/ miércoles 1 de mayo de 2024

Prudencia, la loca

Nombre de origen latino que proviene de Prudens; referente a la cualidad de ser sensato. Derivado de Prudentina que a su vez proviene de “pro videntina” que significa que ve por delante. De ahí que su significado sea: prudente, juicioso, el que prevé o sabe algo por anticipado”. Alude a una de las cuatro virtudes cardinales cristianas.

El pasado domingo hubiera cumplido ciento treinta y nueve años, una salvadoreña ejemplar que fue madre soltera e indigina originaria, y que tuvo un sueño, no se conformó con su época, la tiraron de loca, y sin importar lo que pensaran, en el año de 1930 a sus 45 años de edad fue la primer mujer en postularse para presidenta de su país, ella sabía algo por anticipado, aludía a su propio nombre, esa gran mujer fue Prudencia Ayala.

Directora y redactora de “Redención Femenina” lanzado en Guatemala en 1930, su programa de gobierno propuesto comprendía promover los derechos ciudadanos de las mujeres y apoyaba los sindicatos. Una mujer sin duda adelantada a su época, sin miedo a enfrentar las adversidades y convencida de la igualdad. “Es razón, puesto que el hombre y la mujer forman el cauce del mundo: los dos forman el hogar, los dos forman el concepto ciudadano y contruir las leyes democráticas contra la esclavitud, los dos deben formar el gobierno”, dijó Prudencia.

Se atrevió, sin existir el marco legal en su país, obviamente le fue negada la candidatura, a lo cual respondió con una carta abierta de donde extraigo un párrafo digno de nuestra época. “Si en algo he fastidiado a los políticos, perdonenme almas mías que no lo he hecho con mala intención, sino en el deber de un principio cívico para defender los principios del derecho individual que le asiste a la mujer.”

Cuánta prudencia nos hace falta hoy en día, porque evidentemente hasta para defender un derecho existen caminos muy dignos que perduran con el tiempo. Hoy más que nunca aprender de Prudencia es justo y necesario. Esta virtud que se aprende, se aplica en casa, en la cuadra, la colonia, en el colegio, en el trabajo, en la amistad, en la pareja, en el político, en el deportista, prácticamente en la vida.

Y es que actuar con prudencia parece ser un gran reto. Esta gran virtud incluye saber escuchar, procesar las ideas y transitar las emociones para así llegar a un actuar valiente pero con aplomo. Esto incluye en una simple conversación de familia, o hasta en una decisión de estado, donde lo que debe prevalecer es la razón. Por nada esto elimina el entusiasmo o qué decir de lo espontáneo porque la mezcla arroja por resultado la personalidad de cada uno de nosotros.

Prudencia Ayala, nuestra heroína de esta semana, fue espontánea, emotiva y fiel a sus emociones, y creencias, levantó la mano, y abrió una posibilidad en una época en donde fue muy difícil, sin embargo apelo a su prudencia y comprendió que su momento era desde otra perspectiva y enfoco sus convicciones a batallas más concretas, sin restar valor a su deseo de participar, ya que si logró cuestionar a una sociedad entera y al paso de los años contribuir en esta lucha constante que ha permitido llegar a donde nos encontramos. Donde afortunadamente menos falta por lograr y cada amanecer existe un ser más que toma conciencia de la igualdad en derechos y las grandes virtudes que tenemos como seres pensantes y sobre todo emocionales. Prudencia Ayala, el mejor ejemplo de su propio nombre.

Adelantarnos a un suceso es contar con mayor madurez para comprender el entorno y saber que muchas veces debemos dejar pasar un momento histórico previendo un proceso que se compone de momentos, y eso nuevamente menciona implícitamente a nuestra galardonada, la prudencia. Desde luego que por lo regular viene acompañado de sus otras tres amigas virtudes, la justicia, la fortaleza y la templanza. Cuatro grandes herramientas de cualquier líder social del pasado, presente o futuro. Ya nos tocará saber más de cada una más adelante.

Me parece que buscar la prudencia en los actores políticos del momento, puede ser un buen ejercicio que nos permita conocer un poco del cómo transitan sus emociones quienes pretendemos tomen decisiones donde prevalezca el bien común. Por eso los invito a que reconozcamos la fuerza y valor de un nombre porque todos tienen orígenes interesantes y valiosos que aceptemos o no impactan en nuestro desarrollo como entes miembros de un todo.

@serdan.mx