El régimen de partidos políticos es oneroso y poco representativo de la diversidad y pluralidad de México. En el caso de Puebla, se destinarán más de 354 millones de pesos para financiamiento público de partidos políticos. Esta cantidad se reparte entre partidos nacionales y locales de nuestra entidad en función de los resultados obtenidos en el pasado proceso electoral de 2024.
Morena y los partidos que integran la Coalición Juntos Haremos Historia serán los partidos con mayor financiamiento, el partido lopezobradorista obtendrá más de 116 millones, mientras que Nueva Alianza aumentará de 6.7 a 18.3 millones, un incremento de más del 173%, y Fuerza por México de 6.7 a 17.3 millones, 158% más que el ejercicio anterior, el mismo caso para el Partido Verde Ecologista de México que obtendrá 36.1 millones y el Partido del Trabajo 29 millones.
En esta asignación de recursos los partidos de la oposición sufren un importante revés pues todos sufren recortes de más de 30%, por ejemplo el Partido de la Revolución Institucional (PRI) de tener 51, tendrá solo 34 millones. El Partido de la Revolución Democrática (PRD) perdió su registro y con ello el derecho de obtener prerrogativas, mientras que el Pacto Social de Integración (PSI) de tener 20 millones pasó a tener 7. Solo El Partido Acción Nacional (PAN) se salvó parcialmente pues reducirá su presupuesto en 1.6% quedando en 59 millones de pesos.
Esta asignación de recursos es desproporcionada para algunos partidos que más que una presencia, base social o estructuras políticas consolidadas, son aparatos burocráticos que poco o nada representan a la sociedad. Si bien el financiamiento público ha sido una de las principales herramientas para que la oposición tenga acceso a prerrogativas y pueda competir contra partidos que cuentan con más recursos o de financiamiento privado, lo cierto es que el actual esquema propicia diferentes vicios que simulan representatividad y que más que herramientas de poder ciudadano son agencias de colocación de candidaturas, o bien franquicias electorales.
Si bien el financiamiento público de partidos políticos busca garantizar condiciones equitativas en la contienda electoral, el gasto destinado en Puebla es cuestionable porque no es representativo. Además no solo es la asignación de recursos públicos, sino también el oscuro e inauditable factor de financiamiento privado a actores políticos que no reportan aportaciones.
En síntesis la desconexión entre partidos políticos y sociedad puede llevar a una crisis de representatividad política, en su momento este factor fue el determinante para el triunfo de Morena en 2018, sin embargo, el partido no ha logrado escapar de la dinámica electoral y si bien actualmente cuenta con un gran respaldo social, este puede convertirse en desánimo y eventualmente llevar a la irrupción de otra fuerza política o bien al debilitamiento institucional de los partidos políticos.
@IsaacPalestinaD