El gobernador electo de Puebla, el morenista Alejandro Armenta Mier, adelantó será posterior al anuncio de la integración del gabinete presidencial de Claudia Sheinbaum Pardo cuando él haga lo propio para el gobierno estatal.
Este tiempo de espera, a meses de asumir el cargo constitucional en el estado, le permitirá analizar los perfiles de hombres y mujeres más adecuados para cristalizar los proyectos que ofreció al electorado durante la campaña.
Solo a manera de cortesía, pero puede ser una insinuación de que la integración del gabinete estatal pase por el “visto bueno” de la presidenta Sheinbaum -tal vez pasando por el filtro de quién será el secretario de Gobernación federal-.
De inicio, Armenta adelantó que el o la titular de la Secretaría de Seguridad Pública estatal será nombrado de “manera conjunta” con la presidenta, es decir, será “palomeado” en Palacio Nacional.
Por lo demás, y me refiero a la designación del gabinete estatal, Armenta tendrá mano libre para ponderar la integración, considerando que el llamado “pago de facturas” con grupos políticos de pedigrí morenista serán los menores, en cargos de menor relevancia.
Presumen en Morena -como filosofía obradorista- que lo suyo no es el odio ni la venganza, pero difícilmente tendrán buenas posiciones en el gabinete estatal miembros del grupo “salomónico”, los “nachistas” o el barbosismo.
El bloque político que tiene el control político del gobierno sustituto hizo hasta lo imposible en el consejo estatal de Morena para impedirle a Alejandro Armenta se hiciera de la candidatura, no solo lo excluyeron, sino que lo sabotearon.
Si acaso el gobernador sustituto podría figurar en el gabinete federal en un cargo de tercer nivel.
Tendrán nulas posibilidades de figurar en el gabinete estatal personajes del “barbosismo”, porque éste ya no existe.
Al igual que el morenovallismo, el barbosismo se extinguió con la muerte de Miguel Barbosa Huerta, como ocurrió con Rafael Moreno Valle.
Armenta lo mismo enfrentó agravios que litigios en tribunales electorales con los extintos ex mandatarios estatales.
La única “heredera” del barbosismo, Rosario Orozco Caballero, ya fue indemnizada con fuero constitucional con un escaño, abultadas cuentas bancarias y bienes para diez generaciones.
Tampoco tiene mucho futuro un arreglo político del gobernador electo con el virtual senador Ignacio Mier Velazco para uno de sus “alfiles” obtenga una posición de primer nivel en el gabinete, pero podrá colar a alguno de los suyos en alguna Dirección de “Asuntos Intrascendentes”.
Será una pérdida de tiempo, y hasta ocioso, especular respecto a los nombres de los hombres y las mujeres que integrarán el gabinete estatal en el gobierno de Alejandro Armenta Mier.
Empero sí es posible prever el perfil del equipo de trabajo que acompañará a Armenta en la administración estatal.
Esencialmente se trata de personajes con quienes ha compartido el servicio público, los mismos con quienes construyó su proyecto para obtener la candidatura en Morena, que fueron la base principal para ganar la elección constitucional.
Por esta razón no sería extraño que en el gabinete estatal predominen secretarios y secretarias filopriista, de la camada del gobierno del 2010, con un “fachadismo” guinda, y alguno que otro como “florero” proveniente de la “izquierda histórica”.
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Face: Pablo Ruiz Meza
