo sabemos, pero la sensibilidad política tendrá que indicar los caminos y alertar de los peligros.

Al parecer ahora está iniciando una expresión social de violencia creciente. Los eventos violentos se irán calculando, como el hombre que dejó caer una cabeza de cerdo embolsada en la mesa de negociaciones con el sindicato (STUNAM). El camino está abierto, no hay restricciones más las que pueden generar los asistentes en el momento. Pero ¿quién quiere enfrentarse a una persona con tal enojo? ¿cómo dialogar con la furia contenida?

No hay razones ni las habrá porque en los eventos se produce la expresión de emociones, eso es lo que buscan despertar los hombres públicos; claro, a su favor. Pero ahora, lo que podemos observar es un informe alterno, en segundo plano: la población no está mostrando confianza en la solución de los políticos a los problemas públicos.

La transparencia tan buscada por las democracias no admite dobleces, exige participación social en eso que se llama gobernanza en la Nueva Gestión Pública. El avance de nuestra democracia prendió la alerta y no hay marcha atrás; la elección del 2024 será la arena donde los actores políticos deberán calcular toda la inconformidad social para programar sus eventos y no haya desgracias.

*Politóloga, profesora-investigadora. Miembro Fundadora de la AMECIP y secretaria de Membresías. Mail: margarita_arguelles@hotmail.com