Una senadora del PVEM desempolvó una vieja propuesta de obligar a los motociclistas a rotular el número de placas de su vehículo en chaleco y casco de protección.
Nada nuevo tiene la “iniciativa” de la legisladora Juanita Guerra Mena, presentada ayer en la Cámara Alta, misma que ha chocado con la indolencia de los tres órdenes de gobierno.
Esa misma iniciativa la presentó en 2013 la diputada Rocío Corona Nakamira en la Cámara de Diputados, mediante la reforma la Artículo 74 Bis de la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal.
El objetivo entonces fue para conformar un registro público de motocicletas y obligar a los dueños a tener una matrícula visible, con placa legible, tarjeta de circulación y engomado.
La propuesta adquiere mayor relevancia para regular el parque vehicular de dos ruedas no solo por la movilidad, sino como medio de identificación en los estados para abatir ilícitos.
Lamentablemente este vehículo motorizado de uso popular por su bajo costo que ha crecido como medio de transporte familiar, se utiliza en actividades delictivas como asaltos, homicidios dolosos y venta de drogas.
El uso de motocicletas por la delincuencia común y organizada ha generado se identifique a los pilotos como “motonetos” (en Chiapas) “motosicarios” o “dealers”, criminalizando así a los motociclistas, sin importar cilindrajes, marcas o modelos.
Creen los legisladores federales que obligando a todos los motociclistas del país a traer el casco rotulado con el número de placas abatirán la delincuencia, incluido el robo de este tipo de vehículos, en la medida que esta iniciativa no le acompaña un plan integral de seguridad.
Diversas asociaciones de motociclistas se han pronunciado contra la medida porque además de estigmatizarlos, los criminalizan.
En las 32 entidades federativas los reglamentos de tránsito y las autoridades encargadas de la movilidad han sido permisibles al no regular el uso de motocicletas, empezando por la obligación de usar casco, prohibir transportar a menores de edad y viajen más de dos personas.
Para el 2023 se calculaba circulaban en el país más de seis millones de motocicletas, cuatrimotos y trimotos como parte del parque vehicular.
La falta de regulación ha ocasionado, según el Inegi, que en sólo cinco años el número de defunciones por accidente de motocicleta se incrementara en un 226 por ciento.
En el estado, del millón de unidades del parque vehicular, de 100 mil a 124 mil son motocicletas, pero se estima que solo una de cada cuatro motocicletas que circulan en el estado tienen un registro legal, publicó el reportero Daniel Hernández.
Solo en la ciudad capital en la última década se ha visto un crecimiento de ciudadanos que utilizan motocicleta, pues de 10 mil pasaron a 40 mil las “motos” en circulación, según cifras de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana.
Sin un plan integral de seguridad que inhiba la actividad delictiva con el uso de motocicletas, el Poder Legislativo federal pretende imponer la medida mediante decreto.
Los motociclistas deberán tener membretado en la parte posterior externa de los cascos, el número de la placa asignada, en letras y números tipo arial, reflejantes, cuyo tamaño sea de 3.5 centímetros de alto y un ancho de trazo de un centímetro.
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