/ lunes 8 de julio de 2024

¿Por qué ganó Morena?

Hoy 8 de julio del presente año, a poco más de un mes de transcurrida la elección, aún existen personas que se preguntan ¿Por qué arrasó la Cuarta Transformación el pasado 2 de junio? Al margen de que haya quienes no entienden la actualidad del país y aún aseguran que hubo fraude (No hubo), para la mayoría de personas que aún se mantienen con la duda, la respuesta está ante sus propios ojos, pues nada más hay que ver lo que pasó la semana pasada con los “Líderes” de los partidos opositores del PRI y el PAN, Alito Moreno y Marko Cortés.

Pero iniciemos con el PRI, el partido al que tenían que tragarse en el Frente Amplio por México porque garantizaba como mínimo 9 millones de votos, apenas y obtuvo 5 millones 736 mil 420 sufragios, lejos de los más de 7 millones que obtuvo en el 2018, una elección en donde es menester mencionar, también obtuvieron resultados paupérrimos, no obstante su presidente Alito Moreno se ha mantenido en el cargo a costa del rompimiento con liderazgos tricolores como Claudia Ruiz Massieu, Jose Narro, Dulce Maria Sauriu u Osorio Chong.

La cosa no hace más que agravarse si consideramos que durante la gestión de Alejandro Moreno como dirigente del PRI, el partido ha perdido más de 4 millones de militantes, y actualmente tiene solo 30 diputados de 500, entre 15 y 18 de 128 senadurías, 2 de 32 gubernaturas, 46 de 2043 alcaldías, y 188 de 1113 de congresos estatales, en cualquier partido normal su presidente tras estos resultados estaría fuera, pero no en el PRI, Alito, quien llegó la dirigencia en el 2019, ha modificado los estatutos para poder perpetuarse en el poder, y ahora pretende nuevamente reformarlos para poder mantenerse en su cargo hasta el 2032.

Lo anterior a pesar de que tras los catastróficos resultados de este año, exdirigentes del partido como Enrique Ochoa, Joaquín Coldwell o Jose Antonio González, además de Francisco Labastida y Enrique de la Madrid, y ex gobernadores como José Reyes Baeza, Arturo Montiel o Jose Antonio González Curi, han solicitado formalmente su renuncia, pero tristemente (para los priistas), todo apunta a que Alito se saldrá con la suya, teniendo las suficientes lealtades compradas para reelegirse como mandatario del alguna vez partido hegemónico, el PRI.

Por otro lado tenemos al PAN cuyo dirigente es Marko Cortés, el cual lucha junto con Alito Moreno por ver quién ha traído los peores resultados para sus partidos en toda su historia, lo anterior luego de que Acción Nacional disminuyera sus números en 352 mil 031 votos con respecto a la elección del 2018, (También catastrófica), una dirigencia que se ha visto marcada por una presidencia torpe, sin efectividad y carente de cualquier nivel de liderazgo, al grado de llegar hasta los gritos con su propia candidata Xóchitl Gálvez, según declaró la propia ex aspirante presidencial.

Además la semana pasada trascendió en distintos medios el encontronazo en redes sociales entre el aún dirigente panista con Roberto Gil Zuarth y el propio Felipe Calderón, esto aparte de un careo con Javier Lozano en el portal Atypical TV. Lo que le exigieron a Cortes en ambos casos es que renuncie a la presidencia del PAN por los pésimos resultados vividos durante su administración, y la mala imagen que le da al partido, esto debido a que Cortes también se ha visto involucrado en escándalos, como cuando se quejó públicamente de que no se le cumplieran los tratos que hizo por debajo de la mesa, con respecto a la repartición de notarías en Coahuila (Algo que increíblemente ventilo el propio Cortés).

Todo lo anteriormente relatado es al margen de la extinción del PRD, quien fuera aliado del PRI y el PAN durante el recién concluido proceso electoral, el cual dejará de existir por no lograr nisiquiera el 3% de la votación en dichos comicios, esto se suma a la fractura que hay al interior de Movimiento Ciudadano, el cual a leguas se ve dividido tras el surgimiento de diversas tribus al interior del partido, lo que ha provocado una división entre sus liderazgos como Samuel García, Enrique Alfaro y Luis Donaldo Colosio Riojas.

Lo anterior, refleja de muy puntual manera lo vivido el pasado dos de junio, pues para quienes se pregunten ¿Por qué arrasó Morena? Es nada más y nada menos que por lo anteriormente relatado, porque los partidos políticos que dicen llamarse “Oposición”, enfrentan la peor crisis en su historia (Salvo Movimiento Ciudadano), esto en buena medida por el desprestigio que arrastran sus dirigentes o líderes, quienes han estado inmiscuidos en escándalos de corrupción, ineficacia y hasta autoritarismo al interior de sus propias filas, y que reflejan una sola obsesión, la ambición de no soltar sus cargos por beneficios personales, omitiendo por completo las necesidades de un país, que también sufre bajo el mandato del régimen morenista actual, el cual en la figura de López Obrador, tiene a su propio referente de alguien que al igual que en los casos antes mencionados, ve antes por los beneficios de su partido que de su país.