/ martes 17 de octubre de 2023

La fuerza de los emprendedores

En días pasados me reuní con un grupo de emprendedores y emprendedoras poblanos, y me resultó una experiencia por demás aleccionadora y gratificante.

Porque para todos aquellos que sabemos vivir fuera del presupuesto gubernamental, el estar dispuesto arriesgar, a emprender y por ende, saber que está implícita la posibilidad de pérdida, representa toda una mentalidad competitiva.

Emprender requiere carácter, disciplina, conocimiento, preparación, hacer equipo y mucho coraje, para entrar al juego de competir globalmente en términos de calidad, valor, y precio. No basta con tener una buena idea, hace falta recurrir a personas que saben sobre materias en las que nosotros no somos expertos, para elaborar un plan de negocios adecuado y desarrollar un producto mínimo viable, que después de ser sometido a muchas pruebas de toda índole, se lanza al mercado todavía con gran incertidumbre a pesar de haberle puesto en su desarrollo tiempo, pasión y una parte de nuestro propio ser.

Respeto y admiro a los emprendedores, y empresarios poblanos porque con esta mentalidad de ir siempre para adelante a pesar de la gran competencia y la adversidad, generan empleos, pagan impuestos, innovan y logran que todos los que participan en sus emprendimientos se obliguen a ser día a día mejores.

Esta es una oportunidad y reto para todos los niveles de gobierno, asumir que la creación de empleos bien pagados es la fórmula para generar competitividad, y para ello se sobre entiende que es fundamental proveer de las oportunidades educativas y técnicas a los y las mexicanas, para que puedan desarrollar y explotar todo el potencial que tienen.

No debemos escatimar en la formación para el trabajo y en la educación técnica pasando por la formación universitaria a nivel licenciatura y posgrado, con todo el apoyo como lo mencioné anteriormente, de los tres niveles de gobierno para que se invierta en incubadoras de conocimiento y de desarrollo de nuevos proyectos, donde además, los y las jóvenes entren en contacto directo con profesionistas con los que pueden hacer equipo para fortalecer sus proyectos de negocio.

Así como tenemos que apoyar desde el Estado a los que menos tienen, brindándoles los satisfactores mínimos para que tengan una vida digna, debemos implementar políticas públicas en el sentido de lo que menciono en los párrafos anteriores, para que al incrementar la competitividad de nuestras vocaciones productivas con potencial de mercado, favorezcamos la atracción de inversiones a nuestro estado y el desarrollo de tecnología local, cuyos beneficios se queden permanentemente aquí, sin importar la procedencia del capital.

Pocas cosas son tan nocivas para una economía como la instalación de empresas de diferentes partes del mundo, que llegan, se benefician y explotan recursos primarios o las ventajas de ubicación geográfica, y después simplemente se van sin haber realizado ninguna transferencia tecnológica ni de conocimiento.

Puebla tiene el potencial de fortalecerse como un hub empresarial de alta tecnología, complementario al clúster automotriz que todos conocemos. Somos uno de los estados más poderosos en generación de profesionistas, tenemos a muchas de las mejores universidades del país aquí, y eso nos da la oportunidad de seleccionar y dar oportunidades para emprender a todos esos jóvenes brillantes, que tienen el conocimiento más fresco en el marco de una economía que requiere de sus talentos y energía.

Los y las emprendedoras, los y las empresarias, los y las comerciantes, los y las estudiantes de Puebla tienen en mí a un aliado convencido de que para lograr que la economía se detone no se puede estar viviendo de subsidios ni del presupuesto gubernamental.

Agradezco el afecto recibido en días pasados, porque además me inyectan esa energía y ganas de darlo todo por lo que uno desea y en lo que uno cree.


En días pasados me reuní con un grupo de emprendedores y emprendedoras poblanos, y me resultó una experiencia por demás aleccionadora y gratificante.

Porque para todos aquellos que sabemos vivir fuera del presupuesto gubernamental, el estar dispuesto arriesgar, a emprender y por ende, saber que está implícita la posibilidad de pérdida, representa toda una mentalidad competitiva.

Emprender requiere carácter, disciplina, conocimiento, preparación, hacer equipo y mucho coraje, para entrar al juego de competir globalmente en términos de calidad, valor, y precio. No basta con tener una buena idea, hace falta recurrir a personas que saben sobre materias en las que nosotros no somos expertos, para elaborar un plan de negocios adecuado y desarrollar un producto mínimo viable, que después de ser sometido a muchas pruebas de toda índole, se lanza al mercado todavía con gran incertidumbre a pesar de haberle puesto en su desarrollo tiempo, pasión y una parte de nuestro propio ser.

Respeto y admiro a los emprendedores, y empresarios poblanos porque con esta mentalidad de ir siempre para adelante a pesar de la gran competencia y la adversidad, generan empleos, pagan impuestos, innovan y logran que todos los que participan en sus emprendimientos se obliguen a ser día a día mejores.

Esta es una oportunidad y reto para todos los niveles de gobierno, asumir que la creación de empleos bien pagados es la fórmula para generar competitividad, y para ello se sobre entiende que es fundamental proveer de las oportunidades educativas y técnicas a los y las mexicanas, para que puedan desarrollar y explotar todo el potencial que tienen.

No debemos escatimar en la formación para el trabajo y en la educación técnica pasando por la formación universitaria a nivel licenciatura y posgrado, con todo el apoyo como lo mencioné anteriormente, de los tres niveles de gobierno para que se invierta en incubadoras de conocimiento y de desarrollo de nuevos proyectos, donde además, los y las jóvenes entren en contacto directo con profesionistas con los que pueden hacer equipo para fortalecer sus proyectos de negocio.

Así como tenemos que apoyar desde el Estado a los que menos tienen, brindándoles los satisfactores mínimos para que tengan una vida digna, debemos implementar políticas públicas en el sentido de lo que menciono en los párrafos anteriores, para que al incrementar la competitividad de nuestras vocaciones productivas con potencial de mercado, favorezcamos la atracción de inversiones a nuestro estado y el desarrollo de tecnología local, cuyos beneficios se queden permanentemente aquí, sin importar la procedencia del capital.

Pocas cosas son tan nocivas para una economía como la instalación de empresas de diferentes partes del mundo, que llegan, se benefician y explotan recursos primarios o las ventajas de ubicación geográfica, y después simplemente se van sin haber realizado ninguna transferencia tecnológica ni de conocimiento.

Puebla tiene el potencial de fortalecerse como un hub empresarial de alta tecnología, complementario al clúster automotriz que todos conocemos. Somos uno de los estados más poderosos en generación de profesionistas, tenemos a muchas de las mejores universidades del país aquí, y eso nos da la oportunidad de seleccionar y dar oportunidades para emprender a todos esos jóvenes brillantes, que tienen el conocimiento más fresco en el marco de una economía que requiere de sus talentos y energía.

Los y las emprendedoras, los y las empresarias, los y las comerciantes, los y las estudiantes de Puebla tienen en mí a un aliado convencido de que para lograr que la economía se detone no se puede estar viviendo de subsidios ni del presupuesto gubernamental.

Agradezco el afecto recibido en días pasados, porque además me inyectan esa energía y ganas de darlo todo por lo que uno desea y en lo que uno cree.


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