/ martes 18 de junio de 2024

Los pueblos originarios un legado pluricultural para Puebla

El estado de Puebla goza de una herencia, cultural, gastronomía ancestral, lenguas originarias, artesanías, medicina tradicional y prácticas espirituales para honrar generaciones pasadas, y cuyo legado debe convertirse en una práctica que permita garantizar la continuidad en las futuras generaciones, para preservar el acervo cultural de cada una de las regiones donde se encuentran asentadas los pueblos originarios

Datos del INEGI, revelan que el estado de Puebla, ocupa el cuarto lugar nacional en albergar pueblos originarios, con un total de 622 mil 427 habitantes que hablan una lengua indígena y quienes luchan por preservar los usos y costumbres de cada zona; las lenguas que predominan en el estado son: náhuatl ñañu u otomí, totonaco, mixteco y popoloca.

En la entidad, se hablan 53 de las 71 lenguas originarias registradas a nivel nacional, sin embargo, son 5 las que predominan en 35 municipios de los 217 que conforman la entidad. En estas zonas, también se tienen registros que el 78 por ciento de la población, no asiste a la escuela, y que el 30 por ciento, no cuenta con servicios básicos.

La preservación del legado que representan los pueblos originarios, es importante para el país, como para el territorio poblano, pues ello, representa salvaguardar la diversidad cultural mantener un impulso a la inclusión social y el reconocimiento a un entendimiento intercultural, para construir un mejor futuro bajo el respeto de sus tradiciones, usos y costumbres.

Por ello, se hace necesario revisar y atender los problemas que atañen a los pueblos originarios, para sacarlos del olvido y borrar en ellos, el rostro de la pobreza que los ha marcado. Se debe de respetar sus usos y costumbres para no ser violentados en sus derechos y fortalecer la legislación normativa que es fundamental para fortalecer su identidad jurídica como lo marcan leyes y tratados nacionales e internacionales.

Situados en la geografía poblana nos encontramos que los pueblos Nahuas, están entre los Valles de Serdán y Atlixco, y engloban a los municipios con problemas de pobreza, En el caso de los Totonacas, se ubican principalmente en dos regiones, en la Sierra Norte y Región Nororiental, en ella, destacan los municipios de Zapotitlán de Méndez, San Felipe Tepatlán, Zongozotla, Huehuetla y Caxhuacan; demarcaciones, que el Coneval señaló que, son poblaciones vulnerables por carencia social, falta de ingresos y poco acceso a la seguridad social.

En tanto, la población N´giwa o Popoloca, se ubica en Santa Inés Ahuatempan, Santiago Miahuatlán, Tepexi de Rodríguez, Tepanco de López, Tlacotepec de Benito Juárez y San Gabriel Chilac. Los Mazatecos se encuentran en los municipios de Coyomeapan, San Sebastián Tlacotepec y Santiago Miahuatlán. Las poblaciones Otomí se localizan en Honey, Pahuatlán, Pantepec, Tlaxco, Tlacuilotepec, y Xicotepec, comunidades más del 50 por ciento de la población tiene tres o más carencias sociales

Los Mixtecos se localizan en Chigmecatitlán, Molcaxac y Xayacatlán de Bravo y por último, la etnia Tepehua habita dentro de Pantepec en las localidades Rancho Nuevo y La Pahua, así como Francisco Z. Mena, localidades con problemas de pobreza.

En estos lugares se defiende la cultura, la tradición, el origen, y raíces, se lucha por la dignificación, el reconocimiento de sus tradiciones y gastronomía única en el mundo, en donde se plantean cambios para trabajar juntos por el progreso sin menoscabo del origen para ofrecer acceso a la salud a la educación, la tecnificación al campo, y el impulso a la medicina tradicional.

Sin embargo, parte del diagnóstico encontrado, nos lleva a visualizar poblaciones aisladas con medios de comunicación deficientes como carreteras en mal estado, que permiten un mínimo desarrollo a su economía, a sus productos y artesanías.

Especialistas plantean que parte de este impulso a los pueblos originarios, deberá de estar enfocado a proyectar un corredor turístico en el que se pueda dar a conocer las tradiciones, la cultura, así como la gastronomía.

También ofrecer la asesoría técnica para que los productos que siembran sean procesados de tal manera que, se obtenga la mayor ganancia para beneficio de su economía, como la instalación de agro parques industriales para el procesamiento de la materia prima.

La magia de estos lugares se debe visualizar desde el punto de vista cosmopolita-pluricultural y aprovechar que el estado será un nodo de comunicación importante con el paso de Tren Interoceánico para los pueblos originarios sean proyectados a nivel internacional.

