/ miércoles 5 de junio de 2024

México, a 3 de Junio del 2024

En mi caso y quizá en el de muchos amanecimos trasnochados, desvelados y agotados; sin embargo con estabilidad, lo cual después de una contienda electoral tan grande como la que vivimos, es muy agradecible a todos.

Esta mañana existieron rostros tristes y alegres, pero todos caminando por la calle, yendo a la escuela, al trabajo, en general en las actividades cotidianas de un país en paz. Quizá con incertidumbre pero estable. Muchos, no tantos, hablan de los resultados electorales, divergiendo en opiniones sobre mesas de análisis profesionales o caseras, pero con estabilidad, porque nadie está hablando de crisis financieras ni realmente en abandonar el país. Hoy México tiene una democracia sólida, que ha costado años y sangre construirla; hoy no hay calles tomadas ni negocios en quiebra por esta causa electoral, o escuelas clausuradas, mucho menos cines o fábricas. Iniciamos el lunes casi normal, desde luego con una gran reflexión.

Las fobias o discrepancias sociales fueron la antesala de esta contienda y hoy, deben quedar atrás. Esto atañe al nuevo gobierno pero principalmente a la sociedad, a nosotros a los que comprendemos el fenómeno que nos devora; de todas esas mujeres y hombres que inclusive ejercieron un voto distrito al que prevalece y da la victoria a la coalición que arrolló. Nadie debe sentir desconsuelo, no olvidemos que todos somos mexicanos, no distraigamos nuestra mirada en una realidad que nos supere. Hoy más que nunca debemos promover el deporte, el arte y la cultura para estar más preparados y trabajar por abatir la desigualdad.

Ayer no fue el fin, sino el principio de un nuevo México, un México que tendrá a la primera presidenta mujer y en el caso de Puebla, al gobernador mayor votado en la historia. A algunos nos tocará el papel de transmitir y transformar, a otros de cuestionar, pero al final todos debemos contribuir para dotar a nuestros estados y nuestro país de esperanza y bienestar. Es nuestra obligación aportar en la construcción de un mejor mañana, nos espera una juventud a la cual educar y una gran cantidad de personas que abrazar. La tolerancia y respeto deben mantenerse como fórmula en esta nueva composición.

Luego entonces veamos lo que sí tenemos que es, ESTABILIDAD. Y con las herramientas que contamos en lo individual, sumemos al proyecto común. No debemos olvidar que en todos los periodos, en todos los mandatos, siempre habrá de donde partir y hoy tenemos democracia. Si a tu primo no le gusto el resultado es tu obligación tender la mano y dejar atrás el calor de la contienda, porque la reconciliación es la base para ponernos de acuerdo una vez que la mayoría ha impuesto su derecho con legalidad. Que no se nos olvide la política porque vienen meses de transición, cuentas que entregar y planes por trazar; de los ciudadanos, del pueblo, es de quienes es la obligación permanente, vigilar el buen uso del poder que se otorga.

En 1911 ejercieron su voto a favor de Madero 19,997 hombres exclusivamente, mayores de 18 años casados ó 21 años solteros y con modo honesto de vivir. En 2024 hablamos de 57,307,000 mujeres y hombres libres que elegimos por primera vez a una mujer presidenta. Sí hemos avanzado y la percepción del tiempo no es del tamaño de nuestra corta existencia en este plano, porque ni el promedio de edad actual llega a la revolución, mucho menos a la independencia, y eso solo significa que el avance histórico no depende de una sola persona.

Convergencia es la palabra que debe prevalecer esta semana y la reflexión ser la protagonista de nuestras platicas en familia, porque comprendiendo que la experiencia nos va haciendo más maduros como sociedad, tomaremos el aprendizaje y desde hoy, continuaremos con la inercia de la participación activa en los destinos de la administración pública. Porque a todos nos afecta y no debe ser solo sexenal. Toca sumar y juntos multiplicar la posibilidades de avanzar.

