/ jueves 11 de julio de 2024

Nada personal / “Lalo” Rivera aspira relevar a Marko Cortés en el PAN

El ex candidato opositor a la gubernatura Eduardo Rivera Pérez tiene la autoestima muy alta o sigue en shock post electoral: ahora pretende convertirse en el dirigente nacional del PAN.

En reciente cónclave albiazul fue el alcalde suplente Adán Domínguez quien le vio cualidades a “Lalo” Rivera para que releve en el cargo al impresentable Marko Cortés Mendoza.

Una primera versión respecto al futuro político del ex alcalde panista y derrotado candidato a gobernador era la dirigencia estatal, pero sus aplaudidores le ven tamaños para presidir el CEN.

En plena crisis post electoral donde nadie quiere responder por los yerros cometidos durante las elecciones locales, la rebatinga es por quedarse como la mayor parte del control de ese partido.

Cada uno de los grupos albiazules muy definidos pelean por quedarse con la mayor parte del pastel.

Tres grupos políticos son los más visibles: el comandado por Eduardo Rivera Pérez, el que representa el ex candidato a alcalde Mario Riestra Piña, y Genoveva Huerta, al frente del último resquicio del morenovallismo.

Genoveva presume su cercanía con el michoacano Marko Cortés, quien utilizó el sistema de apartado para quedarse con el escaño en el Senado.

En estas circunstancias es Eduardo Rivera quien necesita el mejor foro político para resistir los embates del oficialismo, porque sabe le cobrarán facturas por los agravios en campaña.

Uno de los agravios de Rivera Pérez que se presume tendrá respuesta es la correspondiente a la exhibición de la fotografía de la priista presa Tania N. con el gobernador sustituto, exhibida durante el debate entre candidatos.

Al margen de esta presunta vendetta, que tendrá una de sus expresiones en la revisión de las cuentas públicas de los municipios que le corresponderá en la nueva legislatura del Congreso local, bajo el dominio absoluto de Morena, la autocrítica es la principal ausente en ese partido.

Alguien debe explicar el triunfo del PAN en San Andrés Cholula en poder de grupos panistas de interés que obedecen más a los dictados de los inmobiliarios del Grupo Posadas, que al mandato popular.

La panista presidenta municipal electa Guadalupe Cuautle tiene un solo mandato: el de los desarrolladores inmobiliarios, el gran elector en ese municipio con ventanilla abierta para autorizarles todos sus trámites.

Uno de los personajes más activos en la revisión de los errores cometidos por el panismo durante el proceso electoral federal y locales es la poblana Ana Teresa Aranda, quien participa en la “comisión de la verdad” del CEN del PAN.

Pero en Puebla nadie quiere reconocer la responsabilidad del “electoricidio” del PAN con la mal lograda alianza electoral con el PRI y el PRD.

En el proceso electoral local la mayor preocupación del Agusta Díaz de Rivera, la presidenta del CDE, fue la construcción del costoso inmueble del edificio sede de ese partido político.

“Tití”, como se refieren a Díaz de Rivera sus allegados y amigos, estaba toda despreocupada por el resultado electoral porque confió ciegamente en los cerca de 600 mil votos del partido tricolor, “porque las personas de edad mayor eran un voto cautivo del PRI”; quedó claro que la engañaron.

Reducidos a su mínima expresión parlamentaria, y contados con los dedos los regidores en los cabildos de los municipios, el futuro del derrotado y debilitado PAN es incierto, en la orfandad política por la salida de uno de los principales fundadores del neopanismo en Puebla.

X@pabl_ruiz

Face: Pablo Ruiz Meza

E-mail: pabloruiz91516@gmail.com

El ex candidato opositor a la gubernatura Eduardo Rivera Pérez tiene la autoestima muy alta o sigue en shock post electoral: ahora pretende convertirse en el dirigente nacional del PAN.

En reciente cónclave albiazul fue el alcalde suplente Adán Domínguez quien le vio cualidades a “Lalo” Rivera para que releve en el cargo al impresentable Marko Cortés Mendoza.

Una primera versión respecto al futuro político del ex alcalde panista y derrotado candidato a gobernador era la dirigencia estatal, pero sus aplaudidores le ven tamaños para presidir el CEN.

En plena crisis post electoral donde nadie quiere responder por los yerros cometidos durante las elecciones locales, la rebatinga es por quedarse como la mayor parte del control de ese partido.

Cada uno de los grupos albiazules muy definidos pelean por quedarse con la mayor parte del pastel.

Tres grupos políticos son los más visibles: el comandado por Eduardo Rivera Pérez, el que representa el ex candidato a alcalde Mario Riestra Piña, y Genoveva Huerta, al frente del último resquicio del morenovallismo.

Genoveva presume su cercanía con el michoacano Marko Cortés, quien utilizó el sistema de apartado para quedarse con el escaño en el Senado.

En estas circunstancias es Eduardo Rivera quien necesita el mejor foro político para resistir los embates del oficialismo, porque sabe le cobrarán facturas por los agravios en campaña.

Uno de los agravios de Rivera Pérez que se presume tendrá respuesta es la correspondiente a la exhibición de la fotografía de la priista presa Tania N. con el gobernador sustituto, exhibida durante el debate entre candidatos.

Al margen de esta presunta vendetta, que tendrá una de sus expresiones en la revisión de las cuentas públicas de los municipios que le corresponderá en la nueva legislatura del Congreso local, bajo el dominio absoluto de Morena, la autocrítica es la principal ausente en ese partido.

Alguien debe explicar el triunfo del PAN en San Andrés Cholula en poder de grupos panistas de interés que obedecen más a los dictados de los inmobiliarios del Grupo Posadas, que al mandato popular.

La panista presidenta municipal electa Guadalupe Cuautle tiene un solo mandato: el de los desarrolladores inmobiliarios, el gran elector en ese municipio con ventanilla abierta para autorizarles todos sus trámites.

Uno de los personajes más activos en la revisión de los errores cometidos por el panismo durante el proceso electoral federal y locales es la poblana Ana Teresa Aranda, quien participa en la “comisión de la verdad” del CEN del PAN.

Pero en Puebla nadie quiere reconocer la responsabilidad del “electoricidio” del PAN con la mal lograda alianza electoral con el PRI y el PRD.

En el proceso electoral local la mayor preocupación del Agusta Díaz de Rivera, la presidenta del CDE, fue la construcción del costoso inmueble del edificio sede de ese partido político.

“Tití”, como se refieren a Díaz de Rivera sus allegados y amigos, estaba toda despreocupada por el resultado electoral porque confió ciegamente en los cerca de 600 mil votos del partido tricolor, “porque las personas de edad mayor eran un voto cautivo del PRI”; quedó claro que la engañaron.

Reducidos a su mínima expresión parlamentaria, y contados con los dedos los regidores en los cabildos de los municipios, el futuro del derrotado y debilitado PAN es incierto, en la orfandad política por la salida de uno de los principales fundadores del neopanismo en Puebla.

X@pabl_ruiz

Face: Pablo Ruiz Meza

E-mail: pabloruiz91516@gmail.com