El estado de Puebla goza de una herencia, cultural, gastronomía ancestral, lenguas originarias, artesanías, medicina tradicional y prácticas espirituales para honrar generaciones pasadas, y cuyo legado debe convertirse en una práctica que permita garantizar la continuidad en las futuras generaciones, para preservar el acervo cultural de cada una de las regiones donde se encuentran asentadas los pueblos originarios

Datos del INEGI, revelan que el estado de Puebla, ocupa el cuarto lugar nacional en albergar pueblos originarios, con un total de 622 mil 427 habitantes que hablan una lengua indígena y quienes luchan por preservar los usos y costumbres de cada zona; las lenguas que predominan en el estado son: náhuatl ñañu u otomí, totonaco, mixteco y popoloca.

En la entidad, se hablan 53 de las 71 lenguas originarias registradas a nivel nacional, sin embargo, son 5 las que predominan en 35 municipios de los 217 que conforman la entidad. En estas zonas, también se tienen registros que el 78 por ciento de la población, no asiste a la escuela, y que el 30 por ciento, no cuenta con servicios básicos.

La preservación del legado que representan los pueblos originarios, es importante para el país, como para el territorio poblano, pues ello, representa salvaguardar la diversidad cultural mantener un impulso a la inclusión social y el reconocimiento a un entendimiento intercultural, para construir un mejor futuro bajo el respeto de sus tradiciones, usos y costumbres.

Por ello, se hace necesario revisar y atender los problemas que atañen a los pueblos originarios, para sacarlos del olvido y borrar en ellos, el rostro de la pobreza que los ha marcado. Se debe de respetar sus usos y costumbres para no ser violentados en sus derechos y fortalecer la legislación normativa que es fundamental para fortalecer su identidad jurídica como lo marcan leyes y tratados nacionales e internacionales.

Situados en la geografía poblana nos encontramos que los pueblos Nahuas, están entre los Valles de Serdán y Atlixco, y engloban a los municipios con problemas de pobreza, En el caso de los Totonacas, se ubican principalmente en dos regiones, en la Sierra Norte y Región Nororiental, en ella, destacan los municipios de Zapotitlán de Méndez, San Felipe Tepatlán, Zongozotla, Huehuetla y Caxhuacan; demarcaciones, que el Coneval señaló que, son poblaciones vulnerables por carencia social, falta de ingresos y poco acceso a la seguridad social.

En tanto, la población N´giwa o Popoloca, se ubica en Santa Inés Ahuatempan, Santiago Miahuatlán, Tepexi de Rodríguez, Tepanco de López, Tlacotepec de Benito Juárez y San Gabriel Chilac. Los Mazatecos se encuentran en los municipios de Coyomeapan, San Sebastián Tlacotepec y Santiago Miahuatlán. Las poblaciones Otomí se localizan en Honey, Pahuatlán, Pantepec, Tlaxco, Tlacuilotepec, y Xicotepec, comunidades más del 50 por ciento de la población tiene tres o más carencias sociales

Los Mixtecos se localizan en Chigmecatitlán, Molcaxac y Xayacatlán de Bravo y por último, la etnia Tepehua habita dentro de Pantepec en las localidades Rancho Nuevo y La Pahua, así como Francisco Z. Mena, localidades con problemas de pobreza.

En estos lugares se defiende la cultura, la tradición, el origen, y raíces, se lucha por la dignificación, el reconocimiento de sus tradiciones y gastronomía única en el mundo, en donde se plantean cambios para trabajar juntos por el progreso sin menoscabo del origen para ofrecer acceso a la salud a la educación, la tecnificación al campo, y el impulso a la medicina tradicional.

Sin embargo, parte del diagnóstico encontrado, nos lleva a visualizar poblaciones aisladas con medios de comunicación deficientes como carreteras en mal estado, que permiten un mínimo desarrollo a su economía, a sus productos y artesanías.

Especialistas plantean que parte de este impulso a los pueblos originarios, deberá de estar enfocado a proyectar un corredor turístico en el que se pueda dar a conocer las tradiciones, la cultura, así como la gastronomía.

También ofrecer la asesoría técnica para que los productos que siembran sean procesados de tal manera que, se obtenga la mayor ganancia para beneficio de su economía, como la instalación de agro parques industriales para el procesamiento de la materia prima.

La magia de estos lugares se debe visualizar desde el punto de vista cosmopolita-pluricultural y aprovechar que el estado será un nodo de comunicación importante con el paso de Tren Interoceánico para los pueblos originarios sean proyectados a nivel internacional.