@serdan.mx

En mi caso y quizá en el de muchos amanecimos trasnochados, desvelados y agotados; sin embargo con estabilidad, lo cual después de una contienda electoral tan grande como la que vivimos, es muy agradecible a todos.

Esta mañana existieron rostros tristes y alegres, pero todos caminando por la calle, yendo a la escuela, al trabajo, en general en las actividades cotidianas de un país en paz. Quizá con incertidumbre pero estable. Muchos, no tantos, hablan de los resultados electorales, divergiendo en opiniones sobre mesas de análisis profesionales o caseras, pero con estabilidad, porque nadie está hablando de crisis financieras ni realmente en abandonar el país. Hoy México tiene una democracia sólida, que ha costado años y sangre construirla; hoy no hay calles tomadas ni negocios en quiebra por esta causa electoral, o escuelas clausuradas, mucho menos cines o fábricas. Iniciamos el lunes casi normal, desde luego con una gran reflexión.

Las fobias o discrepancias sociales fueron la antesala de esta contienda y hoy, deben quedar atrás. Esto atañe al nuevo gobierno pero principalmente a la sociedad, a nosotros a los que comprendemos el fenómeno que nos devora; de todas esas mujeres y hombres que inclusive ejercieron un voto distrito al que prevalece y da la victoria a la coalición que arrolló. Nadie debe sentir desconsuelo, no olvidemos que todos somos mexicanos, no distraigamos nuestra mirada en una realidad que nos supere. Hoy más que nunca debemos promover el deporte, el arte y la cultura para estar más preparados y trabajar por abatir la desigualdad.

Ayer no fue el fin, sino el principio de un nuevo México, un México que tendrá a la primera presidenta mujer y en el caso de Puebla, al gobernador mayor votado en la historia. A algunos nos tocará el papel de transmitir y transformar, a otros de cuestionar, pero al final todos debemos contribuir para dotar a nuestros estados y nuestro país de esperanza y bienestar. Es nuestra obligación aportar en la construcción de un mejor mañana, nos espera una juventud a la cual educar y una gran cantidad de personas que abrazar. La tolerancia y respeto deben mantenerse como fórmula en esta nueva composición.

Luego entonces veamos lo que sí tenemos que es, ESTABILIDAD. Y con las herramientas que contamos en lo individual, sumemos al proyecto común. No debemos olvidar que en todos los periodos, en todos los mandatos, siempre habrá de donde partir y hoy tenemos democracia. Si a tu primo no le gusto el resultado es tu obligación tender la mano y dejar atrás el calor de la contienda, porque la reconciliación es la base para ponernos de acuerdo una vez que la mayoría ha impuesto su derecho con legalidad. Que no se nos olvide la política porque vienen meses de transición, cuentas que entregar y planes por trazar; de los ciudadanos, del pueblo, es de quienes es la obligación permanente, vigilar el buen uso del poder que se otorga.

En 1911 ejercieron su voto a favor de Madero 19,997 hombres exclusivamente, mayores de 18 años casados ó 21 años solteros y con modo honesto de vivir. En 2024 hablamos de 57,307,000 mujeres y hombres libres que elegimos por primera vez a una mujer presidenta. Sí hemos avanzado y la percepción del tiempo no es del tamaño de nuestra corta existencia en este plano, porque ni el promedio de edad actual llega a la revolución, mucho menos a la independencia, y eso solo significa que el avance histórico no depende de una sola persona.

Convergencia es la palabra que debe prevalecer esta semana y la reflexión ser la protagonista de nuestras platicas en familia, porque comprendiendo que la experiencia nos va haciendo más maduros como sociedad, tomaremos el aprendizaje y desde hoy, continuaremos con la inercia de la participación activa en los destinos de la administración pública. Porque a todos nos afecta y no debe ser solo sexenal. Toca sumar y juntos multiplicar la posibilidades de avanzar.

@serdan.mx