El gran resultado de Claudia Sheinbaum en el Estado de Puebla superó todas las expectativas, pues fue criticada por no ser una candidata que generara simpatías entre los electores, incluso Xóchitl Gálvez la calificó de fría y sin corazón. Pero los votos obtenidos muestran que su candidatura despertó más simpatías de las esperadas para un perfil más mesurado en comparación a sus competidores, pero sobre todo con Andrés Manuel López Obrador. El calificativo de frialdad en realidad tuvo su origen en una inevitable comparación con el aún presidente de la República.
Sheinbaum ganó con casi 36 millones de votos, 60% de la votación en las elecciones del pasado 2 de junio, superando en términos absolutos y relativos a AMLO en 2018, quien ganó con un poco menos de 30 millones de votos, 53% de los votos. El fenómeno fue en esta ocasión la candidata ganadora, Claudia Sheinbaum, que con un perfil mesurado y menos visceral ganó la simpatía de 6 de cada 10 mexicanos que fueron a votar, también contribuyó mucho la mala campaña de la oposición, que no pudo proponer una alternativa auténtica a la mayoría de los electores.
La futura presidenta de México iniciará su mandato con niveles de aprobación muy similares a los de su antecesor, estará entre 75% y 85%. Fue un gran logro para los gobiernos de Morena, apoyar un mandato con más de 60% de aprobación como lo fue el de López Obrador, quien entregará la estafeta a su sucesora con igual o mayor aprobación. Aunque este hecho tendrá una repercusión en cuanto a la expectativa, la cual será grande, al tratarse de la primera mujer presidenta de la República: superar el clima de inseguridad presente en el país y la demanda de más apoyos sociales.
Cuando les preguntamos a los electores poblanos acerca de qué esperan que sea diferente en la presidencia de Sheinbaum destacan, en primer lugar, mano firme contra la delincuencia, con 44% de las respuestas. En segundo lugar, mayores apoyos sociales con 38%, ambos temas representan el 82% de las menciones que dieron los entrevistados en el Estado de Puebla.
Los dos temas vuelven a sobresalir, como el parámetro con el que la primera presidenta de México será medida. Cuando preguntamos sobre cuál consideran la principal tarea que tiene Sheinbaum como presidenta, 57% respondió la inseguridad o mano firme contra la delincuencia y 28% consideran que mayores apoyos sociales.
Dado los altos porcentajes correspondientes a las respuestas relacionadas con la inseguridad y los apoyos sociales, se puede inferir que, en su mandato, Claudia Sheinbaum deberá contribuir a abatir la inseguridad que está presente en el país y fortalecer los programas sociales que han caracterizado la narrativa de la 4t. La política de “abrazos, no balazos” seguramente tendrá que ser revisada, debido a que la mayoría de los mexicanos piensan que la inseguridad se ha incrementado durante el mandato del presidente López Obrador, pese a que él mismo siempre estuvo atribuyendo parte de la responsabilidad a los gobiernos que le precedieron. Por otro lado, el fortalecimiento de los apoyos sociales se ha convertido en parte del mandato ciudadano, debido a que fue un tema importante en la campaña de la morenista: con los gobiernos de Morena se apoyó a la gente, se incrementaron las pensiones, se otorgaron más becas y apoyos a grupos de la población que nunca había sido beneficiados, y se garantizará la permanencia de este tipo de programas sociales. En los primeros meses veremos qué cambios tendrán lugar en las políticas de seguridad pública y de bienestar social; para que los gobiernos de Morena sigan siendo altamente valorados por los mexicanos.